Alianzas de sangre: Qué oligarquías colombo-venezolanas apoyan a María Corina Machado

Con el hermano país existen “alianzas de sangre”. En las profundidades del entramado político latinoamericano, emergen historias de conexiones, intereses y lealtades que trascienden fronteras.

Una de las tramas más recientes involucra a la política venezolana María Corina Machado y a poderosas familias de la élite colombo-venezolana. ¿Quiénes son? ¿Por qué se han alineado detrás de Machado como posible opción presidenciable para Venezuela?

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Alianzas de sangre por el poder

Machado, fundadora del movimiento Vente Venezuela y conocida opositora del chavismo, ha ganado en los últimos años un amplio reconocimiento. Más allá de su presencia en Venezuela, en los espacios de opinión han comenzado a señalar una serie de conexiones entre ella y prominentes familias de la oligarquía colombo-venezolana. Sin más, los medios están detrás de las alianzas de sangre.

El informe más reciente del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) indica que el 30% del financiamiento de la campaña de Machado proviene de fuentes colombianas. Estas cifras han sido respaldadas por la ONG Transparencia Internacional, que ha señalado la falta de claridad en el origen de estos fondos.

Alianzas de Sangre
Intereses económicos en riesgo crean las grandes apuestas. Ilustración MidJourney

Un asunto de la colonia

Los historiadores, como Rodrigo Fernández, apuntan a la larga historia de interconexiones entre las élites de ambos países. “Venezuela y Colombia han compartido desde tiempos coloniales lazos económicos, culturales y familiares. Las grandes familias, especialmente aquellas involucradas en negocios como el café y el petróleo, han mantenido relaciones estrechas a lo largo de los siglos”, afirma Fernández.

Dos nombres suelen ser recurrentes en las investigaciones: Los Sarmiento y Los Caballero. Ambas familias, con raíces profundas en el mundo empresarial colombo-venezolano, han sido identificadas en diversos reportajes como posibles benefactores de Machado. Los Sarmiento, dueños de una de las más grandes entidades financieras en Colombia, y los Caballero, con inversiones en el sector petrolero venezolano, tienen intereses claros en un cambio de rumbo político en Venezuela. Allí es donde las alianzas de sangre se denotan como gatillos que detonan reacciones diversas.

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Es un tema de supervivencia

Elena Mora, analista política y profesora en la Universidad de Los Andes, argumenta que el apoyo de estas familias no solo se basa en intereses económicos. “Estamos viendo una alianza estratégica. Machado representa un giro hacia políticas más amigables con el libre mercado y menos intervencionistas. Esta visión concuerda con lo que estas familias han buscado históricamente”, explica Mora.

Los medios de comunicación, tanto tradicionales como digitales, han jugado un papel importante en visibilizar estas alianzas de sangre. Vlogs, como el popular ‘Sin Censura’, han dedicado múltiples episodios a descifrar estas conexiones. El periodista Ricardo Vargas, en su columna para el periódico colombiano ‘El Espectador’, escribió: “Es evidente que detrás de Machado hay más que simple apoyo ideológico. Hay conexiones de sangre, negocios y un objetivo común: una Venezuela distinta.”

Alianzas de Sangre
Venezuela y Colombia son dos irreconciliables buenos amigos. Ilustración MidJourney

Sin embargo, es necesario señalar que, aunque hay evidencia de estas conexiones, no todos los expertos creen que sean perjudiciales. Manuel Torres, politólogo de la Universidad Central de Venezuela, argumenta: “En toda democracia, los candidatos reciben apoyo de distintos sectores. Lo importante es que estos lazos se transparenten y no influyan en decisiones que vayan en contra del interés nacional.”

Traidora a la patria

El gobierno venezolano, por su parte, ha acusado en repetidas ocasiones a Machado de ser una “títere” de intereses extranjeros. Estas acusaciones, aunadas a los reportes de su conexión con las oligarquías colombo-venezolanas, han creado un ambiente de polarización alrededor de su figura.

Lo que es indiscutible es que, en un contexto latinoamericano donde las alianzas políticas y económicas a menudo se mueven detrás de las cortinas, el caso de María Corina Machado y su relación con las élites colombo-venezolanas en forma de alianzas de sangre, es un capítulo más en la compleja historia de la región. Lo que el futuro le depare a Venezuela y a su escenario político, todavía está por escribirse.

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