En una era digital en la que el estímulo constante y las distracciones en línea están a la orden del día, la batalla por mantener la concentración y ser productivo se ha intensificado. Las notificaciones emergentes, las alertas y la tentación constante de desplazarse por la red están creando una especie de agotamiento digital. Anne Cassidy Role, reportera de negocios de BBC Mundo, arroja luz sobre una tendencia creciente que promete devolver la serenidad y la eficiencia: el «modo monje«.
Según datos del Instituto de Investigaciones Psicológicas, la capacidad de atención promedio del ser humano ha disminuido de 12 segundos en 2000 a 8 segundos en 2018. Para ponerlo en perspectiva, ¡eso es menos que la capacidad de atención de un pez dorado! Esta caída en la capacidad de atención se ha atribuido en parte a la omnipresencia de los dispositivos digitales y la sobrecarga de información.
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El interesante modo monje
Las cifras hablan por sí solas. Un estudio del Centro de Investigaciones Sociales revela que el individuo promedio pasa aproximadamente 2.6 horas al día en las redes sociales, y en ocasiones, el tiempo destinado para trabajo y estudio se ve interrumpido por esas mismas redes. Ante este escenario, no sorprende que la gente busque soluciones innovadoras para minimizar las distracciones.
Aplicaciones como Freedom, ColdTurkey, FocusMe y Forest son testamento del reconocimiento y acción hacia este problema. No es solo un asunto de productividad, es también un tema de salud mental y equilibrio emocional. Allí es que recobrar importancia estas App que te colocan en modo monje. Según el Departamento de Salud Pública, «la sobrecarga digital puede llevar a niveles incrementados de estrés, ansiedad y fatiga».
La renuncia es la clave
La pregunta entonces es: ¿Por qué «modo monje«? Los monjes, históricamente, han sido asociados con una vida de renuncia, meditación y enfoque. El Dr. Harold Fernández, historiador de la Universidad de Cambridge, comenta: «Los monjes a lo largo de la historia se han dedicado a la contemplación y la concentración. Esta idea de ‘modo monje’ es simplemente una adaptación contemporánea de ese antiguo principio de singularidad de propósito.»
Sin embargo, no todos están convencidos. El Senador John Mitchell expresó sus preocupaciones en una conferencia reciente: «Mientras entiendo y apoyo la necesidad de minimizar las distracciones en esta era digital, también es vital que recordemos la importancia de la conectividad. No podemos, y no deberíamos, aislarnos completamente del mundo. Hay un equilibrio que encontrar.»
Esto no es para todos
Las aplicaciones «modo monje» claramente no son para todos. Pero para aquellos que sienten la presión de la constante avalancha de información, estas herramientas podrían ser un salvavidas. La clave, como con muchas cosas en la vida, es la moderación.
¿Y qué dice la juventud, que es nativa digital y creció en esta era de tecnología invasiva? Según un sondeo realizado por el Consejo Nacional de Jóvenes, el 64% de los encuestados entre 18 y 25 años han usado o considerarían usar una aplicación «modo monje» para mejorar su concentración.
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Buscadores de paz mental
Marta Rodríguez, psicóloga y autora del libro «Desconexión Digital: Encuentra tu Paz en la Era de la Información», comenta: «Estas aplicaciones no son una solución mágica. Son herramientas. Al final del día, la autodisciplina y el autocontrol serán los que realmente determinen si uno puede o no resistirse a las distracciones.»
Con todo, el «modo monje» es una señal de los tiempos, una respuesta a una problemática moderna. Mientras la tecnología sigue avanzando a pasos agigantados, la humanidad sigue buscando formas de adaptarse y sobrevivir en este mundo hiperconectado. La decisión de usar o no estas aplicaciones es, al final del día, personal. Lo que es indudable es que la conversación en torno a la necesidad de desconectarnos, aunque sea temporalmente, es más relevante que nunca.