En pleno 2023, el mundo se encuentra inmerso en una nueva carrera armamentista. La reciente guerra entre Rusia y Ucrania no ha hecho más que alimentar el apetito de los ‘perros de guerra’: corporaciones armamentísticas, contratistas (anteriormente conocidos con más crudeza como ‘mercaderes de la muerte’), mercenarios y Estados Nación, todos deseosos de capitalizar en el clima beligerante.
El Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) reporta que los gastos militares globales se han disparado en un 7% con respecto al año anterior. Las naciones liderando este aumento son Estados Unidos, China, Rusia y Arabia Saudita. «El temor y la competencia geopolítica están alimentando esta carrera», explica Dr. Markus Eriksson, analista de SIPRI.
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Carrera armamentista al galope
Las empresas contratistas, a menudo encargadas de desarrollar y fabricar tecnologías militares, están entre las principales beneficiadas. Lockheed Martin, Boeing Defense, Raytheon Technologies y Northrop Grumman, con sede en Estados Unidos, junto con BAE Systems del Reino Unido, han visto aumentar sus ingresos y cotizaciones en la bolsa en más de un 10%.
«Estamos hablando de un negocio multimillonario», señala Eriksson. «Mientras las tensiones aumenten, más Estados buscarán modernizar y expandir sus arsenales, y estas compañías están listas para proporcionar». Esa atmósfera es a que define la carrera armamentista.
Sin embargo, más allá de las corporaciones, el resurgimiento de los mercenarios o ‘contratistas de seguridad’ también es preocupante. A menudo operando en las sombras y ofreciendo sus servicios al mejor postor, estas organizaciones paramilitares se lucran de la inestabilidad. Grupos como Wagner (vinculado a Rusia) y la Academi (anteriormente conocida como Blackwater, de Estados Unidos) están involucrados en numerosos puntos calientes alrededor del mundo.
La muerta ronda el planeta
Ucrania puede estar en el centro de atención mediático, pero no es el único mercado para armas. Conflictos en regiones como el Sahel africano, Yemen, Siria, y otros lugares menos reportados, son igualmente lucrativos. «Para muchos fabricantes de armas, un conflicto en una región ‘olvidada’ es igual de rentable que uno altamente mediático», comenta Olivia Reinhart, experta en geopolítica en la Universidad de Chicago.
Los riesgos asociados a esta carrera armamentista son múltiples. Aparte del obvio peligro de escalada militar y conflictos más destructivos, la proliferación de armas también puede caer en manos de actores no estatales, como grupos terroristas.
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LA IA entra es escena
Una preocupación emergente es el avance tecnológico: la Inteligencia Artificial, drones autónomos y ciberarmas son ahora parte del arsenal moderno. «Estamos viendo una era donde las armas no sólo son más mortales, sino también más autónomas», advierte Reinhart.
Ante este panorama, la comunidad internacional se encuentra en una encrucijada. La carrera armamentista sigue su curso. Mientras que los esfuerzos diplomáticos continúan, la realidad es que muchos actores ya están obteniendo grandes beneficios de esta nueva carrera armamentista. En un mundo donde la paz parece cada vez más esquiva, la pregunta real es: ¿puede la humanidad permitirse el costo?
Timeline de las armas
Todo tiene una historia y la carrera armamentista la suya. Desde antes de la invención de la pólvora y con muchas posibilidades de génesis en el neolítico, el tráfico de armas y su consumo ha tenido un papel relevante entre las sociedades.
A continuación, ofrecemos un timeline sobre esta situación, basada en información relevante. Los palos y las piedras han sido dejado de lados:
Siglo XV:
- 1450s – Invención de la artillería: Con la aparición de los cañones y la pólvora, se comienza a revolucionar el arte de la guerra.
Siglo XIX:
- 1815 – Fin de las Guerras Napoleónicas: Gran avance en tácticas y tecnología militar.
- 1860s – Guerra Civil Americana: Introducción de armas más avanzadas y mortales como el rifle de repetición y el hierro blindado.
Siglo XX:
- 1914-1918 – Primera Guerra Mundial: Uso masivo de ametralladoras, artillería pesada, aviones, tanques y armas químicas.
- 1939-1945 – Segunda Guerra Mundial: Nacimiento de la era del armamentismo moderno con innovaciones como los radares, cohetes V2, y al final, la bomba atómica.
- 1945 – Lanzamiento de bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki: Inicio de la era nuclear.
- 1947-1991 – Guerra Fría: Carrera armamentista nuclear entre EE.UU. y la URSS, con el acumulo de enormes arsenales nucleares.
- 1950s – Guerra de Corea: Conflictos proxy entre potencias nucleares.
- 1960s – Guerra de Vietnam y crisis de los misiles en Cuba: Se consolidan las tensiones entre EE.UU. y la URSS.
- 1970s-1980s – Desarrollo de Misiles Intercontinentales (ICBM): Más países entran en la «club nuclear».
- 1987 – Tratado INF: Acuerdo entre EE.UU. y la URSS para eliminar misiles de rango medio y corto.
- 1991 – Disolución de la URSS: Reducción significativa de armas nucleares.
Siglo XXI:
- 2000s – Avance tecnológico: Desarrollo de drones armados, ciberarmas y sistemas de defensa antimisiles.
- 2003 – Invasión de Irak: Basada en gran medida en la suposición (más tarde desacreditada) de armas de destrucción masiva.
- 2010s – Modernización nuclear: Las principales potencias nucleares, especialmente EE.UU. y Rusia, comienzan programas de modernización de sus arsenales.
- 2020s – Tensiones geopolíticas y nuevas tecnologías: Con conflictos como el de Ucrania, así como avances en inteligencia artificial y armas autónomas, el armamentismo sigue evolucionando.