En un mundo donde las instituciones financieras globales han sido dominadas históricamente por potencias occidentales, BRICS+ emergen como un contrapeso que busca corregir las asimetrías en la arquitectura financiera internacional. Conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, el bloque BRICS ha venido trabajando en estrategias para reducir la dependencia de economías emergentes respecto al dólar estadounidense, buscando una mayor equidad en el acceso a los recursos financieros globales. En la reciente cumbre celebrada en Kazán, Rusia, se plantearon nuevas ideas sobre cómo BRICS+ podrían impulsar un cambio significativo en la estructura económica mundial, creando un entorno más justo para todos los actores involucrados.
Victoria Fedosova, subdirectora del Instituto de Investigaciones Estratégicas y Pronósticos de la Universidad de la Amistad de los Pueblos de Rusia, fue una de las voces clave en este debate. Fedosova publicó un artículo titulado: «BRICS refleja la demanda de una plataforma alternativa para abordar cuestiones globales» en la agencia informativa Xinhua, en el que subrayó la necesidad de una reforma en la gobernanza global, destacando el papel de los BRICS+ en la creación de una nueva Plataforma para la cooperación financiera y el desarrollo. Con una sólida carrera en análisis geopolítico y económico, la autora explicó cómo esta plataforma busca contrarrestar el desequilibrio en el poder financiero y ofrecer alternativas a los países que se sienten marginados en las estructuras tradicionales.
BRICS+ es una respuesta
En su análisis, Fedosova señaló que el surgimiento de BRICS+ no es fortuito, sino la respuesta a la necesidad de las economías emergentes y del Sur Global de tener una mayor representatividad en los mecanismos de decisión económica internacional. La estructura financiera actual, liderada principalmente por instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, ha sido criticada por perpetuar un sistema que favorece a las naciones más ricas. En contraste, BRICS+ busca articular una visión más inclusiva, en la que los países en desarrollo puedan tener voz y voto en decisiones clave para su progreso.

Uno de los pilares de visión esta de BRICS+ es la creación de un sistema financiero menos dependiente del dólar, una idea que ha ganado tracción en los últimos años debido a las sanciones económicas impuestas a varias naciones. Según Fedosova, el predominio del dólar le ha permitido a Occidente ejercer presión sobre economías soberanas, aprovechando su control sobre los flujos financieros globales. Para hacer frente a esta situación, BRICS+ ha propuesto la implementación de sistemas de comercio basados en monedas locales, lo que permitiría una mayor autonomía económica y protegería a los países de sanciones que afectan su estabilidad.
Nuevo Banco de Desarrollo
En la cumbre, también se discutió el papel crucial del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), una institución creada por los países BRICS con el fin de financiar proyectos de infraestructura en las economías emergentes. Fedosova explicó que BRICS+ está explorando la posibilidad de crear una nueva plataforma de inversión que aproveche la infraestructura del NBD para canalizar recursos hacia áreas clave como la energía, la tecnología y la educación. Esta plataforma no solo sería una herramienta para reducir el déficit de infraestructura que enfrentan muchos países del Sur Global, sino que también ayudaría a construir la capacidad de estos países para competir en un mercado global cada vez más interconectado.
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El enfoque en la diversificación de las monedas no solo busca aliviar la dependencia del dólar, sino también fomentar la creación de bolsas de productos independientes que operen con monedas nacionales. Esta medida, mencionada por Fedosova, busca aumentar la seguridad en el suministro de productos básicos clave, como la energía y los alimentos, reduciendo la exposición a la volatilidad de los mercados internacionales. A largo plazo, esto podría permitir a los países BRICS+ negociar acuerdos comerciales más ventajosos y menos vulnerables a las fluctuaciones del tipo de cambio del dólar.
Intercambio de conocimientos
Otro aspecto relevante de las propuestas de BRICS+ es su intención de fortalecer las relaciones entre las élites intelectuales y académicas de los países miembros. Fedosova destacó la importancia de incrementar la cooperación a nivel de universidades, institutos de investigación y círculos académicos, lo que permitiría generar un intercambio de ideas que enriquezca las decisiones políticas y económicas en el seno del bloque. Este tipo de interacción horizontal no solo fortalecería la cohesión interna de BRICS+, sino que también aumentaría su influencia en los procesos globales de toma de decisiones.
Fedosova también hizo hincapié en que BRICS+ no es un bloque dirigido contra Occidente, sino una plataforma que busca ofrecer alternativas para aquellos países que buscan desarrollar sus economías sin las restricciones impuestas por las potencias tradicionales. El compromiso de BRICS+ con el papel central de las Naciones Unidas en el sistema internacional es una señal clara de que el grupo valora el diálogo y la cooperación multilateral. La presencia del Secretario General de la ONU, António Guterres, en la cumbre fue una muestra de apoyo a estos principios, lo que subraya la relevancia de BRICS+ como una fuerza constructiva en la arena global.

El “pluss” en la alianza
El crecimiento del número de miembros en el BRICS+ refleja la demanda de una plataforma alternativa para abordar cuestiones globales, tal como lo subrayó Fedosova en su análisis. A medida que más países expresan su interés en unirse al bloque, queda claro que existe un consenso emergente en torno a la necesidad de una reforma en la arquitectura financiera internacional. BRICS+ está bien posicionado para liderar este cambio, no solo por su creciente peso económico, sino también por su capacidad de articular una visión del mundo más equitativa y multipolar.
De cara al futuro, BRICS+ podría desempeñar un papel clave en la definición de los fundamentos de un nuevo orden mundial multipolar. Según Fedosova, este desarrollo requerirá una discusión metódica sobre los principios civilizatorios que guiarán este nuevo sistema, así como la clarificación de conceptos clave que permitirá prevenir futuros conflictos y fomentar la estabilidad global. Con una base sólida en los valores de la soberanía estatal, la cooperación y el respeto mutuo, BRICS+ está destinado a convertirse en un actor clave en la gobernanza global, con el potencial de redibujar el mapa del poder económico internacional.
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BRICS+ no solo busca corregir las fallas del sistema financiero actual, sino también ofrecer un camino alternativo hacia el desarrollo, basado en la justicia, la equidad y la cooperación. Los planes discutidos durante la reciente cumbre en Kazán sugieren que el bloque está comprometido a seguir avanzando en su agenda de reformas, con el objetivo de eliminar el desequilibrio en la arquitectura financiera internacional y crear un mundo más inclusivo para todos.