Canciller Yván Gil insinúa que hay un grado de normalización diplomática entre Venezuela y EE.UU.

En el marco de la XI Conferencia Italia-América Latina y el Caribe en Roma, el canciller venezolano, Yván Gil, ofreció declaraciones que insinúan un posible acercamiento entre Venezuela y Estados Unidos, sugiriendo que las posibilidades de normalización diplomática están en el horizonte.

El deseo de Caracas de mantener un diálogo abierto con la administración estadounidense ha sido una constante, según palabras del propio Gil, quien recalcó que «siempre hemos promovido el diálogo» y que participan en cualquier conversación «siempre en función de la igualdad y el respeto».

normalización diplomática
El planteamiento estadounidense para repatriar venezolanos a Maduro es una señal. Ilustración MidJourney

Normalización diplomática

Es evidente el deseo de Venezuela de mejorar y estabilizar las relaciones con Estados Unidos, incluso considerando las evidentes diferencias históricas e ideológicas que han existido entre ambas naciones. Al ser consultado sobre la posibilidad de restablecer una representación diplomática mutua, el canciller no negó esta opción, enfatizando la importancia de retomar las sedes consulares venezolanas en suelo estadounidense que, según él, se encuentran «secuestradas», impidiendo su acceso a ellas.

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El contexto en el que se produce este posible acercamiento no es aislado. Durante los últimos dieciocho meses, las relaciones bilaterales entre Caracas y Washington han mostrado signos de mejora. Esto se evidencia en la visita que una delegación estadounidense realizó a Venezuela, donde se encontraron con el presidente Nicolás Maduro. Como resultado de ese encuentro, ambas naciones han firmado diversos acuerdos, el más reciente relacionado con la repatriación de ciudadanos venezolanos en territorio estadounidense, un detalle que habla que hay de lado y lado la voluntad de una normalización diplomática.

Gil detalló este acuerdo, explicando que permitirá «el retorno seguro de migrantes de manera voluntaria». Ambos países, ahora, están en la fase de discutir y definir los aspectos logísticos de este importante paso.

Venezuela tiene un rumbo definido

Mientras que en otras ocasiones los detalles de las conversaciones entre Venezuela y Estados Unidos han sido esquivos, en esta oportunidad, Gil afirma que el presidente Maduro ha sido transparente al respecto y que la nación sigue el rumbo que él ha delineado. Parte del paquete de políticas de Caracas está el impulso a la normalización diplomática.

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La administración Biden estima que Venezuela es una zona segura para los “refugiados”. Ilustración MidJourney

El contexto migratorio también fue abordado por el canciller venezolano, quien resaltó la contribución que Venezuela tiene para hacer en la cumbre migratoria convocada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. En este encuentro, líderes de 11 países discutirán la situación migratoria, y Venezuela tiene un rol significativo en la protección y retorno seguro de sus migrantes.

Cambio de roles

Venezuela, tradicionalmente conocida como un país receptor de migrantes, ha experimentado un cambio de roles en los últimos años debido a circunstancias económicas y políticas. La crisis que vivió el país entre 2017 y 2020 motivó a dos millones de venezolanos a buscar mejores oportunidades en el extranjero. Sin embargo, tras signos de recuperación económica, cerca de un millón ha regresado.

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Pese a todo, aún existen migrantes venezolanos arraigados en países latinoamericanos que desean migrar a Estados Unidos, debido a políticas erráticas del país norteamericano. Gil recalca la importancia de garantizar el respeto a los derechos humanos y la movilidad de estos migrantes. Venezuela, consciente de esta realidad, ha implementado el programa «Vuelta a la patria», financiando el retorno de aquellos que deseen regresar.

Con estas declaraciones, el ministro de Exteriores venezolano ha sentado una clara postura sobre el deseo del país de una normalización diplomática con Estados Unidos, de velar por los derechos de sus migrantes y de encontrar soluciones conjuntas que beneficien a ambas naciones. El mundo observa con expectativa los próximos movimientos en esta potencial reconfiguración diplomática.

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