Si alguna vez te has preguntado cómo ser un enchufado en Venezuela, tal vez algunas respuestas puedas leerlas aquí. Asimismo, te has preguntado qué significa ese sustantivo, aquí lo desglosamos. «Enchufado» es una expresión popular en Venezuela que define a aquellas personas que tienen contratos y conexiones con el gobierno chavista y que, inescrupulosamente, se benefician de él. Sin embargo, no todos pueden ser «enchufados». Para serlo, generalmente, se necesita una cosa primordial: dinero.
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El Observatorio Venezolano de la Corrupción, un organismo independiente, estima que aproximadamente el 40% de los contratos gubernamentales están vinculados a personas o empresas con conexiones directas o indirectas con altos funcionarios del gobierno. Estas cifras, aunque alarmantes, no son del todo sorprendentes, ya que Venezuela ocupa uno de los lugares más bajos en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.
Cómo ser un “enchufado”
A pesar de que la inversión inicial suele requerir capital, hay casos de «enchufados» que, sin un dólar en los bolsillos, han logrado amasar fortunas aprovechándose de grietas legales u oportunidades ante la corrupción.
Luis García, historiador y experto en la política venezolana, señala: “Para ser ‘enchufado’ no es suficiente con tener dinero. Hay que saber moverse en los círculos correctos y tener una habilidad especial para identificar oportunidades. El ‘enchufado’ es astuto, sabe cuándo y cómo acercarse a los funcionarios públicos y crea un círculo de confianza con ellos que le favorece con contratos millonarios”. Lo anterior, es un acercamiento muy preciso que desvela la ruta que indica cómo ser un enchufado.
Despliegue de una estrategia
De hecho, varios expertos concuerdan en que ser “enchufado” va más allá de tener dinero. Es toda una estrategia. Algunos de los pasos que estos individuos suelen seguir, basándonos en testimonios y estudios de casos. Dibujar el cómo ser un enchufado incluye:
- Crear conexiones: Es fundamental acercarse a aquellos que están en posiciones de poder. A menudo, esto se logra a través de eventos sociales, reuniones o simplemente moviéndose en los mismos círculos sociales que los funcionarios gubernamentales.
- Ofrecer algo a cambio: Ya sea financiamiento para campañas políticas, favores o incluso información, es importante tener algo que el funcionario necesite o desee.
- Ser discreto: Aunque parezca obvio, mantener un bajo perfil es esencial. Los “enchufados” exitosos raramente se jactan abiertamente de sus conexiones o beneficios.
- Aprovechar las grietas legales: Muchos «enchufados» aprovechan lagunas en la legislación o regulaciones ambiguas para beneficiarse sin enfrentar consecuencias legales. Esto puede incluir importaciones y exportaciones, contratos de infraestructura o simplemente obtener licencias y permisos que otros no pueden.
- Reinversión: Los beneficios obtenidos se reinvierten en otros negocios o se utilizan para fortalecer y expandir la red de contactos. Es un ciclo que se retroalimenta.
No es un personaje solo venezolano
Pedro Salazar, analista político, sostiene que este fenómeno no es exclusivo de Venezuela, pero se ha vuelto particularmente prominente en el contexto venezolano debido a la falta de transparencia y control sobre los recursos del país. “Es un síntoma de una enfermedad más profunda: la falta de institucionalidad y la omnipresencia de la corrupción en varios niveles del gobierno”, afirma.
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Un manual como este, que de ninguna manera pretende ser una guía para aquellos que buscan aprovecharse, sirve más bien como una herramienta editorial para arrojar luz sobre una realidad que muchos venezolanos ya conocen de primera mano. Al entender cómo ser un «enchufado», es posible que el país pueda, eventualmente, encontrar soluciones para combatir este tipo de corrupción endémica y construir un futuro más transparente y equitativo para todos sus ciudadanos.