Gil Yepes: Según economistas y nobeles es posible reanimar al “leviatán” venezolano

La situación económica de Venezuela, con una larga trayectoria de inestabilidad y crisis, ha dado pie a reflexiones sobre cómo revitalizar un sistema que parece estar atrapado en la misma estructura histórica que lo ha llevado a un punto crítico. Para José Antonio Gil Yepes, reconocido sociólogo venezolano y expresidente de la encuestadora Datanálisis, es posible “reanimar al ‘leviatán’ venezolano” mediante una transformación fundamental del modelo político y económico. En un reciente artículo publicado en el portal de El Universal bajo el título: “¿Cómo construir a Venezuela?”, Gil Yepes analiza cómo este proceso podría significar no solo un cambio de políticas, sino un replanteamiento de las bases institucionales del país, un “borrón y cuenta nueva” que permita el florecimiento de un sistema más inclusivo y efectivo.

Gil Yepes, quien también fue profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) de 1972 a 1990, destaca que la economía venezolana, al igual que otras economías con estructuras similares, responde no solo a factores económicos, sino a profundos aspectos culturales e institucionales. Inspirándose en las teorías del Nobel en economía Douglass North, el sociólogo observa que las instituciones en los países de origen hispánico como Venezuela tienden a centralizar el poder y los beneficios en una minoría, en contraposición con las economías anglosajonas, donde el Estado ha sido creado y reformado por ciudadanos en búsqueda de libertad y equilibrio de poder. Este diagnóstico sobre la estructura del poder sugiere que, para reanimar al leviatán venezolano sería necesario un modelo que no solo descentralice el poder, sino que permita a los ciudadanos recuperar la capacidad de influir directamente en la administración y desarrollo de sus comunidades.

Reanimar al leviatán venezolano

Gil Yepes apoya sus argumentos en la obra de Douglass North, “Transaction Costs, Institutions, and Economic Performance”, que plantea cómo los países anglosajones han logrado diseñar instituciones que favorezcan la participación ciudadana y limiten los costos de transacción. En contraste, en los países de origen hispano, las estructuras de poder son menos permeables al cambio y están más orientadas a preservar los intereses de una élite. “Los poderosos que no están limitados por un sistema pluralista estructurarán las instituciones para maximizar su beneficio personal, en lugar del beneficio social”, cita Gil Yepes, haciendo eco de las observaciones de North sobre las barreras que enfrentan los países con instituciones rígidas para “reanimar al ‘leviatán‘ venezolano”. Este enfoque lleva a Gil Yepes a plantear la importancia de construir desde las bases, promoviendo un “cambio de abajo hacia arriba” que involucre a todos los sectores, y no un mero reemplazo de élites, como ha sido la tónica en los cambios de régimen. anteriores en Venezuela.

Inspirándose en las teorías del Nobel en economía Douglass North, el sociólogo observa que las instituciones en los países de origen hispánico como Venezuela tienden a centralizar el poder y los beneficios en una minoría, en contraposición con las economías anglosajonas, donde el Estado ha sido creado y reformado por ciudadanos en búsqueda de libertad y equilibrio de poder. Ilustración MidJourney

El sociólogo también se basa en las teorías de los Nobel Daron Acemoğlu y James Robinson, autores de “Por Qué Fracasan Las Naciones” y “El Pasillo Estrecho”, quienes han explorado la relación entre la distribución del poder y el desarrollo económico. Según sus investigaciones, solo aquellos países que han logrado un equilibrio entre el poder económico y el político han alcanzado estabilidad y bienestar. Para Venezuela, esto implica domar al “Leviatán”, un término que en la teoría política de Hobbes representa el Estado absoluto. En el contexto venezolano, el “leviatán” simboliza no solo el poder estatal, sino la herencia de un sistema basado en la centralización y el control por una minoría. Gil Yepes sugiere que los venezolanos deben unirse para enfrentar este reto, adoptando una estrategia de cooperación que permita ofrecer soluciones conjuntas a los problemas estructurales que afectan al país.

