Gilberto Ceballos se fugó. Una fuente familiarizada con los escándalos de corrupción que minan a la municipalidad reveló a ruta: “Tomó viaje por carretera de Valencia a San Antonio del Táchira, luego pasó por Cúcuta, donde aseguró un corredor aéreo que lo llevó hasta Bogotá, ciudad de la que partió en el primer vuelo con destino a Miami. Otro fugado más de la Alcaldía de Valencia en menos de 10 días.
Gilberto Ceballos, había sido nombrado recientemente por el alcalde Julio Fuenmayor como presente del Instituto Municipal del Ambiente (IMA). Sustituyó al igual prófugo Santiago Bruzco, a quien la Fiscalía 87 con Competencia Nacional lo acusa por diversos delitos de corrupción, desviación de fondos y manejo indebido de sustancias peligrosas.
Sin embargo, una investigación detectivesca que usó el cruce de telefonía para hallar elementos de interés criminalístico, hizo derivar a Gilberto Ceballos en jefe de una mafia criminal que traficaba con combustible que revendía en el mercado negro a dos dólares el litro. Cabe destacar, que su hermano, Oscar Ceballos, se encuentra tras las rejas tras ser atrapado en flagrancia utilizando unidades autobuseras del Estado como mulas, de las que luego trasegaba combustible y los revendía en ese exorbitante precio a personas, campesinos, empresarios y emprendedores que dependen del gasoil para sus operaciones.
Otro fugado más de la Alcaldía de Valencia
El autor original del reportaje que documentó inicialmente esta historia es Jesús Villalobos, periodista de investigación para el estoyaldía.com, conocido por su enfoque incisivo en temas de corrupción gubernamental. Bajo el título: “El Cartel del Buho y la Red de Gasoil: Un Escándalo en Valencia”, Villalobos desmenuzó los detalles de una operación ilegal que ha dejado cicatrices tanto económicas como sociales en el venezolano municipio carabobeño. Con 15 años de experiencia en el periodismo de investigación y múltiples premios latinoamericanos, Villalobos se ha consolidado como una de las voces más respetadas en este tipo de coberturas.
Según las fuentes que maneja el periodista Jesús Villalobos, Gilberto Ceballos, al saberse acorralado por a investigación policial, que están a horas de emitir una privativa de libertad en su contra, recibió el aviso para que se evadiera. Las pruebas policiales lo desenmascararon como el jefe del Cartel del Buho, dedicado a la venta irregular de combustible. Es así como otro fugado más de la Alcaldía de Valencia se evade y la administración de Julio Fuenmayor empieza a sentir las inclemencias del abandono de los aliados, quienes con moral reconocen que a los amigos se le acompaña hasta las puertas del cementerio, pero no se inhuman con ellos, y más cuando asunto morales y éticos carcomen los casos sustanciados en eñ Ministerio Público y las autoridades policiales.
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Dos funcionarios con mala reputación
De acuerdo a Jesús Villalobos, especialista en temas de corrupción, una equivocación es un asunto aleatorio, pero dos desatinos en menos de 10 días evidencia una falta de control del entorno de la primera autoridad municipal, Julio Fuenmayor. “Fuenmayor al parecer lo superan en malas intenciones de sus “amistades”, o quienes, con su aparente venia, han venido haciendo negocios ilícitos desde hace mucho tiempo atrás”.
Al evidenciase otro fugado más de la Alcaldía de Valencia, las marcas de la rápida degeneración de la autoridad alcaldicia, ya muestra sus huellas. Una alcaldía acéfala y un Instituto Municipal de Ambiente golpeado por la justicia, ya deja huella en las calles en las que las pantallas de basura empiezan a aparecer y la dinámica del servicio de recolección de desperdicios se está descontrolando.
Destitución, renuncia o el calabozo
De acuerdo a Jesús Villalobos es necesario recordar, que dos tramas de corrupción han tenido origen recientemente bajo la administración de Julio Fuenmayor: La primera, ejecutada por Santiago Bruzco, presidente del IMA, consistía en utilizar terrenos clandestinos para hacer disposiciones finales de desperdicios atentando contra la salud de los residentes de El Paito. Por otro lado, su sucesor, Gilberto Ceballos, entra al juego de los sucedáneos, pero en poco tiempo cae su hermano como distribuidor de combustibles y revendedor bajo usura de gasoil y la inteligencia policial hace que otro fugado más de la Alcaldía de Valencia se materialice al cruzar datos de inteligencia que colocan el bastón de mando en Gilberto Ceballos, quien usó a su hermano como operador a las sombras.
Según las matemáticas clásicas, que son del agrado de los políticos, Julio Fuenmayor tiene tres opciones. Él deberá elegir cuál será el tenor del legado que desea dejar en la ciudad y deberá apurarse, porque mientras más pasa el tiempo otros casos de corrupción podrían ser hallados y su inminente detención podría ser el colofón de esta historia.
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Jesús Villalobos, en referencia a la historia diaria de Venezuela, precisó: la justicia a sometido a Tareck El Aissami por asuntos muchísimo más graves, a Pedro Tellechea, también de las filas de PDVSA. Para el analista político y comunicador social le es fácil deducir, que el largo brazo de la justicia también alcanzará a Julio Fuenmayor para que responda por las acusaciones que contra de situaciones de su gestión descansan en el Ministerio.