La relación entre las dos superpotencias del mundo, China y Estados Unidos, se encuentra «al borde de las líneas rojas», así lo aseguró Ray Dalio, fundador del influyente fondo de cobertura Bridgewater Associates. En una reveladora intervención en el reciente Foro Económico de Greenwich, Dalio, quien ha sido una figura clave en la inversión en el mercado chino, ofreció su perspectiva sobre el frágil equilibrio geopolítico y sus implicaciones económicas para ambas naciones.
Para contextualizar, China y Estados Unidos, según datos del Banco Mundial, representan aproximadamente el 40% del PIB mundial. La Comisión Económica y de Seguridad EE.UU.-China informó que, en la última década, el comercio bilateral ha crecido en más de un 140%. Por lo tanto, cualquier tenso altercado entre estos dos gigantes puede tener efectos catastróficos en la economía global.
Los ojos de Bridgewater Associates
Dalio citó como ejemplos principales de estas tensiones la situación de Taiwán, la contienda en la producción y distribución de chips tecnológicos y los juegos de poder en el ajedrez geopolítico mundial. Sin embargo, pese a los oscuros nubarrones, Dalio descartó la posibilidad de un conflicto armado: «Ninguno de los países quiere ir a la guerra. Todo el mundo tiene miedo de lo que esa guerra sería, tanto físicamente como en términos económicos y políticos».
Tambièn puedes leer: Jack Ryan observa a Venezuela como la amenaza más importante en la escena mundial
No obstante, de acuerdo al fundador de Bridgewater Associates, las áreas de desacuerdo entre ambas naciones no son un secreto. Según el Departamento de Estado de EE.UU., China ha sido acusada reiteradamente de espionaje y violaciones de derechos humanos. Además, las políticas industriales chinas y las prohibiciones estadounidenses sobre la exportación de tecnologías avanzadas han avivado aún más las llamas de la discordia.
Reflota el asunto ideológico
El Dr. Alan Ferguson, historiador especializado en relaciones internacionales, mencionó: «La competencia entre China y EE.UU. no es solo económica o tecnológica, es ideológica. Mientras China busca consolidar su modelo de desarrollo y proyectarlo al mundo, Estados Unidos lucha por mantener su liderazgo global y la hegemonía del liberalismo occidental».
Paralelamente, en el frente económico, Dalio, un notable inversor y conocedor de los mercados con pericia al mando de Bridgewater Associates, advirtió sobre el futuro de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, que podrían llegar hasta un 5%. Según datos del Banco Central, esto se debería a una inflación que podría superar el objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal, oscilando más cerca del 3.5%.
Preocupaciones habituales
David Leung, experto en políticas económicas de la Universidad de Harvard, declaró: «La inflación ha sido una de las mayores preocupaciones de los inversores en el último año. El hecho de que Dalio estime que las tasas deberían estar 1.5 puntos porcentuales por encima de la inflación para equilibrar oferta y demanda, es una señal de alarma para muchos en el mundo financiero».
Además, no se puede ignorar que los bonos de referencia a 10 años han alcanzado el 4,766%, su nivel más alto desde 2007, según el Departamento del Tesoro de EE.UU.
En un contexto en el que las tensiones entre China y Estados Unidos están más palpables que nunca, las palabras de Dalio, un lobo de manada que alumbró Bridgewater Associates, resuenan como una advertencia y un llamado a la cautela. Si bien una guerra puede parecer improbable, las consecuencias de un desacuerdo prolongado entre estas dos potencias pueden ser igualmente devastadoras.
Tambièn puedes leer: Julio Fuenmayor publicita a General Electric Company en su gestión de semaforización
Los gigantes deben hablar
La opinión sobre el tema del padre de Bridgewater Associates es importante. También lo es que la comunidad internacional, los organismos multilaterales y las naciones aliadas deben jugar un papel fundamental en mediar y facilitar el diálogo entre Beijing y Washington. La historia ha demostrado que las tensiones no resueltas pueden escalar rápidamente y tener efectos duraderos en la estabilidad mundial.
Como concluyó la senadora estadounidense, Linda J. Hallford: «China y Estados Unidos tienen la responsabilidad no solo ante sus ciudadanos, sino ante el mundo, de encontrar un camino de cooperación y entendimiento mutuo».