La Unión Europea (UE) está adoptando un enfoque más pragmático en sus relaciones internacionales. En un mundo donde las dinámicas de poder se reconfiguran constantemente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó la necesidad de ampliar las alianzas más allá de los bloques tradicionales y los tabúes políticos. «UE se torna pragmática» se ha convertido en el lema implícito de una estrategia que busca fortalecer la cooperación con actores como China, India y el Mercosur, siempre bajo la premisa de beneficios mutuos. Esta postura refleja un cambio significativo en la política exterior del bloque europeo, que busca equilibrar sus principios con la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades globales.
Andrea Rizzi, corresponsal de asuntos globales del periódico EL PAÍS, fue quien analizó esta evolución en un reciente artículo titulado: «Von der Leyen lanza en Davos la respuesta europea a Trump: más cooperación con otros países y más integración de la UE». Rizzi, licenciado en Derecho y con másteres en periodismo y Derecho de la UE, destacó cómo Von der Leyen delineó esta estrategia durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos. La mandataria expresó que Bruselas está lista para colaborar con Washington sin ceder en sus valores fundamentales, al tiempo que busca nuevas oportunidades con otros socios globales.
UE se torna pragmática
La frase la «UE se torna pragmática» resuena como el eje de una política que reconoce las complejidades del mundo actual. Von der Leyen dejó claro que Europa necesita diversificar sus alianzas para reducir dependencias estratégicas y fortalecer su posición en la escena internacional. Su enfoque incluye un impulso decidido hacia un mercado común de capitales, la creación de un marco legislativo más favorable a la innovación y la culminación de la unión energética. Estas iniciativas reflejan el deseo de una Europa más unida y resiliente, capaz de responder a desafíos externos sin sacrificar su competitividad económica.

China se perfila como un socio clave en este escenario. Durante el Foro de Davos, el viceprimer ministro chino, Ding Xuexiang, reafirmó el compromiso de su país con una globalización inclusiva y un sistema multilateral de gobernanza. Este mensaje, aunque alineado con la visión pragmática de la UE, no está exento de tensiones. Europa busca profundizar sus lazos comerciales y de inversión con China, pero también reducir los riesgos de dependencia en áreas estratégicas. En este delicado equilibrio, la «UE se torna pragmática» al priorizar los intereses comunes, aunque manteniendo cautela ante las diferencias en temas de derechos humanos y gobernanza global.
India como primer destino
India también juega un papel destacado en esta nueva estrategia europea. Von der Leyen anunció que el primer viaje de su Comisión sería a este país, subrayando su importancia como aliado estratégico. Con una población en rápido crecimiento y una economía en expansión, India ofrece a Europa un mercado atractivo y un potencial socio para abordar desafíos globales como el cambio climático y la seguridad energética. Este enfoque pragmático no solo responde a las necesidades económicas de la UE, sino también a su interés por contrarrestar la creciente influencia de China en Asia.
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El Mercosur, por su parte, representa una oportunidad para fortalecer las relaciones transatlánticas en un momento de incertidumbre en las relaciones con Estados Unidos. El reciente acuerdo comercial con este bloque latinoamericano demuestra la voluntad europea de buscar nuevas alianzas, incluso en contextos políticos complejos. Este pacto, que incluye países como Brasil y Argentina, tiene el potencial de impulsar el comercio bilateral y consolidar la presencia europea en una región rica en recursos naturales y oportunidades económicas. Aquí, nuevamente, la «UE se torna pragmática» al priorizar el beneficio mutuo sobre las diferencias ideológicas.
Europa busca mostrar su liderazgo
Sin embargo, este pragmatismo no está exento de desafíos. Las relaciones con socios como China y el Mercosur requieren una gestión cuidadosa para evitar conflictos de intereses y garantizar que los valores europeos no se vean comprometidos. En el caso de China, por ejemplo, las tensiones en torno a derechos humanos y cuestiones de soberanía podrían complicar la cooperación. Del mismo modo, el acuerdo con el Mercosur ha generado críticas dentro de Europa, especialmente entre grupos ecologistas preocupados por su impacto en el medio ambiente.
A pesar de estas dificultades, la «UE se torna pragmática» en su enfoque hacia una mayor integración comunitaria. Von der Leyen destacó la importancia de un mercado común de capitales para canalizar el ahorro europeo hacia sectores estratégicos, así como la necesidad de un entorno regulatorio más propicio para la innovación. Estas iniciativas buscan no solo fortalecer la economía europea, sino también posicionarla como un líder global en áreas clave como la inteligencia artificial y las energías renovables.

El innegociable Acuerdo de Paris
El compromiso europeo con el multilateralismo también se refleja en su apego al Acuerdo de París, a pesar de la retirada de Estados Unidos durante la administración de Donald Trump. Este acuerdo simboliza el esfuerzo de la UE por liderar la lucha contra el cambio climático y promover un desarrollo sostenible a nivel global. En este contexto, la colaboración con India y el Mercosur adquiere una relevancia aún mayor, ya que ambos son actores clave en la agenda climática internacional.
En última instancia, la «UE se torna pragmática» como respuesta a un mundo en constante cambio. Al diversificar sus alianzas y reforzar su integración interna, Europa está trazando un camino que combina sus valores tradicionales con una adaptabilidad necesaria para afrontar los retos del siglo XXI. Esta estrategia no solo busca garantizar la relevancia del bloque en el escenario global, sino también ofrecer un modelo de cooperación que pueda inspirar a otras regiones del mundo.
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Von der Leyen, con su enfoque decidido y visionario, ha sentado las bases para una Europa más resiliente y conectada. La clave ahora será mantener el equilibrio entre pragmatismo y principios, asegurando que las alianzas con socios como China, India y el Mercosur sean verdaderamente beneficiosas para todas las partes involucradas. La UE, al tornarse pragmática, está mostrando que la cooperación internacional no solo es posible, sino también esencial en un mundo cada vez más interdependiente.