En la Atenas de hace 2.500 años atrás tenían una sólida solución al dilema que TikTok plantea

En un mundo digital en constante evolución, donde la tecnología y las redes sociales tienen un impacto sin precedentes en nuestra vida diaria, emerge una encrucijada que parece desafiar nuestra comprensión de la libertad y la seguridad: el dilema que TikTok plantea. Esta disyuntiva, que ha suscitado debates en los corredores del poder y en las mesas de café por igual, no es un fenómeno nuevo. De hecho, hace 2.500 años, la antigua Atenas ya se enfrentaba a desafíos similares, aunque en un contexto diferente. En ese entonces, la ciudad-estado griega encontró una solución que podría ofrecernos valiosas lecciones en la era moderna.

David Ottlinger, un escritor independiente que a menudo explora la intersección entre la política, la cultura y la filosofía, abordó recientemente esta temática en un artículo para The Hill, titulado “Alguna sabiduría griega antigua sobre por qué Estados Unidos no debería prohibir TikTok”. Ottlinger reflexiona sobre una reciente oleada de acciones bipartidistas en el Congreso de Estados Unidos, enfocadas en obligar a TikTok, una aplicación de redes sociales de origen chino, a ser vendida a una empresa no china o enfrentarse a una prohibición en el país. Esta medida, argumenta Ottlinger, surge de preocupaciones legítimas, pero aborda el problema desde una perspectiva equivocada. En su análisis, se remonta a la antigua Atenas para encontrar una guía más práctica y filosóficamente sólida.

El dilema que TikTok plantea

El dilema que TikTok plantea se centra en el miedo a que el Estado chino pueda manipular la plataforma para influir en la narrativa pública, suprimir voces disidentes y fomentar el descontento social y político. Sin embargo, esta preocupación, aunque válida, lleva a soluciones que Ottlinger considera inapropiadas. En lugar de recurrir a prohibiciones o restricciones, sugiere mirar hacia la antigua Atenas, donde, bajo el liderazgo de Pericles, se adoptó una postura de apertura y confianza en el espíritu de los ciudadanos.

dilema que TikTok plantea
Ottlinger reflexiona sobre una reciente oleada de acciones bipartidistas en el Congreso de Estados Unidos, enfocadas en obligar a TikTok, una aplicación de redes sociales de origen chino, a ser vendida a una empresa no china o enfrentarse a una prohibición en el país. Ilustración MidJourney

La oración fúnebre de Pericles, un discurso que resalta las virtudes de la democracia ateniense, sirve como punto de partida para Ottlinger. Pericles destaca cómo Atenas se abrió al mundo, permitiendo que extranjeros observaran y aprendieran de su sociedad, a pesar de los riesgos potenciales. Esta apertura no se basaba en sistemas y políticas restrictivas, sino en un profundo respeto por el espíritu y la cultura de sus ciudadanos. A través de esta libertad y confianza en la capacidad de los atenienses para enfrentar peligros legítimos, Atenas buscó fortalecer su democracia.

Hay que fortalecer a la sociedad

En contraposición a la respuesta reactiva y temerosa del Congreso hacia el dilema que TikTok plantea, Ottlinger argumenta que deberíamos inspirarnos en el enfoque ateniense. En lugar de cerrarnos y tratar de controlar el flujo de información mediante la autoridad, deberíamos fortalecer nuestra sociedad a través de la educación cívica y el liderazgo moral y político. Esto no solo nos permitiría manejar los riesgos asociados con plataformas como TikTok, sino también promover un espíritu de apertura y libertad que es fundamental para la democracia.

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Ottlinger va más allá, sugiriendo que la verdadera fortaleza de una sociedad no radica en su capacidad para prohibir o restringir, sino en su capacidad para fomentar un espíritu crítico y educado entre sus ciudadanos. Atenas, a pesar de sus fallos y su eventual caída, proporcionó un modelo de cómo una sociedad puede enfrentar desafíos externos no con miedo y restricciones, sino con confianza en sus propios valores y principios.

Los desafíos del mundo moderno

La perspectiva de Ottlinger no solo nos invita a reconsiderar cómo abordamos el dilema que TikTok plantea, sino también a reflexionar sobre la naturaleza de nuestra sociedad y cómo elegimos enfrentar los desafíos del mundo moderno. La antigua Atenas nos recuerda que la apertura, la educación y la confianza en el espíritu humano pueden ser herramientas mucho más poderosas que las restricciones y prohibiciones impuestas por el estado. Esta lección es especialmente relevante en una era donde la tecnología y las redes sociales tienen el poder de conectar y dividir a las sociedades de maneras nunca antes vistas.

En la práctica, adoptar un enfoque ateniense hacia el dilema de TikTok implicaría promover una ciudadanía informada y crítica capaz de discernir entre información confiable y manipulación. Esto requiere un compromiso renovado con la educación cívica, no solo en las escuelas, sino a través de todos los medios disponibles, incluidas las propias plataformas digitales. Además, significa fomentar un entorno en el que el debate y el discurso abierto sean valorados y protegidos, incluso cuando involucren opiniones contrarias o desafiantes.

dilema que TikTok plantea
Esta medida, argumenta Ottlinger, surge de preocupaciones legítimas, pero aborda el problema desde una perspectiva equivocada. En su análisis, se remonta a la antigua Atenas para encontrar una guía más práctica y filosóficamente sólida. Ilustración MidJourney.

La solución es más democracia

Ottlinger destaca que, al final, la solución no reside en el simple acto de mantener a Estados Unidos abierto y mantener TikTok disponible. Si la presencia de TikTok o cualquier otra plataforma puede amenazar nuestra república, el problema subyacente es mucho más profundo. Se trata de una cuestión de resiliencia democrática, de la capacidad de la sociedad para sostener sus principios fundamentales frente a desafíos externos e internos. La solución, entonces, no es menos democracia, sino más: una democracia más vibrante, participativa y educada.

Esta visión se hace eco de las palabras de figuras históricas como Jefferson y Madison, quienes, influenciados por los pensadores de la antigüedad, abogaron por una república basada en el consentimiento informado y activo de sus ciudadanos. En su esencia, argumenta Ottlinger, esto es lo que diferencia a una sociedad abierta y libre de una autoritaria y cerrada. Es la creencia en el individuo y en la comunidad, no en el poder del estado, lo que fortalece a una nación que se ve abrumada por el dilema que TikTok plantea.

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¿Miedo, confianza o libertad?

El debate sobre TikTok, en este contexto, se convierte en un microcosmos de una lucha más amplia por el alma de nuestra sociedad. ¿Optaremos por el camino del miedo y la restricción, o elegiremos el camino de la confianza y la libertad? La antigua Atenas ofrece una respuesta, pero depende de nosotros, como sociedad contemporánea, decidir si estamos dispuestos a aprender de su ejemplo.

El dilema que TikTok plantea nos invita a reflexionar sobre los principios fundamentales que deseamos que guíen nuestra sociedad. La solución ateniense, basada en la apertura, la educación y la confianza en el espíritu ciudadano, ofrece un camino a seguir. Al final, enfrentar los desafíos del siglo XXI con la sabiduría de la antigua Atenas podría ser la clave para preservar y fortalecer nuestra democracia en la era digital. La historia nos ha mostrado que las sociedades más resilientes no son aquellas que se cierran al mundo, sino las que, confiando en sus propios valores y principios, se abren a él con valentía y visión de futuro.

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