El presidente Donald Trump ha vuelto a desatar una tormenta política tras declarar públicamente que los indultos otorgados por el expresidente Joe Biden son «nulos» debido a que fueron firmados por lo que denominó un «bolígrafo automático» (autopen). Trump fue más allá al insinuar que Biden «firmó bajo demencia senil», sugiriendo que el deterioro cognitivo del actual presidente lo convierte en incapaz de comprender o autorizar los perdones presidenciales que lleva su firma. La declaración de Trump, realizada en su red social Truth Social, ha provocado reacciones inmediatas tanto de simpatizantes como de críticos, y ha reavivado el debate sobre la salud mental y la capacidad de Biden cuando ejercía el cargo más importante de Estados Unidos.
El reportaje original fue publicado por Deutsche Welle, el reconocido medio de comunicación alemán, bajo el título: «Trump dice que indultos concedidos por Joe Biden son ‘nulos'». El periodista responsable de la cobertura fue Thomas Sparrow, corresponsal especializado en política estadounidense y temas internacionales. Sparrow citó directamente las declaraciones de Trump en Truth Social y el impacto que estas han generado en el escenario político y jurídico de Estados Unidos. Deutsche Welle subrayó que Trump calificó de «sin valor» los indultos concedidos por Biden y sugirió que el expresidente demócrata, debido a su estado de salud mental, no estaba en condiciones de evaluar ni aprobar las decisiones que llevaron a la firma de estos documentos.
Joe Biden firmó bajo demencia senil
Trump ha sugerido repetidamente en que Biden «firmó bajo demencia senil», insinuando que los indultos fueron orquestados por los asesores presidenciales y no por el propio presidente. El presidente republicano afirmó que Biden «no conocía ni entendía» las consecuencias de estos actos, lo que en su opinión anularía su legitimidad. Trump también sugirió que los beneficiarios de los indultos, incluidos funcionarios de alto nivel y figuras políticas clave, deben estar sujetos a una revisión exhaustiva y posiblemente a una investigación penal. «Si Biden no firmó ni entendió esos documentos, entonces estamos frente a un caso de abuso de poder y de conspiración por parte de sus asesores», escribió Trump en su publicación.

El contexto de los indultos otorgados por Biden agrega una capa de complejidad al conflicto. Biden antes de anunciar su primer mandato que conmutaría las sentencias de alrededor de 2.500 presos condenados por delitos no violentos relacionados con drogas, argumentando que las penas eran «desproporcionadas». También conmutó las penas de 37 de los 40 condenados a muerte a nivel federal, convirtiendo esos castigos en cadena perpetua, e indultó a figuras de alto perfil como su propio hijo Hunter Biden, que enfrentaba cargos relacionados con armas y evasión fiscal. Asimismo, concedió el indulto a Anthony Fauci, exdirector del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, cuya gestión durante la pandemia de COVID-19 fue objeto de intensos debates políticos.
Por su parte, Trump también firmó numerosos indultos durante su mandato. Al retomar el poder, inició su nueva etapa presidencial indultando a 1.500 encausados por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, lo que fue visto como un gesto de respaldo a sus seguidores más leales. Sin embargo, los indultos de Biden han sido interpretados por Trump y su equipo como una maniobra política para proteger a figuras clave de la administración demócrata y miembros influyentes del Congreso que apoyaron la investigación sobre el papel de Trump en el asalto al Capitolio.
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Afirmaciones «ridículas y peligrosas»
La sugerencia de que Biden «firmó bajo demencia senil» ha levantado preocupaciones en sectores políticos y legales. La Oficina del Expresidente respondió rápidamente a las declaraciones de Trump, calificándolas de «ridículas y peligrosas». Un portavoz de la familia Biden declaró que «el expresidente Biden está plenamente consciente de las decisiones que toma, tomó y de las políticas que implementó». No obstante, el estado de salud de Biden ha sido motivo de especulación desde antes de su elección en 2020, cuando diversos medios y expertos comenzaron a señalar signos de deterioro cognitivo en sus discursos y apariciones públicas.
Varios expertos en derecho constitucional y política estadounidense han opinado sobre la validez legal de los indultos. El profesor Laurence Tribe, de la Universidad de Harvard, afirmó que «la firma mediante un autopen no invalida de ninguna manera un indulto presidencial, siempre que el presidente haya dado la orden explícita de emitirlo». Tribe subrayó que esta práctica es común en la Casa Blanca desde la administración de George W. Bush y que «la firma automatizada está plenamente respaldada por la legislación estadounidense». Sin embargo, la cuestión de si Biden estaba plenamente consciente de la naturaleza de los indultos sigue abierto un debate.
El mago de as narrativas
Trump ha explotado esta ambigüedad para fortalecer su narrativa política. En una reciente visita a Florida, declaró: «Si el presidente no estaba en condiciones de firmar esos documentos, entonces esos indultos son inválidos. ¡Lo que tenemos aquí es una manipulación criminal del poder presidencial!». La multitud aplaudió y vitoreó mientras Trump insistía en que «Biden firmó bajo demencia senil», una afirmación que ha repetido en cada aparición pública desde entonces.

El meme compartido en las redes sociales, donde la foto de Biden es sustituida por la imagen de un autopen, ha alimentado aún más la polémica. Las cuentas oficiales de Trump y de la Casa Blanca en X (anteriormente Twitter) repostearon el meme, generando una ola de reacciones encontradas. Los críticos de Trump lo han acusado de manipular la opinión pública y de utilizar tácticas desinformativas para debilitar a su oponente político. «Trump está usando esta narrativa para sembrar dudas sobre la legitimidad del gobierno de Biden y preparar el terreno para una posible impugnación de los resultados electorales en 2028», comentó David Axelrod, exasesor de Barack Obama.
Plena conciencia y responsabilidad
A nivel político, las declaraciones de Trump han reactivado las tensiones entre demócratas y republicanos en el Congreso. La minoría de la Cámara de Representantes, condenó los comentarios de Trump y sugirió que «el expresidente está buscando socavar el orden constitucional para consolidar su influencia política». En contraste, los republicanos en el Senado, evitaron hacer comentarios directos sobre la salud mental de Biden, pero declararon que «las decisiones presidenciales deben ser tomadas con plena conciencia y responsabilidad».
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Mientras tanto, las encuestas reflejan un escenario dividido. Un sondeo de Gallup publicado esta semana reveló que el 48% de los estadounidenses cree que Biden enfrenta algún tipo de deterioro cognitivo que afectó su capacidad para gobernar, mientras que el 45% opina que las declaraciones de Trump, son una estrategia política para desacreditar a su oponente.
El resultado de esta controversia podría tener un impacto directo en las elecciones presidenciales de 2028 y en la legitimidad de las decisiones tomadas durante la administración Biden. Si bien los indultos parecen ser legalmente sólidos, la narrativa impulsada por Trump podría afectar la percepción pública sobre la capacidad de Biden para gobernar y sobre la validez de sus acciones ejecutivas. La afirmación de que Biden «firmó bajo demencia senil» ha introducido un nuevo factor de incertidumbre en el ya volátil panorama político estadounidense.