En el viejo continente desde hace décadas se viene percibiendo el avance de la extrema derecha. Europa, cuna de la civilización occidental, enfrenta nuevamente los espectros del pasado que muchos creían enterrados.
El avance de partidos políticos de extrema derecha en el viejo continente ha encendido alarmas, especialmente entre la comunidad judía que ha sido históricamente una de las principales víctimas de estos movimientos radicales. El partido AfD, Alternativa para Alemania, es un claro ejemplo de ello. Con un discurso cargado de retórica nacionalista y populista, en sus filas no es difícil encontrar códigos y mensajes que rozan el antisemitismo.
Avance de la extrema derecha
El avance de la extrema derecha es una inquietud que no es infundada ni aislada. La Conferencia de Rabinos Europeos, que pronto inaugurará su nueva sede en Múnich tras 67 años de haber sido fundada en Londres, ve con suma preocupación el auge de estas fuerzas. Su presidente, el Gran Rabino Pinchas Goldschmidt, no duda en calificar este ascenso como una «vergüenza» para Europa. «No siempre se niega directamente el Holocausto, pero siempre vemos que se le resta gravedad. Son partidos abiertamente racistas», afirma el religioso, subrayando el peligro que esto representa para las comunidades judías y para la sociedad en general.
Estudios realizados por diferentes organismos especializados, como el Instituto de Investigación sobre el Antisemitismo de Berlín, han señalado un incremento en los discursos antisemitas en el espacio público, particularmente en redes sociales. Estos discursos no solo provienen de individuos aislados, sino que son eco y amplificación de las retóricas que partidos como AfD, entre otros, han normalizado.
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El temor se toca con o dedos
No obstante, más allá de los datos y las estadísticas, el temor es palpable entre los judíos europeos. Historiadores y expertos en política destacan que, si bien es cierto que Europa ha avanzado significativamente en términos de derechos humanos y libertades, el resurgimiento de estas ideologías extremistas puede tener consecuencias devastadoras.
A doctora Elena Rosenberg, historiadora especializada en el Holocausto y profesora en la Universidad de Viena, señala: «El peligro radica en olvidar. Olvidar el pasado y pensar que los horrores de la Segunda Guerra Mundial son solo historia. Cuando escuchamos a líderes políticos restar importancia o tergiversar eventos como el Holocausto, estamos en peligro de repetir los mismos errores». Es así que no hay que dejar de observar el avance de la extrema derecha, no solo en Europa, sino en otras partes del mundo donde existan comunidades judías populosas.
Posición de los Estados
Por su parte, desde el ámbito gubernamental, líderes europeos han manifestado su preocupación y han llamado a la reflexión. Emmanuel Macron, presidente de Francia, en un reciente discurso ante el Parlamento Europeo, expresó: «Debemos ser vigilantes. Los fantasmas del pasado acechan y amenazan nuestra unidad. Es nuestra responsabilidad colectiva asegurarnos de que las tragedias de antaño no se repitan».
Origen de la II Guerra Mundial
El mensaje del Gran Rabino Pinchas Goldschmidt es contundente y es una advertencia no solo para Europa, sino para el mundo entero: «Europa ya vivió algo así una vez. El resultado fue la Segunda Guerra Mundial, con millones de personas muertas y asesinadas, con países destruidos. ¿Es eso lo que quieren esas fuerzas? Su populismo, a fin de cuentas, nunca representa la solución de ninguno de los problemas, sino que solo los empeora».
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Mientras el avance de la extrema derecha continúa extendiéndose por Europa, la comunidad judía, junto con muchas otras comunidades y sectores comprometidos con la paz y la justicia, buscan maneras de contrarrestar este fenómeno. La historia, con su capacidad de enseñar y advertir, sigue siendo una herramienta vital en este esfuerzo. La pregunta que queda es si Europa, y el mundo, escucharán sus lecciones.