El mundo político estadounidense se halla en un turbulento dilema: ¿debe el presidente Joe Biden reemplazar a su vicepresidenta, Kamala Harris, ¿con un nuevo compañero de fórmula para 2024? A pesar de los respaldos públicos de Biden hacia Harris, influyentes columnistas nacionales plantean esta pregunta, señalando la caída de popularidad de la vicepresidenta y las encuestas que indican preocupaciones sobre la salud cognitiva de Biden.
Politico recientemente destacó un torrente de opiniones de expertos y columnistas que urgen a Biden a considerar una elección diferente para su compañero de fórmula. Un ejemplo es David Ignatius del Washington Post, quien sugirió que Biden podría considerar a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, o a la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, como potenciales candidatas. Ignatius se basa en datos de FiveThirtyEight, que muestran una tasa de aprobación para Harris de apenas el 39,5%.
Kamala Harris: ¿Será o no será?
La preocupación principal es la posibilidad de que Harris asuma el mando presidencial si la salud de Biden se deteriora. Eric Levitz, de New York Magazine Intelligencer, destaca opciones adicionales para reemplazar a Harris, como la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el senador Raphael Warnock. Levitz reconoce el riesgo de reemplazar a la primera vicepresidenta negra, pero argumenta que los demócratas tienen que sopesar ese riesgo frente a la posibilidad de perder en 2024.
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Josh Barro, en su boletín «Very Serious», también cuestiona el papel de Kamala Harris como representante clave de los votantes negros, señalando que no tiene una base política central entre estos votantes. Barro sugiere a Whitmer como una mejor elección, afirmando que sería más atractiva, creíble y reconfortante para los votantes.
Un asunto dilemático
No obstante, el dilema no es simple. Kamala Harris, como primera mujer y persona de ascendencia negra y del sur de Asia en su puesto, representa un hito significativo en la política estadounidense. Reemplazarla podría ser visto como un retroceso y generar una respuesta adversa, especialmente entre los votantes negros que jugaron un papel vital en la victoria de Biden en 2020.
Organismos especializados en la política estadounidense resaltan la complejidad de la situación. Dr. Lorraine Spencer, historiadora en la Universidad de California, comenta: “La elección de Harris fue histórica. Sin embargo, la política es un juego de estrategia. Si los demócratas sienten que Harris es una responsabilidad, podrían considerar un cambio, pero eso no estará exento de consecuencias”.
Cautela en el discurso
Funcionarios gubernamentales han sido en su mayoría cautelosos al abordar el tema. Sin embargo, fuentes anónimas indican que hay preocupación interna sobre la reelección en 2024 y cómo el papel de Harris podría influir en los resultados.
El futuro político de Kamala Harris y su posición en la boleta de 2024 es incierto. Sin embargo, es evidente que el debate y las especulaciones continuarán. Con el mandato actual de Biden y Harris llegando a su etapa media y las presiones del próximo ciclo electoral acercándose, el tiempo dirá si Harris continúa siendo la elección de Biden o si, bajo la presión de las encuestas y opiniones influyentes, se busca una nueva estrategia para 2024.
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La polarización en la suma
El escenario político en los Estados Unidos, tradicionalmente polarizado, está experimentando tensiones adicionales en la discusión sobre la vicepresidenta Harris. Los estrategas demócratas enfrentan un dilema: ¿mantener a Kamala Harris como compañera de fórmula y enfocarse en ampliar y fortalecer su base de apoyo, o cambiar de rumbo en busca de un mayor atractivo general en la boleta? Las especulaciones sobre posibles sustitutos para Harris resaltan la complejidad de esta decisión, ya que cada opción presenta sus propios desafíos y ventajas.
Mientras tanto, la propia vicepresidenta Harris no ha estado inactiva. Fuentes cercanas sugieren que está trabajando intensamente para fortalecer su perfil y abordar las áreas críticas que los analistas han señalado. La posibilidad de un cambio en la boleta de 2024 puede ser un estímulo para que Harris redoble sus esfuerzos, demostrando a los críticos y al público en general que no solo es una elección simbólica, sino una líder capaz y efectiva en uno de los roles más críticos de la nación.