El reciente anuncio de las autoridades estadounidenses sobre la deportación de casi 40,000 venezolanos ha suscitado debates y conjeturas en los círculos políticos y de inteligencia global. La medida, que ha tomado por sorpresa a muchos, se interpreta en algunos sectores como un eco de un episodio histórico: el Éxodo de Mariel en 1980.
En aquel entonces, del 15 de abril al 31 de octubre, Cuba envió alrededor de 125,000 cubanos y 25,000 haitianos hacia las costas estadounidenses. Esta migración masiva, que comenzó como un éxodo de quienes buscaban libertades en Estados Unidos, también incluyó un contingente no tan inocente: convictos, exconvictos, malvivientes, y lo que es más alarmante, espías y personal de inteligencia. Cuba, en una jugada estratégica, estableció un canal de inteligencia en el país norteamericano con la infiltración de estos agentes, que enriquecieron su red de operaciones en territorio estadounidense.
También puedes leer: Invertir en Industria 4.0 es una de las apuestas más seguras y redituables
Reingeniería al Éxodo de Mariel
A día de hoy, casi medio siglo después, las mesas parecen haber girado. Las fuentes de inteligencia rusas sugieren que la decisión de EE.UU. de declarar a Venezuela como un país seguro y proceder con las deportaciones masivas es una estrategia calculada, un tipo de «reingeniería» del Éxodo de Mariel. Se especula que, entre los deportados, podrían encontrarse individuos entrenados para tareas de contrainteligencia, y tal vez, algún potencial magnicida.
Estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos muestran un aumento en el número de venezolanos que buscan asilo o permanecer en el país de manera irregular. La situación política y económica de Venezuela ha llevado a miles a buscar refugio en otros países, y Estados Unidos ha sido uno de los destinos preferidos. Pero la reciente designación de Venezuela como «segura» ha dejado a muchos preguntándose sobre las verdaderas intenciones detrás de la medida.
La historia es circular
La Dra. Lourdes Valencia, historiadora especializada en relaciones interamericanas, comentó: “La historia tiene una forma peculiar de repetirse. Si bien las circunstancias y los actores han cambiado, los patrones y las estrategias a menudo se mantienen. El Éxodo de Mariel fue un momento crucial en las relaciones cubano-estadounidenses, y esta nueva situación con Venezuela podría ser igual de significativa.»
Varios organismos, incluidos Human Rights Watch y Amnistía Internacional, han expresado su preocupación por la seguridad de aquellos que serán deportados a Venezuela. La situación de derechos humanos en el país, según sus informes, sigue siendo precaria.
También puedes leer: Siga las migas de pan del “impeachment” que le preparan a Joe Biden
Algo de imprudencia
Desde el punto de vista político, el senador estadounidense John Hawley cuestionó la medida, argumentando que “enviar a venezolanos de regreso a un país en crisis, y posiblemente poniendo en riesgo nuestra seguridad nacional, es imprudente y corto de vista.”
El Palacio de Miraflores, sede del Gobierno venezolano, ha sido alertado por las filtraciones de inteligencia rusa que tendría datos sólidos sobre la reingeniería al Éxodo de Mariel. La recomendación es clara: filtrar meticulosamente la llegada de estos deportados. Las autoridades venezolanas enfrentan ahora el desafío de procesar y reubicar a estos miles de deportados, con el temor subyacente de posibles infiltrados entre ellos.
Un panorama oscuro
Ante este panorama, el Dr. Juan Torres, experto en políticas migratorias, advierte: “Los movimientos masivos de población siempre son complejos y cargados de implicaciones. En este caso, es esencial que tanto EE.UU. como Venezuela actúen con responsabilidad y cautela.»
Mientras el primer lote de deportados se prepara para aterrizar en Caracas, el mundo observa con atención, esperando que la historia no repita sus capítulos más oscuros como el acontecido cuando el Éxodo de Mariel. La jugada está hecha, y ahora solo queda esperar y ver cómo se desarrollan los próximos eventos en esta compleja trama geopolítica.