Aunque para Latinoamérica sea una incongruencia, para Donald Trump no: los demócratas aterradores socialistas. No obstante, la fobia del neoyorquino podría derivar debido al término «socialismo«, que ha sido objeto de numerosas discusiones y debates en las últimas décadas.
En regiones como Latinoamérica, Asia y África, esta palabra suele evocar imágenes de gobiernos autoritarios, falta de libertades y crisis económicas. Sin embargo, cuando en Estados Unidos se menciona que algún miembro del Partido Demócrata tiene tendencias socialistas, la interpretación es notablemente diferente. ¿Por qué existe esta discrepancia en las connotaciones asociadas a una misma palabra?
Tambien puedes leer: Inflación en los EE.UU. obliga a la FED a plantearse el alza de tasas de interés
Demócratas aterradores “socialistas”
Para empezar, es crucial entender que el socialismo ha tomado formas muy distintas según la región y la época histórica. En Latinoamérica, el término se asocia a menudo con líderes como Fidel Castro, Hugo Chávez o Nicolás Maduro, quienes, bajo la bandera del socialismo, han establecido regímenes autoritarios con graves violaciones a los derechos humanos. Según un informe de Human Rights Watch, en Venezuela, por ejemplo, se han reportado innumerables casos de tortura, detenciones arbitrarias y represión contra opositores desde que Chávez llegó al poder en 1999.
Contrastando, en Estados Unidos, el «socialismo» al que se refieren algunos miembros del Partido Demócrata suele estar más relacionado con las políticas socialdemócratas que se practican en países europeos como Dinamarca o Suecia. Estos modelos se centran en garantizar derechos sociales como la salud, la educación y un nivel de vida digno para todos, dentro de un marco de economía mixta y democracia plena. Las estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indican que estos países tienen altos niveles de bienestar, desarrollo humano y satisfacción de sus ciudadanos, a pesar de tener impuestos más altos y una intervención estatal más pronunciada en ciertos sectores económicos. Allá los políticos de esa tendencia no son demonizados como hacen en los Estados Unidos donde califican de demócratas aterradores socialistas a los dirigentes que tienen una visión similar.
Red de seguridad más robusta
La historiadora estadounidense Sarah Anderson opina al respecto: «Es esencial hacer distinciones. En Estados Unidos, cuando los demócratas hablan de ‘socialismo’, en realidad se refieren a un capitalismo con una red de seguridad más robusta, similar al de países europeos desarrollados. No están abogando por la expropiación de industrias o la supresión de libertades».
Tambien puedes leer: Un líder supersticioso o fanático no puede conducir a una nación
Por su parte, el politólogo Juan Carlos Romero de la Universidad de Buenos Aires señala: «El socialismo latinoamericano, en su mayoría, ha estado marcado por gobiernos que, en nombre de la justicia social, han llevado a cabo políticas populistas y, en muchos casos, autoritarias. Esta diferencia de interpretación se debe en gran medida a las distintas experiencias históricas y políticas de cada región».
Un estigma conveniente
Entonces, ¿por qué se utiliza la idea demócratas aterradores socialistas para describir a ciertos progresistas de EE.UU.? En un mundo globalizado, las palabras adquieren significados que trascienden las fronteras, y las percepciones pueden ser moldeadas por la retórica política. Algunos sectores, particularmente en el ala conservadora, han utilizado el término «socialista» de manera peyorativa para criticar propuestas demócratas, argumentando que podrían llevar a Estados Unidos por un camino similar al de naciones latinoamericanas en crisis. Sin embargo, este tipo de comparaciones no siempre se basan en un análisis profundo y objetivo de las propuestas en cuestión.
El Instituto Brookings, en un análisis reciente, indicó que, aunque algunas propuestas demócratas buscan aumentar el papel del gobierno en sectores como la salud, estas no equivalen a una transición al socialismo en el sentido estricto. Más bien, representan intentos de abordar desigualdades y garantizar derechos básicos, dentro del marco del sistema capitalista.
El uso del término «socialismo» varía enormemente según el contexto geográfico y cultural. Mientras que en Latinoamérica, Asia y África puede evocar imágenes de autoritarismo y crisis, en Estados Unidos se relaciona más con políticas de bienestar y justicia social. La próxima vez que escuche a alguien referirse a un demócrata como «socialista», es esencial entender la historia, el contexto y las propuestas específicas antes de saltar a conclusiones.