¿Son confiables los jurados en los Estados Unidos? Al parecer nadie tiene dudas y endosan su confianza en el sistema que busca a ciudadanos de sentido común y moral intachable. Según un estudio de Ipsos realizado en julio, aproximadamente el 60% de los estadounidenses tiene confianza en los jurados.
En un artículo del New York Times en español, escrito por Ruth Igielnik, se señala que, a pesar de la disminución generalizada de la confianza en las instituciones, los ciudadanos parecen seguir confiando en esta antigua práctica jurídica. Sin embargo, la confianza en los jurados podría verse sacudida en el contexto de los juicios pendientes contra el expresidente Donald Trump.
¿Son confiables los jurados?
Los expertos en ciencias políticas y derecho sugieren que el clima político polarizado podría complicar la selección de un jurado imparcial. En la misma encuesta de Ipsos, cuando se les preguntó específicamente sobre los casos de Donald Trump, una mayoría de demócratas, republicanos e independientes expresaron su escepticismo sobre la posibilidad de conformar jurados imparciales.
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Históricamente, los jurados han jugado un papel crucial en el sistema de justicia estadounidense. Según el profesor de historia de la Universidad de Harvard, Annette Gordon-Reed, «los jurados han sido vistos como una forma de ejercer la democracia a nivel local y de mantener a raya el poder gubernamental». Sin embargo, ella apunta que, en casos altamente politizados, como los de Trump, los jurados enfrentan presiones adicionales, incluido el escrutinio mediático y la posible amenaza de hostigamiento o violencia. Es sobre esa olla de presión que nace la pregunta: ¿Son confiables los jurados?
Pocos quieren juzgar a Trump
De hecho, el ambiente político actual ha elevado tanto las tensiones que muchos ciudadanos prefieren evitar la responsabilidad de ser jurado en un caso relacionado con Trump. La encuesta de Ipsos reveló que la mayoría de los estadounidenses no estaría interesada en formar parte de un jurado en un juicio contra el expresidente. En torno a si son confiables los jurados nada hay interpuesto. El asunto es que las dudas podrían reflejar una percepción de que los riesgos y tensiones asociados con tal deber superan los beneficios percibidos de ejercer la responsabilidad cívica.
Otro punto a considerar es la demografía de quienes suelen formar parte de jurados. Según el estudio de Ipsos, quienes han sido parte de un jurado son más propensos a ser mayores de 50 años, con un nivel educativo más alto y una inclinación política más hacia el lado demócrata. Esto podría tener implicancias en la percepción de imparcialidad y equidad en un juicio contra Trump, quien ha sido una figura polarizadora y divisiva tanto en términos políticos como generacionales.
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Un juicio justo es lo esperado
El Departamento de Justicia y otras instituciones gubernamentales están conscientes de estos desafíos. Según el fiscal general, «el objetivo es garantizar un juicio justo, independientemente de quién esté en el banquillo de los acusados. Pero debemos ser conscientes de los desafíos que los casos altamente politizados presentan para mantener la integridad del proceso».
Aunque los estadounidenses en general siguen teniendo fe en el sistema de jurados, esa confianza será puesta a prueba en el contexto de los juicios contra Donald Trump. No olvidemos que el neoyorquino ha estado envuelto en escándalos por pagar por silencio. De allí que se escrute si son confiables los jurados, para que ninguna posibilidad crematística acceda.
La polarización política, el intenso escrutinio mediático y las diferencias demográficas son solo algunas de las variables que podrían influir en la percepción de justicia. A medida que estos casos avanzan, será crucial mantener una vigilancia cuidadosa para asegurar que el sistema judicial estadounidense mantenga su integridad y continúe siendo una institución en la que el público pueda confiar.