Sudáfrica se encuentra en medio de una transformación política sin precedentes. Con elecciones generales nacionales históricas programadas para 2024, se anticipa un cambio significativo en el equilibrio de poder en el país. El Congreso Nacional Africano (ANC), que ha gobernado Sudáfrica desde el fin del apartheid en 1994, está viendo su apoyo disminuir. Según recientes tendencias electorales y encuestas de opinión, se espera que el ANC caiga por debajo del 50% del voto nacional por primera vez en décadas, lo que podría llevar a la formación de un gobierno de coalición nacional. En este contexto, los Luchadores por la Libertad Económica (EFF) han emergido como un actor político destacado y se han convertido en el tercer partido político más grande de Sudáfrica.
El ascenso del EFF ha sido notorio en los últimos años. Desde su fundación como partido político en 2013, ha experimentado un crecimiento constante en su base de seguidores y en su representación en el parlamento. En 2014, el partido obtuvo 1.2 millones de votos y 25 escaños en el parlamento. En las elecciones nacionales de 2019, su respaldo aumentó a casi 1.9 millones de votos y 44 escaños. Este crecimiento se ha reflejado en su influencia en las legislaturas provinciales y los consejos municipales.
Sudáfrica y el partido emergente
Los expertos en ciencias políticas Ongama Mtimka, profesor de la Universidad Nelson Mandela, y Gary Francis Prevost, profesor emérito de Ciencias Políticas en el College of Saint Benedict y Saint John’s University, han realizado un análisis crítico de la EFF desde una perspectiva de la teoría de la comunicación política. Su investigación arroja luz sobre las estrategias y tácticas que han permitido a la EFF consolidar su posición en la política sudafricana.
Una de las estrategias más efectivas de la EFF ha sido apropiarse del legado del ANC durante la lucha contra el apartheid. El EFF se presenta como el verdadero custodio de los valores que el ANC abanderó en ese período, tal como se refleja en la Carta de la Libertad, que sirve como su modelo para una Sudáfrica libre. Según Mtimka y Prevost, esta estrategia ha permitido a los votantes negros sudafricanos cambiar su apoyo del ANC al EFF sin cambiar su orientación política.
Tierra y empleo
El mensaje central del EFF gira en torno a la tierra y el empleo, dos cuestiones cruciales en la sociedad sudafricana. El país tiene una historia de desposesión de tierras a los negros y un desempleo persistente, especialmente entre los jóvenes. El EFF ha capitalizado estas preocupaciones, acusando al ANC de haber abandonado su agenda histórica. La promesa de una redistribución de tierras en Sudáfrica y la creación de empleos ha resonado con muchos sudafricanos, en especial con los votantes jóvenes que ven en el EFF un agente de cambio.
El liderazgo carismático de Julius Malema ha sido un factor clave en el éxito del EFF. Malema, expulsado del ANC en 2012, ha logrado movilizar a una base de seguidores leales. Su carisma y retórica incendiaria le han ganado tanto admiradores como críticos, pero indudablemente ha sido un factor importante en la construcción de la identidad del EFF como un partido que desafía el statu quo.
Avances porcentuales
El apoyo electoral al EFF en Sudáfrica ha crecido de manera constante desde su primera elección en 2014. En ese año, obtuvo poco más del 6% de los votos, y en 2019 alcanzó aproximadamente el 11%. Además, el partido ha obtenido un número creciente de escaños en las legislaturas provinciales y los consejos municipales, consolidando su presencia a nivel local.
La fuerza del EFF varía según las provincias sudafricanas. En el Noroeste, obtuvo el 17.9% de los votos en las elecciones generales nacionales de 2019, lo que lo convierte en una fuerza importante en esa región. Le siguen las provincias de Gauteng (13.53%) y Limpopo (13.14%), donde también ha logrado un respaldo significativo. El partido es la oposición oficial en el Noroeste, Limpopo y Mpumalanga, donde obtuvo el 11.51% de los votos.
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Los desafíos persisten
A pesar de su crecimiento, el EFF aún enfrenta desafíos en algunas provincias, como el Cabo Occidental (4.1%) y el Cabo Oriental (7.72%). Sin embargo, su porcentaje de votos en KwaZulu-Natal aumentó del 1.97% en 2014 al 9.96% en 2019, señalando un potencial de crecimiento en esta región.
En las elecciones locales de 2021, el EFF mantuvo su respaldo a nivel nacional, obteniendo el 10.31% de los votos, en su mayoría replicando los resultados de las elecciones nacionales de 2019. Esto demuestra una consistencia en su base de seguidores y su capacidad para mantener su presencia en el escenario político sudafricano.
Los Luchadores por la Libertad Económica (EFF) se han consolidado como el tercer partido político más grande de Sudáfrica, desafiando el dominio histórico del ANC y atrayendo a un creciente número de votantes, en especial a los jóvenes. Su estrategia de apropiarse del legado del ANC durante la lucha contra el apartheid y centrar sus mensajes en cuestiones cruciales como la tierra y el empleo ha sido efectiva. Con las elecciones generales nacionales de 2024 en el horizonte, el EFF se perfila como un actor político clave en la futura configuración del gobierno sudafricano.