Sobre las Primarias Opositoras, el presidente de la encuestadora Datincorp, Jesús Seguías, ha remarcado recientemente la urgencia de que los partidos y sectores de oposición presenten un candidato fuerte y coherente de cara a las elecciones presidenciales de 2024. Esta advertencia se apoya en datos preocupantes: más del 90% de los venezolanos en el extranjero muestran escaso interés en el proceso interno de selección de la oposición.
El pronunciamiento de Seguías no solo cae en un contexto de apatía generalizada, sino que además pone sobre la mesa una preocupación compartida por diversas organizaciones. Según un estudio del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, una de las principales causas del fracaso de la oposición en elecciones anteriores ha sido la falta de una figura unificadora que pudiera encarnar un cambio real y tangible.
Primarias opositoras
Los antecedentes en América Latina también revelan lo mismo. En los últimos años, países como Chile y Argentina han demostrado que una oposición dividida tiende a favorecer al partido en el poder. Para el politólogo Samuel Greene, «sin una estrategia clara y sin un candidato que genere consensos, la oposición está destinada a disiparse en el terreno electoral».
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Pero ¿qué buscan realmente las primarias opositoras? ¿Es un proceso que pretende sencillamente medir quién tiene más seguidores en las redes sociales o está diseñado para encontrar al candidato más idóneo para enfrentar los retos que el país demanda? Seguías lo ha dicho abiertamente: «Yo no sé dónde están parados ellos». Y no es el único que lo piensa. La Fundación Observatorio de Democracia, en un informe reciente, criticó el enfoque actual de las primarias, indicando que se ha priorizado más la visibilidad mediática que la solidez programática.
Voces del pasado
El analista político Diego Arria, por su parte, argumenta que una cosa es ganar una primaria y otra muy distinta es poder administrar un país en crisis. «Lo que se necesita es una figura que no solo una a la oposición, sino que también tenga un plan de gobierno viable para enfrentar los desafíos económicos, políticos y sociales de Venezuela», afirma Arria.
En una encuesta realizada por Datincorp, solo un 12% de los consultados pudo nombrar al menos tres propuestas concretas de los precandidatos opositores. Este dato es un reflejo de la incertidumbre y la falta de claridad que rodea las aspiraciones de la oposición. Por si fuera poco, las proyecciones económicas para 2024 del Banco Mundial sugieren un panorama complicado para Venezuela, lo que aumenta la necesidad de tener un líder fuerte y preparado en las primarias opositoras.
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Las preguntas incómodas
La oposición venezolana, por lo tanto, se enfrenta a un dilema complejo y de gran envergadura. Seguías ha tocado una fibra sensible al plantear preguntas que, aunque incómodas, son necesarias. No solo se trata de encontrar a una figura carismática que pueda ganar una elección, sino de seleccionar a alguien capaz de llevar al país por un camino de estabilidad y desarrollo.
Las primarias opositoras no son solo una contienda de popularidad, sino un evento político de trascendental importancia que podría determinar el futuro de Venezuela. Las preguntas planteadas por Jesús Seguías y otros expertos no deben caer en saco roto, sino que deben servir como un llamado a la reflexión y a la acción coordinada. A fin de cuentas, de las respuestas a estas preguntas dependerá el éxito o el fracaso de un proyecto político que aspire a más que solo ganar una elección: a gobernar un país.