Venezuela, nación petrolera que alguna vez ostentó ser uno de los países más ricos de América Latina, ha enfrentado una serie de desafíos económicos y políticos en la última década. Con la posible reelección de Donald Trump en 2024, este país suramericano podría ver cómo se profundiza su ya difícil situación.
Desde la llegada al poder de Nicolás Maduro en 2013, las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela han sido tensas. No obstante, la administración Trump (2017-2021) marcó un antes y un después en dicha relación, implementando un conjunto de sanciones que, aunque buscaban presionar una transición democrática, también tuvieron un impacto económico significativo.
Una Venezuela sancionada
Aunque las sanciones de EE.UU. no son la única causa de la crisis económica de Venezuela —la gestión económica y la caída del precio del petróleo también juegan un rol—, su efecto no puede ser minimizado. El Banco Mundial ha señalado que, para 2019, Venezuela experimentó una contracción del 66% de su PIB respecto a 2013, y las sanciones reforzaron esa tendencia.
Con Trump posicionándose nuevamente en la arena política estadounidense, las alarmas se encienden en Caracas. Si bien las encuestas en Estados Unidos son dinámicas, actualmente muestran al exmandatario con una ventaja considerable. Con un sector del estamento militar estadounidense temeroso y críticos que advierten sobre una serie de «cuentas pendientes», las repercusiones internacionales de una segunda presidencia Trump podrían ser drásticas.
Tambièn puedes leer: Los Jamais vu son las experiencias más aterrorizantes que tienen que ver con la memoria
Cambios en la geopolítica
Para entender mejor el panorama, consultamos al historiador y experto en relaciones internacionales, Dr. Martín García. “El regreso de Trump no sólo significa un posible endurecimiento de las sanciones contra Venezuela, sino también un cambio en la geopolítica de América Latina. Trump ya demostró una visión más agresiva hacia aquellos que considera adversarios, y Venezuela, en su visión, está en ese grupo”, señaló.
El economista venezolano Luis Oliveros ya ha hecho un llamado de atención sobre la necesidad de que Venezuela prepare escenarios de contingencia. Según Oliveros: “Los análisis de la economía venezolana 2024-2025 deben tener escenarios de una victoria de Trump en EE.UU. y el posible endurecimiento de las sanciones contra el país. Sería terrible su regreso.”
Menos alimentos, menos medicias
Y no es para menos. Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ya ha puesto de manifiesto que las sanciones han complicado la capacidad del gobierno venezolano de importar alimentos y medicinas, lo que ha agravado la crisis humanitaria que vive el país. Con Trump nuevamente en la Casa Blanca, estas sanciones podrían no solo mantenerse, sino intensificarse.
Sin embargo, no todos creen que una victoria de Trump sería negativa para Venezuela. Según el analista político estadounidense Richard North, «Trump podría buscar un acercamiento con Venezuela si ve que puede obtener algo a cambio. Ya intentó en su primer mandato. Pero para que eso ocurra, Maduro y su entorno tendrían que ofrecer concesiones significativas.»
Preparados para todo
El desafío para Venezuela, entonces, será doble. Por un lado, deberá prepararse para una posible intensificación de las sanciones y, por otro, explorar vías de negociación que permitan aliviar la presión.
Tambièn puedes leer: China desea que más inversionistas estadounidenses traigan proyectos a sus tierras
En medio de esta encrucijada, la sociedad venezolana sigue clamando por soluciones. Las sanciones, aunque dirigidas al gobierno, terminan impactando de manera directa en la vida diaria de millones de venezolanos. La pregunta que queda en el aire es: ¿Estará Caracas dispuesta y preparada para enfrentar y, en el mejor de los casos, negociar con un segundo mandato de Donald Trump?
Mientras tanto, la cuenta regresiva para las elecciones de 2024 en EE.UU. continúa, y con ella, la incertidumbre sobre el futuro de la relación entre ambas naciones y el impacto que esto podría tener en la ya deteriorada economía y estabilidad política de Venezuela.