En un intento por descifrar las ambiciones estratégicas de Irán, Patrick Drennan, periodista de Nueva Zelanda con formación en historia y economía estadounidense, aporta una mirada detallada y matizada. En su artículo de opinión, que intenta responder a qué es lo que desea Irán, Drennan no solo expone la diversidad y belleza inherentes a Teherán, sino que también revela las complejidades de su sociedad y política. Al destacar la hospitalidad de los iraníes, la riqueza en petróleo y minerales del país y su infraestructura avanzada, Drennan pinta un cuadro de un país con muchas caras.
Sin demoras Drennan precisa que el gobierno iraní aspira a ser el líder del mundo árabe y promover su versión del Islam chiíta duodecimal. Esta ambición se enmarca en un contexto complejo y multifacético, como destaca el periodista neozelandés. En su artículo de opinión, subraya la dualidad de Irán: un país de hospitalidad y belleza, pero también de control y represión. Con una alta tasa de alfabetización y una infraestructura sofisticada, Irán se presenta como un actor clave en la región.
Patrick Drennan y otros más
Sin embargo, más allá de la visión de Patrick Drennan, otros analistas, expertos e investigadores aportan perspectivas adicionales sobre lo que Irán busca estratégicamente en el escenario mundial. Entre estas aspiraciones se encuentra la de establecer una esfera de ascendencia regional, utilizando su poderío militar y económico para influir en países vecinos y más allá. Irán también aspira a ser una potencia nuclear, no necesariamente para desarrollar armas nucleares, sino como un medio de disuasión y para afianzar su posición en la política global.
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En el ámbito económico, Irán busca el levantamiento de las sanciones internacionales que han asfixiado su economía durante décadas. Este objetivo se enlaza con su deseo de reintegrarse en el sistema financiero global y acceder a mercados internacionales, especialmente para su industria petrolera.
Los desafíos de Teherán
El asesinato de Mahsa Amini en 2022, bajo custodia policial por una infracción de vestimenta, desató protestas y disturbios, poniendo de manifiesto las tensiones internas. De acuerdo a Patrick Drennan estas circunstancias y otras de mismo tenor, no brindan confianza a la comunidad internacional e impide que sus aspiraciones sean coherentes dentro de concierto de las naciones e incluso bajo la óptica de la multipolaridad. Mientras tanto, el gobierno iraní se encuentra en una posición geopolítica delicada: en la periferia de un mundo árabe mayoritariamente suní, rodeado por países con capacidad nuclear y bases militares estadounidenses.
Es llover sobre mojado decir que las relaciones de Irán con Estados Unidos son especialmente tensas, marcadas por un historial de intervenciones y sanciones. Irónicamente, estas tensiones han llevado a Irán a desarrollar una industria de drones y misiles sofisticada. Aunque su ejército es considerablemente más pequeño que el estadounidense, Irán ha invertido en equipos militares, aunque gran parte de estos son anticuados.
Otros derroteros de Irán
En cuanto a la política interna, Irán busca mantener su régimen teocrático y asegurar la continuidad de su estructura de poder, dominada por el ayatolá Ali Jamenei y la Guardia Revolucionaria. A pesar de las protestas internas y el creciente descontento popular, especialmente entre los jóvenes, el régimen ha mostrado una resistencia considerable al cambio.
En el frente internacional, Irán utiliza grupos proxy como Hamás, Hezbolá y los hutíes para proyectar su influencia en la región. Estos grupos, aunque financiados y apoyados por Irán, tienen sus propias agendas, lo que a veces complica la relación. Además, la rivalidad con Arabia Saudita y la competencia por la hegemonía regional es un factor clave en su estrategia exterior.
Patrick Drennan también destaca que, a nivel geopolítico, Irán busca equilibrar las relaciones con potencias como Rusia y China, mientras desafía la influencia de Estados Unidos en la región. Esta política de equilibrio se ve reflejada en su participación en diferentes alianzas y organizaciones internacionales, buscando socios que puedan ayudar a mitigar la presión occidental.
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Análisis finales
El análisis de Patrick Drennan sugiere que las aspiraciones de Irán en el escenario mundial están marcadas por una compleja intersección de ambiciones religiosas, políticas y socioeconómicas, enfrentadas tanto a nivel interno como externo. Su capacidad para alcanzar estas metas dependerá no solo de sus movimientos estratégicos, sino también de cómo responde a las demandas cambiantes de su propia gente y a la dinámica geopolítica global.
En el ámbito de los derechos humanos y las libertades civiles, el gobierno iraní enfrenta el desafío de reconciliar sus políticas represivas con un creciente clamor interno por más libertades y derechos. La respuesta del gobierno a estas demandas podría determinar en gran medida su estabilidad futura.
Las aspiraciones de Irán son un mosaico de objetivos políticos, económicos, militares y culturales. Aunque el gobierno busca consolidar su influencia en el mundo árabe y más allá, debe navegar un entorno interno y externo lleno de desafíos y cambios dinámicos. Cómo Irán logrará equilibrar estas aspiraciones con las realidades en constante evolución es una cuestión que sigue abierta a la especulación y el análisis.