Existen evidencias públicas que muestran singulares vinculaciones entre Carteles y CIA. Además, ha habido casos en los que Agentes de la DEA han sacado provecho de su posición y sobre los particulares han sido juzgados y senteciados.
En la lucha incansable contra el narcotráfico en Latinoamérica, la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA), por sus siglas en inglés) ha sido un actor principal. No obstante, a lo largo de los años, se han publicado casos en los que algunos agentes de la DEA han establecido relaciones cuestionables con miembros de carteles. Aunque estos hechos no implican una colusión institucional, sí plantean preguntas sobre la ética y eficacia de las operaciones antinarcóticos.
Carteles y CIA ¿Hay una sociedad?
En 2011, varios medios revelaron el caso de un agente de la DEA que había colaborado con narcotraficantes colombianos. Según documentos judiciales, el agente proporcionó información confidencial que resultó en el asesinato de un informante y su familia. Este agente fue posteriormente condenado y encarcelado, y las autoridades estadounidenses recalcaron que su conducta no reflejaba la misión o valores de la DEA. Recalcaron que los carteles y CIA no son compatibles.

Asimismo, la Operación Fast and Furious, aunque principalmente llevada a cabo por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), generó preocupación sobre la efectividad y ética de las tácticas estadounidenses. La operación implicó la venta de armas a narcotraficantes con la esperanza de rastrearlas hasta las organizaciones criminales. Sin embargo, muchas de estas armas terminaron siendo utilizadas en crímenes violentos, incluidos asesinatos.
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Integridad de las operaciones
Por otro lado, la DEA ha recibido críticas por parte de organismos especializados. Según un informe de 2020 de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia de EE. UU., la DEA ha enfrentado desafíos significativos para mantener la integridad de sus operaciones y ha sido objeto de varias investigaciones por presunta mala conducta de sus agentes. Es como si entre carteles y CIA hubiese un puente por donde transitan los llamados operadores de área gris.
Expertos en la materia, como Bruce Bagley, profesor de la Universidad de Miami y especialista en narcotráfico y seguridad en América Latina, han señalado que, aunque estas anomalías son preocupantes, no reflejan necesariamente una falla sistémica. «En toda organización grande, siempre hay ‘manzanas podridas'», afirma Bagley. «Lo importante es que se identifiquen, se investiguen y se procesen, para mantener la integridad de la organización y de las operaciones antinarcóticos».
La ley es lo importante
Por su parte, autoridades gubernamentales reiteran su compromiso en la lucha contra el narcotráfico. «Estamos aquí para hacer cumplir la ley y llevar ante la justicia a aquellos que la rompen, incluidos los que están dentro de nuestra organización», dijo el Administrador de la DEA en una declaración pública después de un caso de mala conducta.
Es evidente que la relación entre carteles y CIA, a través de algunos agentes individuales de la DEA, ha tenido momentos oscuros, y aunque estos no reflejan el posicionamiento oficial de la DEA o del gobierno estadounidense, sí abren un espacio para un examen más detenido de la estrategia antinarcóticos en Latinoamérica. Las agencias de inteligencia y entidades gubernamentales deben enfrentar estos problemas de frente para garantizar la integridad y eficacia de sus operaciones en una lucha que no muestra signos de disminuir.

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Casos procesados y sancionados
Hasta la fecha hay algunos casos notables que han sido públicos y que involucran a carteles y CIA en actividades cuestionables. Es fundamental subrayar que estos casos no representan la conducta o la ética de la DEA en su conjunto.
- Andrew Hogan y la Captura de «El Chapo» Guzmán: Aunque este caso no implica una mala conducta por parte de la DEA, se convirtió en un tema polémico debido a la publicación de un libro por parte de Andrew Hogan, un agente retirado de la DEA que desempeñó un papel clave en la captura del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán. El libro levantó preguntas sobre si la publicación de tales detalles podría comprometer futuras operaciones y técnicas investigativas. Sin embargo, este caso más bien pone de relieve cuestiones éticas y de protocolo que no necesariamente implican actos ilícitos.
- Ricky Frazier y el Caso en Chicago: En 2011, el agente Ricky Frazier y un oficial de la policía de Chicago fueron acusados de robar drogas incautadas y planificar revenderlas, además de colaborar con organizaciones criminales. Frazier fue condenado en 2013 y recibió una sentencia de varias décadas de prisión. Este caso fue uno de los que llevó a que se cuestionara la integridad de ciertos agentes involucrados en la lucha contra el narcotráfico.
Estos casos han sido objeto de investigaciones internas y judiciales, y los agentes involucrados han sido enjuiciados y condenados de acuerdo con la ley. Sin embargo, la publicidad en torno a estos casos ha llevado a cuestionamientos sobre si son incidentes aislados o indicativos de problemas más amplios dentro de la organización.