En el corazón del Pantanal brasilero, un desastre ecológico se despliega con una crudeza implacable. Hace varias semanas, cientos de incendios forestales iniciaron su voraz camino a través del mayor humedal del mundo, y aún hoy, fuera de control, continúan causando estragos inimaginables. La vasta fauna de este santuario natural, hogar de los majestuosos jaguares, se encuentra en un peligro sin precedentes.
Gigantescas nubes de humo son un testigo mudo del daño irreparable que se está infligiendo. Datos alarmantes del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) revelan que los satélites han detectado 2.256 focos de incendio en los primeros 12 días de noviembre, un número once veces mayor que en todo el mes de noviembre del año anterior y un récord desde que comenzó el monitoreo en 1998.
Arde el Pantanal brasilero
El paisaje del Pantanal brasilero, que debería estar inundado por estas fechas, se ha reducido a un trágico estanque en el borde de la Transpantaneira, una carretera de tierra que atraviesa este ecosistema. En esta escena desoladora, algunos caimanes luchan por sobrevivir en aguas escasas, mientras otros yacen inertes, sus cuerpos siendo presa de moscas en descomposición.
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La veterinaria Aracelli Hammann, parte del Grupo de rescate de animales en lugares de desastres (Grad), destaca en una zona boscosa calcinada la figura inerte de un puercoespín, víctima probable de la inhalación de humo. Esta imagen es un cruel recordatorio del daño colateral a la fauna. Hammann se encuentra en el Parque del Encuentro de las Aguas en Mato Grosso, una de las áreas más afectadas y hogar de la mayor concentración de jaguares del mundo.
Un tercio del paraje se consumió
La ONG Instituto Centro de Vida (ICV) informa que el 32% de la superficie de este parque ya ha sido devorada por las llamas. El Parque Nacional del Pantanal Matogrossense, otro importante frente de incendios, ha visto quemarse casi una cuarta parte de su territorio. Gustavo Figueiroa, biólogo y dirigente de la ONG SOS Pantanal, advierte que la situación está «totalmente fuera de control» y predice un empeoramiento inminente debido a la ola de calor y los vientos fuertes.
Los especialistas coinciden en que estos incendios en el Pantanal brasilero son principalmente provocados por la acción humana, especialmente el uso de quemas controladas para la agricultura, agravadas este año por una sequía excepcional. El biólogo Figueiroa subraya el impacto devastador en la cadena alimenticia: la muerte de pequeños animales, insectos y anfibios, con un efecto dominó que llega hasta el jaguar, el depredador supremo del Pantanal.
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Ecosistema de importancia global
El Pantanal brasilero, que se extiende por más de 170.000 km² en Brasil, Bolivia y Paraguay, es un ecosistema de importancia global. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) resalta su biodiversidad, albergando 656 especies de aves, 159 de mamíferos, 325 de peces, 98 de reptiles, 53 de anfibios y más de 3.500 especies de plantas. La magnitud del desastre actual plantea una pregunta inquietante: ¿podrá el Pantanal, acostumbrado a regenerarse naturalmente de los incendios, sobrevivir a esta frecuencia y severidad sin precedentes?
Mientras el mundo observa, los espectros de muerte en el Pantanal brasilero son un recordatorio sombrío de la fragilidad de nuestro ecosistema y de las consecuencias devastadoras de la intervención humana descontrolada. El tiempo para actuar es ahora, para salvar no solo al Pantanal, sino también para preservar el delicado equilibrio de la vida en nuestro planeta.