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Esta noción de cooperación encuentra un respaldo adicional en la obra de Yuval Noah Harari, quien en su libro Sapiens atribuye el éxito del homo sapiens frente a otros homínidos a su capacidad de organizarse en grupos grandes y complejos. Según Gil Yepes, esta idea tiene una relevancia particular en Venezuela, donde la desconfianza y la falta de cohesión social han debilitado el tejido comunitario y político. Harari señala que el ser humano es capaz de lograr grandes cosas en equipo, y Gil Yepes plantea que es precisamente esta organización la que permitirá a los venezolanos “reanimar al ‘leviatán’ venezolano” y enfrentar los desafíos actuales. En lugar de confiar en liderazgos individuales que busquen el poder por encima del bienestar colectivo, el sociólogo propone una visión en la que gremios, sindicatos, cámaras empresariales y otros sectores sociales trabajen de manera coordinada para establecer un sistema de cooperación que fortalezca las instituciones y fomente el desarrollo.

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En el ámbito económico, Gil Yepes observa una transformación emergente en el sector empresarial venezolano. En lugar de un enfoque orientado exclusivamente a maximizar ganancias a través de precios elevados, cada vez más empresarios están adoptando modelos que priorizan la accesibilidad y la calidad. Este cambio, que denomina “servir antes que ganar”, ha dado lugar a una serie de iniciativas de mercado que buscan satisfacer las necesidades de la población a precios competitivos, un enfoque que no solo es económicamente viable, sino que responde a la demanda de una sociedad con menor capacidad adquisitiva. En este sentido, las cámaras empresariales juegan un papel crucial al promover la racionalización de los mercados y el surgimiento de un modelo de economía social de mercado que favorece tanto al consumidor como al productor. La clave, según Gil Yepes, está en la creación de cadenas de valor a nivel local, involucrando a actores de distintos sectores para impulsar un desarrollo inclusivo.

Servir a la ciudadanía

La propuesta de Gil Yepes también incluye una reconfiguración de la política venezolana. En su artículo, resalta que la función de los políticos debe ser servir a la ciudadanía, en lugar de buscar únicamente el poder. Las encuestas, señala, muestran que los venezolanos esperan un cambio en el rol de los líderes, deseando que estos se enfoquen en solucionar problemas concretos y no en consolidar su posición. Esta expectativa social refleja una maduración política que podría ser clave para “reanimar al ‘leviatán’ venezolano”, ya que una ciudadanía activa y exigente es esencial para la creación de un Estado que represente genuinamente sus intereses. Este cambio cultural, enfatiza Gil Yepes, debe ser acompañado por un fortalecimiento de las instituciones que garantizan la transparencia, la rendición de cuentas y la participación de la sociedad en los procesos de toma de decisiones.

El análisis de José Antonio Gil Yepes, parece sacar de la foto en el aquí y el ahora, la “sobrestimación” que asimismo se dan Nicolás Maduro y María Corina Machado como actores válidos. En su lugar, apuesta por una transformación gradual y organizada desde la base. Ilustración MidJourney.

El concepto de “Mercadeo de Localidades” es otro de los puntos innovadores que propone Gil Yepes. Este modelo, impulsado por un grupo de promotores locales en colaboración con alcaldías, empresas, sindicatos, cámaras y medios de comunicación, se centra en el desarrollo económico de las regiones mediante la promoción de las industrias más competitivas de cada zona. Con este enfoque, Gil Yepes sostiene que cada región podría atraer inversiones y generar empleo, estimulando el crecimiento a nivel local y contribuyendo al bienestar de toda la nación. Para ello, es esencial que las iniciativas se construyan en equipo, integrando a todos los actores relevantes para garantizar su sostenibilidad y eficacia.

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El análisis de José Antonio Gil Yepes sugiere que el camino hacia la reconstrucción de Venezuela no depende de un cambio abrupto de régimen ni de una revolución de élites. Parece sacar de la foto en el aquí y el ahora, la “sobrestimación” que asimismo se dan Nicolás Maduro y  María Corina Machado como actores válidos. En su lugar, apuesta por una transformación gradual y organizada desde la base, en la que los ciudadanos, las empresas, las instituciones y los gremios trabajen en conjunto para enfrentar los retos del país. Inspirado en las teorías de economistas como Douglass North y Daron Acemoğlu, el sociólogo sostiene que “reanimar al ‘leviatán’ venezolano” es un proceso posible, aunque desafiante, que requiere de un compromiso colectivo para construir un sistema que verdaderamente represente y beneficie a toda la población.

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