En la pantalla electrónica de Ciudad del Cabo apareció el aviso: Venezuela en delay en el viaje a BRICS. La noticia resonó en los pasillos del poder mundial. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, anunció la expansión del grupo de economías emergentes BRICS con la inclusión de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Sin embargo, una nación conspicuamente ausente en la lista de nuevos ingresos fue Venezuela. Caracas, con sus ricos recursos naturales, su turbulenta historia política reciente y su fuerte aspiración a consolidarse en el escenario global, quedó en el limbo.
Si miramos el panorama económico, el Banco Mundial indica que la economía venezolana ha sufrido una de las más grandes contracciones registradas en la historia contemporánea. La hiperinflación, junto con la disminución de los precios del petróleo, principal exportación del país, ha mermado gravemente las reservas financieras. Por otra parte, organismos como la CEPAL y la OPEP destacan la reducción de la producción petrolera, antaño orgullo de la nación, a cifras que no se veían desde los años 40.
Venezuela en Delay
Pero, ¿qué implica la exclusión de Venezuela del BRICS+? Según el Dr. Eduardo Gamarra, historiador y analista político, «esto no solo es un rechazo a la economía venezolana, sino también a su dirección política». El chavismo, que ha gobernado el país desde finales del siglo XX, ha sido frecuentemente criticado por su manejo económico y su postura ante las democracias occidentales.
Por otro lado, el Dr. Roberto Martins, experto en relaciones internacionales, señala que «la inclusión de países en BRICS+ no solo responde a criterios económicos, sino también políticos. La diversidad de los nuevos miembros muestra un intento de este bloque de consolidar una influencia más amplia y variada en el mundo, y Venezuela, en su estado actual, podría no aportar esa imagen de estabilidad y proyección que se busca». Y aunque esta explicación solo tiene un valor especulativo, lo cierto es que Venezuela en delay es un estatus actual para os que conforman el bloque.
Estados Unidos es una opción
Sin embargo, esta exclusión podría tener consecuencias inesperadas. Si bien Venezuela ha intentado acercarse a Rusia y China en los últimos años, la no inclusión en el BRICS+ podría impulsar al chavismo a buscar nuevas alianzas o reforzar las ya existentes. Y aquí es donde entran en juego los Estados Unidos.
La relación entre Caracas y Washington ha sido tradicionalmente tensa durante el chavismo. Venezuea en delay también describe los movimientos diplomáticos entre Washington y Caracas. Sanciones, acusaciones y tensiones diplomáticas han marcado la relación bilateral. Pero, como apunta la analista política Maria Elena Castillo, «Venezuela podría ver esta exclusión como una oportunidad para replantear su política exterior, buscando un acercamiento con los Estados Unidos, no solo desde el punto de vista económico sino también político».
Y qué dice a gente
Adicionalmente, no se puede ignorar la importancia de la opinión pública. El sentimiento generalizado entre muchos venezolanos es que la exclusión de BRICS+ es otro reflejo del declive del país en el escenario global. Según una encuesta realizada por Datanálisis, un 68% de los venezolanos considera que el país debe buscar mejorar sus relaciones con naciones líderes, incluido Estados Unidos, para mejorar su posición internacional.
No obstante, no todo es pesimismo. Una Venezuela en delay no es un mal augurio. A pesar de la exclusión, la nación caribeña aún posee una de las reservas de petróleo más grandes del mundo y tiene un potencial económico y geográfico que, con las políticas adecuadas, podría hacerla resurgir. El Dr. Andres Mendoza, historiador especializado en América Latina, comenta: «La historia de Venezuela está llena de altibajos. La no inclusión en BRICS+ puede ser un golpe, pero también podría ser el catalizador para un replanteamiento en su política exterior y económica».
El futuro es incierto, pero lo que es claro es que la decisión del BRICS+ ha reafirmado la urgente necesidad de Caracas de reevaluar su posición y estrategias en el tablero geopolítico. Ya sea buscando un acercamiento con Estados Unidos o reformulando sus políticas internas, Venezuela tiene ante sí el desafío de demostrar que puede superar las adversidades y retomar su lugar como un actor relevante en la esfera internacional.