Michele Groppi cree que Hamás el grupo terrorista ya ganó: Logró terror y atención internacional

En medio del bullicio de debates académicos y opiniones diversas, el profesor Michele Groppi del Departamento de Estudios de Defensa en King’s College London, ha expresado una perspectiva contundente sobre el ataque reciente de Hamás a Israel: el grupo terrorista ya ganó, al menos en términos de sus objetivos inmediatos.

El modus operandi de Hamás en este último enfrentamiento refleja una comprensión profunda del significado fundamental del terrorismo. Los asaltos masivos que han llevado a cabo en ciudades israelíes, los secuestros y asesinatos de cientos de personas, no solo buscan infligir daño físico. Siguiendo la línea de pensamiento de la académica Martha Crenshaw, el terrorismo nace del contexto específico de una situación y suele tener ramificaciones que se extienden más allá de las fronteras.

El grupo terrorista ya ganó
Hamás ha demostrado que todavía tiene tanto la motivación como los medios para continuar su lucha. Ilustración MidJourney

Groppi: el grupo terrorista ya ganó

El terrorismo es una forma de guerra psicológica. Aunque en términos numéricos, más personas mueren por malaria o accidentes de tráfico que por actos terroristas, el terrorismo sigue siendo una de las principales preocupaciones en las encuestas globales. Este tipo de violencia depende del secreto, el engaño y, lo más importante, de ser espectacular y temido. Y Hamás ha jugado esta carta con destreza. De allí que se pueda afirmar que el grupo terrorista ya ganó con el ataque sorpresa.

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La relación entre la motivación y las capacidades de un grupo terrorista, como lo subraya el investigador Boaz Ganor, es crucial para entender la probabilidad de un ataque. A pesar de los esfuerzos por lograr la paz tras el conflicto de Gaza en 2014, Hamás ha demostrado que todavía tiene tanto la motivación como los medios para continuar su lucha. El discurso intransigente que refleja su carta fundacional, combinado con un arsenal diverso y poderoso que va desde cohetes hasta excavadoras y túneles, muestra que el grupo está listo para una guerra de resistencia prolongada.

Existe en la ecuación una triada

Pero hay un tercer elemento que no puede pasarse por alto y es la inherente necesidad del terrorismo de provocar una reacción exagerada, especialmente cuando el apoyo al grupo disminuye. Para Hamás, una respuesta agresiva de Israel puede considerarse un triunfo. Ante las crecientes protestas en Gaza en contra del liderazgo de Hamás y la potencial amenaza de un acuerdo entre Israel y Arabia Saudita, una confrontación con Israel desvía la atención y fortalece la posición del grupo entre los palestinos.

La declaración del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, prometiendo una «poderosa venganza», solo sirve para confirmar el grupo terrorista ya ganó. El éxito de la estrategia de Hamás superó el desafío. Si Israel decide atacar, el grupo podría silenciar las críticas internas, especialmente de la Autoridad Palestina, y reunir a la población bajo su bandera.

El equilibrio perdido

La perspectiva de Groppi pone de manifiesto una compleja dinámica en la que el ataque terrorista no solo busca causar daño, sino también alterar el equilibrio de poder, tanto a nivel local como internacional. La situación actual en el Medio Oriente es una prueba de que el terrorismo, en sus formas más sofisticadas, puede tener implicaciones profundas y duraderas para el orden mundial.

El grupo terrorista ya ganó
Michele Groppi, con su análisis, nos desafía a ver más allá de los titulares. Ilustración MidJourney

Esta complicada maraña política y militar no solo involucra a Israel y a Hamás, sino que también tiene ramificaciones más amplias que afectan las relaciones internacionales en toda la región. Las potencias globales, preocupadas por la estabilidad en Medio Oriente, están constantemente en busca de soluciones y mediaciones, pero el juego del terrorismo altera la dinámica, a menudo llevando a estos actores a reaccionar bajo el peso de la urgencia en lugar de la estrategia a largo plazo. Es una conclusión aplastante desde el punto de vista de la racionalidad, pero Hamás ya cumplió su misión: el grupo terrorista ya ganó.

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El reto es ser humano

La comunidad internacional, mientras observa con creciente inquietud, debe lidiar con una dualidad. Por un lado, está el imperativo humanitario de proteger a los civiles y garantizar que los conflictos no se desborden causando un daño irreparable. Por otro lado, las naciones deben entender y abordar las raíces subyacentes del terrorismo, lo que implica abordar no solo la violencia en sí, sino también las condiciones y motivaciones que la fomentan.

Michele Groppi, con su análisis, nos desafía a ver más allá de los titulares y los ataques inmediatos. Su enfoque pide un entendimiento más profundo de la estrategia detrás de los actos de terror y cómo estos movimientos, aunque localizados, tienen el potencial de alterar el equilibrio de poder a nivel mundial. Las repercusiones de no abordar adecuadamente este fenómeno podrían ser devastadoras, no solo para Medio Oriente, sino para la estabilidad global.

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