En Venezuela, la oleada electoral actual no tiene protagonistas individuales; la urgencia de cambio lidera el escenario político. La desesperación de los ciudadanos ante una situación económica y política insostenible ha generado un movimiento colectivo que busca un cambio significativo en el gobierno y sus políticas. Esta oleada no es una mera inclinación hacia un candidato específico, sino una demanda masiva por una transformación profunda en el manejo del país.
José Antonio Gil Yepes, sociólogo venezolano y presidente de la encuestadora Datanálisis entre 1989 y 2011, ha sido una voz influyente en el análisis de este fenómeno. Recientemente, alojó en el espacio de opinión del portal del diario venezolano El Universal, un material bajo el título: «Cambio de gobierno o cambio de políticas». En su sumario, Gil Yepes señala que el elegido para gobernar en una sociedad moderna no debe verse a sí mismo como un «ilustrado» llamado a imponer su ideología, sino como un facilitador de consensos. Este análisis refleja el deseo de los venezolanos por un liderazgo más inclusivo y dialogante.
Venezuela: Historia electora
La aspiración del cambio vigente en Venezuela es una “oleada electoral”. Este término se refiere a una corriente mayoritaria de opinión que atraviesa diversos segmentos sociales. En la historia electoral de Venezuela, varias campañas han sido marcadas por oleadas significativas. La primera campaña de Carlos Andrés Pérez (CAP I) se caracterizó por la oleada de «dinamismo» frente al inmovilismo del gobierno de Rafael Caldera. La campaña de Hugo Chávez en 1998 estuvo marcada por la oleada del «outsider», capturando el voto de quienes buscaban un cambio radical. Actualmente, la oleada de «cambio» es la más repetida y resonante en el proceso electoral.

El concepto de oleada electoral destaca la amplitud y profundidad de la demanda por un cambio. No se trata solo de un sector específico de la población, sino de una convergencia de diversos grupos que, históricamente, han tenido diferencias significativas. En las encuestas realizadas por Datanálisis, se observa que tanto opositores como chavistas coinciden en la necesidad de un cambio. Esta convergencia inusual subraya la magnitud de la crisis actual y la urgencia de una solución efectiva.
Rechazo al empobrecimiento
La primera respuesta de muchos venezolanos al ser preguntados sobre el cambio es el deseo de reemplazar al presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, la oleada va más allá de un simple cambio de liderazgo; implica un rechazo a las políticas que han empobrecido a la población y dividido al país políticamente. La insistencia en el cambio refleja una profunda insatisfacción con la situación actual y una búsqueda de alternativas que mejoren la calidad de vida de los venezolanos.
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El contexto político en Venezuela se ha caracterizado por una alta concentración de poder y una aplicación de políticas que, según Gil Yepes, han mantenido al pueblo en la pobreza y la exclusión. Las ideologías de izquierda y centro izquierda, utilizadas para justificar estas políticas, han resultado ineficaces para resolver los problemas estructurales del país. La oleada actual sugiere que los venezolanos desean políticas más centradas en la inclusión, el diálogo y la eficiencia administrativa.
Un facilitador de consensos
El análisis de Gil Yepes indica que, en una sociedad moderna y pluralista, el gobernante debe ser un facilitador de consensos. Este enfoque contrasta con la visión tradicional de un líder que impone su agenda. La preferencia por políticas centristas, orientadas a la mejora de la administración pública y la colaboración con el sector privado, refleja un cambio significativo en la mentalidad de los electores de Venezuela.
La madurez del pensamiento de la mayoría de los venezolanos se destaca en las Encuestas Ómnibus Nacional de Datanálisis. Estas encuestas muestran una clara preferencia por el diálogo entre gobierno y oposición, así como por políticas que mejoren la administración de empresas públicas y servicios, con la participación del sector privado. Este enfoque centrista es visto como una vía para superar la polarización y avanzar hacia una mayor prosperidad y cohesión social.
Concentración de poder político
La renuencia de los partidos y gobernantes para cambiar las políticas tradicionales ha sido un obstáculo significativo para el desarrollo del país. La concentración del poder político ha sido justificada mediante ideologías que, en última instancia, han perpetuado la pobreza y la exclusión. La oleada de cambio actual representa un rechazo a este enfoque y una demanda por políticas que promuevan la inclusión, la participación y la equidad.

El planteamiento de Benjamín Rausseo, conocido como Er’ Conde del Guácharo, en su reciente video sugiere que incluso si Maduro gana las elecciones, la continuidad de sus políticas actuales será insostenible. Esta perspectiva refleja la percepción de que cualquier líder, independientemente de su afiliación política, deberá adaptar sus políticas a las demandas de la población si quiere gobernar efectivamente. La necesidad de un cambio en las políticas es vista como una condición indispensable para la estabilidad y el progreso de Venezuela.
Ni Edmundo, ni María Corina, ni Nicolás
La oleada electoral en Venezuela es un reflejo de una profunda insatisfacción con la situación actual y una demanda colectiva por un cambio significativo. Este movimiento no tiene protagonistas individuales, sino que está liderado por la urgencia de transformar el país. La preferencia por un liderazgo inclusivo y dialogante, junto con políticas centradas en la eficiencia y la colaboración, subraya un cambio en la mentalidad de los venezolanos hacia un enfoque más pluralista y centrista.
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La construcción del «Equipo Venezuela», un concepto que destaca la colaboración y la participación de todos los sectores, se plantea como una alternativa viable para superar las divisiones y avanzar hacia un futuro más próspero y equitativo. La oleada de cambio actual es un recordatorio de que, en una sociedad moderna, el verdadero poder reside en la capacidad de construir consensos y trabajar juntos por el bien común.
La situación en Venezuela es compleja y el camino hacia el cambio no será fácil. Sin embargo, la oleada electoral actual ofrece una oportunidad para redefinir el futuro del país. La urgencia de cambio, liderada por una población que busca una vida mejor y un gobierno más inclusivo y eficiente, es una fuerza poderosa que podría transformar el panorama político y social de Venezuela en los próximos años.