Finalizó en Canadá la cumbre del Grupo de los Siete (G7), marcada por expectativas elevadas para Ucrania y por la creciente presión internacional sobre los conflictos simultáneos que sacuden al planeta. Pese a los esfuerzos diplomáticos del presidente Volodymyr Zelensky, los líderes del G7 centraron gran parte de su atención en la escalada en Medio Oriente, especialmente en Gaza, relegando las demandas ucranianas por más asistencia financiera y militar. El balance final, según medios como The New York Times, fue de claros límites en el compromiso con Kyiv, pese a las promesas simbólicas.
Zelensky llega con expectativas, pero choca con una agenda saturada
Volodymyr Zelensky arribó a Canadá con el objetivo de consolidar nuevas ayudas ante el estancamiento del conflicto con Rusia y la fatiga internacional sobre la guerra en Europa oriental. En su intervención del segundo día de la cumbre, Zelensky subrayó:
“Ucrania no necesita solo apoyo moral, necesitamos herramientas reales para protegernos y reconstruirnos. Esta guerra no se puede congelar.”
Sin embargo, según The New York Times, la discusión sobre Ucrania ocupó apenas dos de las 16 horas plenarias, siendo superada en tiempo y atención por las urgencias en Gaza y el Mar Rojo. A pesar de una declaración conjunta de “respaldo continuo”, no se anunciaron nuevos paquetes concretos de ayuda ni garantías de defensa aérea adicionales.
Medio Oriente desplaza el foco: Israel, Irán y la guerra en Gaza
La creciente violencia en Gaza, los ataques cruzados entre Israel y Hezbollah y las advertencias de Irán, acapararon la atención del G7. La primera ministra italiana Giorgia Meloni y el presidente francés Emmanuel Macron centraron sus intervenciones en buscar consenso sobre un cese al fuego en Medio Oriente y frenar una expansión regional del conflicto.

Según Le Monde, el presidente estadounidense Donald Trump dejó claro en privado que evitar un estallido regional era “la prioridad absoluta”, lo que dejó a Ucrania en una posición secundaria durante las negociaciones multilaterales.
Reacciones internacionales: ¿aislamiento progresivo para Ucrania?
Analistas del European Council on Foreign Relations (ECFR) alertan que la falta de resultados concretos para Ucrania en esta cumbre puede interpretarse como una señal de desgaste político. La especialista en geopolítica Nathalie Tocci comentó a The Guardian:
“El problema para Zelensky no es solo la falta de armas, es la percepción de que el conflicto ucraniano ya no moviliza con la misma intensidad a Occidente.”
En tanto, Reuters informó que funcionarios alemanes han comenzado a plantear internamente una hoja de ruta para negociar treguas parciales con Moscú, lo que genera ansiedad en Kíev y entre los países bálticos.
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Balance final: apoyo simbólico, pero sin nuevos compromisos
El documento final de la cumbre reiteró el “respaldo inquebrantable a la soberanía ucraniana” y el compromiso de mantener las sanciones a Rusia, pero no incluyó anuncios tangibles como nuevos sistemas de defensa Patriot ni la entrega de activos rusos congelados.
Zelensky, visiblemente contenido, declaró al cierre:
“Agradezco el apoyo declarado, pero Ucrania necesita más que palabras. Seguimos esperando decisiones concretas.”
Según The New York Times, el mandatario ucraniano abandonó Canadá con un sentimiento mixto: el respaldo diplomático se mantiene, pero la intensidad del apoyo se ha diluido.