En una entrevista reciente con la agencia de noticias china Xinhua, Luis Ricardo Delgado, profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de Carabobo en Venezuela, abordó la compleja situación que enfrenta la industria petrolera venezolana a raíz de las recientes sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos. Estas medidas, según Delgado, aunque significativas, no lograrán detener completamente la actividad petrolera y gasífera del país sudamericano.
Este reportaje ha sido por la Sala de Redacción, que tomó como insumos los datos divukgados por la Agencia de Noticias China, Xinhua. El consejo editorial de este portal obtuvo asesoría de un experto en temas geopolíticos con especialización en América Latina. El título original de la pieza que se discute aquí es “Reimposición de sanciones a Venezuela no detendrá a la industria petrolera, afirma experto”, publicado en el portal de Xinhua.
Sanciones no detendrán a Venezuela
Delgado destacó en la entrevista que las sanciones, si bien han sido diseñadas para presionar al gobierno venezolano en varios frentes, especialmente en el económico, presentan tanto desafíos como oportunidades para el sector energético del país. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha sido la entidad encargada de no renovar la Licencia General 44, que había aliviado las sanciones en el sector del petróleo y el gas durante los últimos seis meses. Además, con la emisión de la Licencia 44A, se obliga a las empresas extranjeras que deseen negociar con Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) a solicitar autorización ante las autoridades estadounidenses.
Según el profesor Delgado, estas medidas, aunque perjudiciales, no paralizarán la industria. La reintroducción de las sanciones «golpea y entorpece varios aspectos de la producción y la comercialización, pero no paralizarán la actividad», explicó. Este regreso a las políticas más restrictivas da cuenta de un escenario en el que, pese a los embates externos, la industria petrolera venezolana ha demostrado ser resiliente y capaz de adaptarse a las circunstancias adversas.
Imposición de condiciones electorales
Delgado también criticó la postura de la Casa Blanca de intentar imponer condiciones electorales a Venezuela a cambio de mantener la flexibilización de las sanciones. Consideró que la decisión de las autoridades venezolanas de no aceptar estas condiciones es correcta y soberana, destacando la autonomía del país en su gestión interna.
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Además, el profesor resaltó que, durante los últimos tres años, Estados Unidos ha permitido anualmente que la petrolera estadounidense Chevron mantenga sus actividades en Venezuela, lo que contrasta con las restricciones impuestas a empresas de otros países. Esta situación evidencia una política de sanciones que, aunque oficialmente severa, en la práctica permite ciertas operaciones que benefician directamente a intereses estadounidenses.
PDVSA incrementaría su producción
El especialista en geopolítica subrayó la importancia de Venezuela en el tablero energético global, principalmente por su ubicación geográfica y sus vastas reservas de petróleo. Estos factores hacen del país un mercado estratégico, especialmente en un contexto de alta demanda de energía como el que enfrenta Estados Unidos actualmente. Delgado concluyó que, pese a los desafíos, es probable que PDVSA pueda incrementar su producción y comercialización, lo cual podría mejorar el ingreso nacional, aunque no al nivel que se alcanzaría sin las sanciones.
En resumen, aunque la reimposición de las sanciones por parte de Estados Unidos representa un duro golpe para Venezuela, no es suficiente para derribar una industria que ha aprendido a operar bajo tales condiciones y que sigue siendo crucial tanto para el país como para ciertos sectores de la economía global.
La resiliencia y adaptabilidad mencionadas por Delgado se reflejan en cómo la industria petrolera venezolana ha evolucionado desde la imposición inicial de sanciones. A pesar de los desafíos económicos y logísticos, PDVSA ha desarrollado mecanismos alternativos de comercialización que le permiten seguir operando. Estos mecanismos incluyen la diversificación de mercados y la búsqueda de socios comerciales que estén dispuestos a sortear las restricciones impuestas por Estados Unidos.
Tensiones en varias partes del mundo
Delgado también destacó el papel que juega la geopolítica en las decisiones de política exterior de Estados Unidos. Según él, las tensiones geopolíticas y los conflictos en desarrollo en otras partes del mundo hacen que Estados Unidos deba medir sus acciones en América Latina con cierta cautela. Aunque las sanciones son una herramienta poderosa, no pueden ser aplicadas sin considerar el impacto que podrían tener en el equilibrio global de poder y energía.
Este enfoque cauteloso es parte de una política exterior que algunos críticos, incluido Delgado, describen como imperialista e injerencista. Sin embargo, estas críticas no han impedido que Washington mantenga su línea dura de sanciones contra el gobierno venezolano, argumentando que es necesario para fomentar cambios democráticos y respeto a los derechos humanos en el país.
El caso de Chevron
La situación de Chevron, como mencionó Delgado, es un ejemplo particular de cómo las políticas de sanciones pueden tener matices que benefician a intereses estadounidenses específicos. A pesar de las sanciones generales, Chevron ha recibido permisos anuales para continuar sus operaciones en Venezuela, lo que indica una flexibilidad en la aplicación de las sanciones cuando conviene a ciertos intereses económicos o estratégicos de Estados Unidos.
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Delgado concluye que, aunque las sanciones son un obstáculo significativo, la industria petrolera en Venezuela no solo ha encontrado formas de adaptarse, sino que también ha demostrado la capacidad de recuperarse y potencialmente expandirse en el futuro. La PDVSA de 2024, como la describe, es una entidad mucho más robusta que la de años anteriores, capaz de enfrentar desafíos tanto internos como externos con una mayor eficacia.
En última instancia, el impacto de las sanciones en Venezuela es un tema complejo que involucra consideraciones económicas, políticas y sociales. Mientras que por un lado las sanciones buscan presionar al gobierno para que cambie sus prácticas y políticas, por otro, han incentivado un espíritu de resistencia y adaptación que define a la industria petrolera venezolana de hoy. Así, mientras continúan las discusiones y debates sobre la efectividad y la moralidad de estas sanciones, la vida en Venezuela y su industria petrolera avanzan, adaptándose a cada nueva circunstancia impuesta desde el exterior.
