Situado en el corazón de América del Sur, Paraguay, conocido por muchos por sus tradicionales delicias como la sopa paraguaya y el tereré, no solo se ha ganado un espacio culinario en la región. En los últimos años, también ha atraído a inversionistas y turistas por ser uno de los destinos más económicos de Latinoamérica. Pero, ¿qué es lo que realmente ha llevado al país guaraní a ser tan competitivo en términos de costos? Varios factores convergen en esta realidad.
El primer punto a destacar es el tipo de cambio favorable. La moneda local, el guaraní, ha mantenido en la última década una tasa de cambio bastante estable en comparación con otras monedas de la región. Según el Banco Central del Paraguay, esta estabilidad ha sido una constante incluso en momentos de turbulencias financieras globales. El efecto inmediato para aquellos que provienen de economías con monedas más fuertes es la capacidad de hacer rendir más su dinero.
Paraguay y su vecindad
El coste de vida en Paraguay es considerablemente bajo en relación con otros países vecinos. Un informe de 2020 del Banco Mundial reveló que el coste promedio de los alimentos, alquileres y servicios públicos en Asunción es un 30% menor que en la mayoría de las naciones de América del Sur. Esto sin duda ha capturado la atención de expatriados que buscan lugares más económicos para vivir.
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Por otro lado, el gobierno paraguayo ha impulsado políticas de incentivo a la inversión extranjera, ofreciendo tasas impositivas reducidas y un ambiente regulatorio amigable. Es por eso que muchas empresas internacionales han decidido establecer operaciones en sus tierras. Según un informe del Ministerio de Industria y Comercio de Paraguay, en los últimos cinco años, la inversión extranjera directa ha crecido en un promedio anual del 8%.
Serios a la hora de producir
Históricamente, Paraguay ha sido un país agrícola, con una economía fuertemente centrada en la producción y exportación de commodities. La soja, el maíz y la carne son algunos de sus principales productos de exportación. Sin embargo, el Dr. Rodrigo Gómez, historiador y académico de la Universidad Nacional de Asunción, menciona que «el país ha experimentado en las últimas décadas un diversificación de su economía, buscando generar un ambiente más propicio para los negocios y la inversión».
Las políticas gubernamentales, aunadas a una mano de obra calificada y relativamente económica, han hecho que muchas industrias encuentren en “patria vieja” un lugar ideal para operar. Las zonas francas y los parques industriales, con ventajas fiscales y logísticas, han sido un foco de atracción para empresas manufactureras y de servicios.
Un asunto del devenir
Además, la historia también ha desempeñado un papel. Según el político y analista Gustavo Fernández, «la tradición de autoabastecimiento, fruto de las largas guerras y periodos de aislamiento que vivió el país, ha generado una cultura de austeridad y eficiencia en la gestión de recursos, que se refleja en su economía actual».
Sin embargo, no todo es color de rosa. Algunos críticos señalan que la economía «ligera» de Paraguay es el resultado de años de políticas públicas insuficientes en educación, salud y bienestar social. Esta percepción ha llevado a algunos a cuestionar si el bajo costo de vida es realmente una ventaja o simplemente el reflejo de una inversión pública insuficiente.
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Un crisol de oportunidades
A pesar de estos debates, es innegable que Paraguay ha sabido aprovechar su situación geográfica, sus recursos naturales y sus políticas públicas para crear un ambiente económico competitivo. Para muchos, la vida en tierra guaraní ofrece un equilibrio entre la calidad y el costo, y es una muestra de que, con las políticas adecuadas, incluso las naciones más pequeñas pueden competir en el escenario global.
Paraguay ha emergido como uno de los destinos más atractivos y económicos de América Latina gracias a una combinación de factores históricos, políticos y económicos. Mientras que los retos persisten, el país guaraní sigue siendo un claro ejemplo de cómo una economía puede adaptarse y prosperar en un mundo en constante cambio.