A la sombra de la escalada del actual conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás, los esfuerzos de mediación han comenzado a tomar protagonismo. Tras los ataques perpetrados por Hamás contra Israel, que han desencadenado una nueva ola de violencia en la región, el mundo se pregunta quién podría desempeñar un papel clave en la búsqueda de una solución pacífica. En este contexto, ¿Puede ser Qatar mediador en el conflicto Israel-Hamás?, a pesar de su histórica relación con Hamás y las tensiones pasadas con Israel.
La primera ronda de conversaciones apunta a evaluar si un intercambio de rehenes israelíes y extranjeros secuestrados por terroristas de Hamás el pasado 7 de octubre por mujeres y niños palestinos mantenidos en prisiones israelíes podría ser un próximo paso realista. Egipto, que ha mantenido un acuerdo de paz con Israel desde 1979 y comparte frontera con Gaza, se ha ofrecido como apoyo en la mesa de negociaciones. Turquía, por su parte, con vínculos tanto con Israel como con la organización islamista Hermanos Musulmanes (de la cual Hamás es la palestina en Gaza), también ha señalizado su disposición a mediar en el conflicto. Qatar, conocido por haber mediado en ocasiones anteriores entre Israel y Hamás, incluyendo el conflicto bélico de 2014 en la Franja de Gaza, ha vuelto a ocupar un lugar destacado en la escena diplomática.
Qatar mediador en el conflicto
Sin embargo, la historia de Qatar en la región no está exenta de controversia. En 2009, el país congeló sus relaciones con Israel, y es ampliamente reconocido como uno de los principales financiadores de Hamás, organización calificada como terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Alemania y muchos otros países. Además, recientemente, Qatar culpó a Israel del ataque de Hamás que cobró la vida de alrededor de 1.300 israelíes, extranjeros y soldados.
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A pesar de estos antecedentes, Sanam Vakil, directora del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Chatham House, una influyente institución de pensamiento con sede en el Reino Unido formula esta ecuación: Qatar mediador en el conflicto. Vakil sostiene que los países de Medio Oriente deben liderar el camino hacia la desescalada de la guerra actual y que Qatar ha mantenido una relación pragmática en la cual utiliza incentivos financieros para gestionar y reducir tensiones en conflictos previos entre Israel y Hamás.
Amainar el conflicto
En una publicación de Chatham House, que ubica a Qatar mediador en el conflicto, conversó Vakil, quien expresó su opinión de que Qatar podría actuar como un intermediario natural para asegurar la liberación de rehenes y encontrar puntos de entrada para reducir la tensión en la región, especialmente en un momento en que la cuestión humanitaria se agrava.
La elección de Qatar como mediador no carece de razones. En primer lugar, su experiencia previa en la mediación entre Israel y Hamás proporciona un punto de partida sólido. Durante el conflicto de 2014, Qatar jugó un papel clave al mediar para alcanzar un alto el fuego. Esta experiencia ha proporcionado al país un entendimiento profundo de las dinámicas y los intereses en juego en el conflicto.
Otros puntos a favor
Además, Qatar tiene relaciones con ambas partes en conflicto. A pesar de las tensiones pasadas, Qatar ha mantenido lazos diplomáticos con Israel y ha sido un socio comercial importante. Esta relación podría servir como un puente para establecer una comunicación efectiva con las autoridades israelíes. Por otro lado, su estrecha relación con Hamás le otorga la capacidad de influir en el grupo y presionarlo para que acepte un acuerdo de alto el fuego.
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Otro aspecto crucial es el poder financiero de Qatar. El país ha utilizado su riqueza y recursos para proporcionar ayuda humanitaria y desarrollo en la Franja de Gaza en el pasado. Su capacidad para ofrecer incentivos económicos y ayuda financiera a ambas partes podría ser un factor determinante en la consecución de un acuerdo de alto el fuego.
A pesar de estas ventajas potenciales, la elección de Qatar mediador en el conflicto también enfrenta desafíos significativos. La percepción internacional de Qatar como un financiador de grupos terroristas, como Hamás, plantea interrogantes sobre su imparcialidad en el proceso de mediación. Israel y muchos otros países consideran a Hamás como una organización terrorista, y la implicación de Qatar en su financiamiento podría ser vista como un conflicto de intereses.