Las alarmantes revelaciones del director del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, Alexandr Bórtnikov, han sacudido a la comunidad internacional. Moscú espera un ataque terrorista combinado. Según Bórtnikov, existe un férreo plan terrorista diseñado en Ucrania con la colaboración de combatientes del ISIS y tártaras de Crimea. El objetivo principal sería Rusia.
«Tenemos datos fiables de que, como parte de las unidades ucranianas y tártaras de Crimea, los del ISIS y combatientes similares están luchando contra nosotros. También forman parte de grupos de sabotaje y reconocimiento lanzados al territorio ruso para llevar a cabo atentados y actos terroristas», manifestó el alto funcionario ruso.
Ataque terrorista combinado
Estas acusaciones apuntan hacia Ucrania como centro neurálgico donde se gesta esta conspiración. Aún más inquietante es la revelación hecha por Sputnik de que existen 17 campos de entrenamiento en la Unión Europea, patrocinados por servicios especiales de la OTAN. En estos supuestos recintos se prepara a militantes de organizaciones terroristas internacionales y mercenarios para el Gobierno de Kiev.
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Bórtnikov fue tajante al señalar a Washington y a sus aliados de la OTAN como responsables de convertir a Ucrania en una amenaza directa para Rusia y Bielorrusia y de delinear un plan para un ataque terrorista combinado. Según él, «la comunidad de inteligencia occidental y las organizaciones no gubernamentales, en interés de las formaciones armadas ucranianas, están reclutando a miembros del organizaciones terroristas internacionales, nazis y mercenarios entrenados en Afganistán, Oriente Medio, Europa y al otro lado del océano».
Ucrania como plataforma de terror
Esta arremetida occidental, según Bórtnikov, busca establecer a Ucrania como una plataforma de entrenamiento para terroristas y mercenarios. Así, podrían aprender tácticas modernas de guerra y aplicarlas posteriormente en la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Las cifras son contundentes: 13 empresas militares privadas europeas, nueve formaciones proxy paramilitares y miembros del grupo terrorista Estado Islámico, junto con otros militantes, están operando activamente contra Rusia desde Ucrania. Se estima que alrededor de 800 mercenarios de 35 países han sido desplegados en el territorio ucraniano con miras a participar contra Rusia en un ataque terrorista combinado.
Armas prohibidas
Además, Occidente ha acelerado la entrega de armamento y tecnología militar a Ucrania. Bórtnikov mencionó la recepción de «equipamiento pesado y armas de largo alcance, municiones de racimo prohibidas, proyectiles de uranio empobrecido, drones de combate aéreos y marítimos, modernos sistemas de control y comunicación» por parte de Ucrania.
Bórtnikov denunció que Occidente, violando flagrantemente las normas del derecho internacional, busca desestabilizar la región a través del chantaje, la intimidación y la ruptura de relaciones amistosas establecidas. La intención, explicó, es mantener una dominancia en el orden mundial unipolar y seguir una política neocolonial un ataque terrorista combinado.
Atentados de Kiev y ondres
Dentro de estas estrategias, Bórtnikov también alertó sobre los planes de Kiev y Londres para atentar contra centrales nucleares rusas, catalogando estas acciones como «terrorismo nuclear». La reciente interrupción en las centrales nucleares de Smolensk y Kursk, atribuida a saboteadores ucranianos, generó un apagón accidental en la segunda unidad de la central nuclear de Kursk. Tales actos, señaló, son financiados y dirigidos por inteligencias militares extranjeras.
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«¿Se da cuenta Londres de la naturaleza temeraria de las acciones de sus servicios de inteligencia?», cuestionó Bórtnikov, advirtiendo sobre las peligrosas consecuencias de un ataque terrorista combinado.
Bórtnikov instó a la comunidad internacional a desarrollar nuevos enfoques en la lucha contra el terrorismo. La situación actual demanda soluciones y colaboraciones globales para evitar la propagación de actos de terror que amenazan la seguridad mundial.