La vida política de Ecuador alcanzó un punto culminante durante la campaña con el asesinato del candidato anticorrupción Fernando Villavicencio en Quito antes de la primera vuelta de agosto. Un país marcado por el crimen y los problemas económicos estaba ansioso por un cambio. Daniel Noboa y Luisa González, conscientes del riesgo, hicieron campaña y acudieron a votar el pasado domingo con chaleco antibalas. El empresario Daniel Noboa, a sus 35 años, se convertirá en el presidente más joven de la historia de Ecuador, confirmando el anhelo de cambio que buscaba el electorado.
La violencia, atribuida por el gobierno saliente del presidente Lasso a las bandas de narcotraficantes, es el problema más acuciante para el país. Los ciudadanos, cansados de la inseguridad y el crimen desenfrenado, depositaron sus esperanzas en Daniel Noboa, quien ganó las elecciones de este domingo con el 52,1% de los votos, superando el 47,9% obtenido por Luisa González, quien reconoció su derrota una vez que la tendencia era irreversible.
Daniel Noboa y la seguridad
En materia de seguridad, Noboa había hecho hincapié en la necesidad de tomar medidas audaces. Propuso que los convictos más peligrosos sean retenidos en barcos prisión, una idea que generó debates intensos. Además, se comprometió a utilizar la tecnología de manera innovadora para combatir el crimen, incluyendo drones y radares para atacar a la delincuencia organizada en la frontera, un foco importante del tráfico de drogas en el país.
Otra propuesta llamativa de Daniel Noboa fue la penalización del consumo de drogas a pequeña escala, una medida que generó divisiones en la sociedad ecuatoriana. También planteó la creación de un sistema de jurados para delitos graves, lo que representa un cambio significativo en el sistema de justicia penal.
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Con el tiempo en contra
Estas propuestas son ambiciosas, pero el tiempo apremia para el presidente electo, ya que solo tendrá poco más de un año para ejecutarlas antes de que se celebren las elecciones nuevamente en 2025. Además, deberá lidiar con una Asamblea Nacional fragmentada, donde su partido, Acción Democrática Nacional, cuenta con solo 12 de los 136 asambleístas. En contraste, el partido de izquierda de Luisa González y el expresidente Rafael Correa, Revolución Ciudadana, tiene 50 escaños, el mayor número en la asamblea, aunque no suficiente para tener capacidad de veto.
Por lo tanto, para Daniel Noboa, será esencial construir alianzas y buscar consensos en el fragmentado panorama político ecuatoriano si quiere cumplir sus promesas y aspirar a la reelección en 2025, un deseo que ya ha manifestado.
El hijo del bananero
El camino hacia la presidencia de Daniel Noboa ha sido notable. Hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, quien se postuló sin éxito para la presidencia en cinco ocasiones, Daniel ha logrado lo que su padre no pudo conseguir en su primer intento. Sin embargo, su presidencia será breve debido a las circunstancias políticas peculiares que rodearon la convocatoria a elecciones anticipadas por parte del presidente saliente, Guillermo Lasso.
Lasso, en un intento de evitar un juicio político por cargos de haber ignorado advertencias de malversación de fondos en un contrato de una empresa estatal, convocó a elecciones anticipadas. Estos cargos fueron negados por el presidente saliente, pero la decisión de adelantar los comicios cambió el rumbo de la política ecuatoriana. Como resultado, Daniel Noboa gobernará solo hasta mayo de 2025, año en el que se celebrarán nuevas elecciones presidenciales.
Desafíos legales en la proa
El futuro de Ecuador está en manos de Daniel Noboa, quien asumirá el cargo con una serie de desafíos sin precedentes. La seguridad y la lucha contra el crimen organizado serán temas centrales en su agenda. La propuesta de retener a los convictos más peligrosos en barcos prisión plantea desafíos logísticos y legales considerables, además de generar un debate en la sociedad sobre los derechos humanos de los reclusos.
La penalización del consumo de drogas a pequeña escala también será un tema controvertido, ya que algunos argumentan que esta medida podría sobrecargar aún más un sistema judicial ya colapsado y no abordar las causas subyacentes del consumo de drogas.
Modernización de la justicia
La creación de un sistema de jurados para delitos graves representa un cambio significativo en el sistema de justicia penal ecuatoriano, que tradicionalmente ha sido de corte inquisitivo. Esta medida requerirá una revisión y modificación de las leyes existentes, así como una inversión en capacitación y recursos para implementar eficazmente este sistema.
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Además de los desafíos en materia de seguridad y justicia, Daniel Noboa deberá abordar la crisis económica que enfrenta Ecuador. La pandemia de COVID-19 ha golpeado fuertemente a la economía del país, y la recuperación económica será una tarea ardua. Noboa tendrá que buscar estrategias para estimular el crecimiento económico, atraer inversiones y crear empleo en un país con altos niveles de desempleo y subempleo.
Con solo 12 apostoles
La construcción de alianzas políticas será esencial para el éxito de Noboa. Con solo 12 asambleístas de su partido en la Asamblea Nacional, deberá negociar y colaborar con otras fuerzas políticas para avanzar en su agenda legislativa y gubernamental. La relación con el partido de izquierda Revolución Ciudadana, que cuenta con el mayor número de escaños, será especialmente crucial para lograr acuerdos y evitar bloqueos legislativos.
Daniel Noboa, un joven empresario con una visión audaz para Ecuador, asume la presidencia en un momento de desafíos monumentales. La seguridad, la economía y la política interna requerirán un liderazgo fuerte y estratégico. El país espera cambios y mejoras significativas, y será responsabilidad de Noboa cumplir con las expectativas de un electorado que anhela un Ecuador más seguro y próspero. A medida que inicie su mandato, el país observará de cerca sus acciones y decisiones, evaluando si puede hacer realidad su visión de un Ecuador mejor.