Los lazos entre Caracas y Beijín se han venido intensificando en los últimos años. Muchos aseguran que los vínculos son tan estrechos que es una realidad con bases que Venezuela es ahora una provincia China. No obstante, es una hipérbole.
Lo real es que existe un intercambio comercial robusto, préstamos financieros para proyectos de desarrollo y la creación de Zonas Especiales en Venezuela que se asemejan a los modelos chinos de desarrollo. Aunque Venezuela no ha logrado ser incorporada en el grupo BRICS —una organización de naciones emergentes liderada por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Argentina, Egipto, Irán, Etiopía, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos— la hermandad y reciprocidad entre ambas naciones son notables.
¿Venezuela es ahora una Provincia China?
Desde 2001, cuando China y Venezuela establecieron su asociación estratégica, el intercambio comercial entre los dos países ha crecido de manera exponencial. Según datos del Ministerio de Comercio de China, el volumen comercial bilateral alcanzó más de $7.42 mil millones de dólares en 2019. Venezuela es uno de los principales proveedores de petróleo a China, mientras que China ha sido una fuente vital de productos manufacturados y tecnología para Venezuela.
En el ámbito financiero, China ha otorgado préstamos a Venezuela que superan los $60 mil millones de dólares desde 2007, según datos del Banco de Desarrollo de China. Estos fondos han sido destinados principalmente a proyectos de infraestructura, energía y agricultura. Esa nobleza del erario chino, aunque con intereses a pagar, es la que engendra la idea de que Venezuela es ahora una Provincia China.
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Imitando sus modelos
Los proyectos de Zonas Especiales en Venezuela, inspirados en las exitosas Zonas Económicas Especiales chinas, como Shenzhen, reflejan un trasvase estructural en la forma de hacer política y económia. Desde luego es una exageración pensar que debido a eso Venezuela es ahora una Provincia China, Estas zonas buscan atraer inversión extranjera y estimular la economía local mediante incentivos fiscales y un entorno empresarial más favorable.
La intensificación de esta relación ha levantado algunas cejas. «No es un secreto que China tiene una estrategia global de inversión y asociación. Pero es importante entender que esto no hace de Venezuela una ‘provincia china’, sino más bien un socio estratégico», apunta Martín Álvarez, experto en geopolítica de la Universidad de Harvard.
Unos socio muy criticados
No obstante, esta estrecha relación no está exenta de críticas. Organismos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han señalado que el apoyo de China a Venezuela ha contribuido al sostenimiento de un régimen acusado de violaciones a los derechos humanos. Por su parte, expertos en política internacional, como Sarah Zheng del Instituto de Relaciones Internacionales de Pekín, advierten que la relación asimétrica podría llevar a una dependencia económica de Venezuela hacia China, limitando su autonomía en decisiones políticas y económicas.
«Es una relación de codependencia donde China necesita materias primas y Venezuela necesita financiamiento y tecnología, pero no podemos obviar las implicaciones geopolíticas y los posibles riesgos para la soberanía de Venezuela», comenta Jorge Arreaza, historiador y experto en relaciones sino-latinoamericanas.
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Es una alianza legítima
El Gobierno venezolano, por su parte, defiende su alianza con China como una relación entre iguales que beneficia a ambos países. «Venezuela sigue siendo una nación soberana que ha encontrado en China un aliado para el desarrollo mutuo», sostiene el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, quien destaca también la cooperación en áreas como salud y educación.
Aunque la relación entre Venezuela y China sea cercana y en muchos aspectos beneficiosa para ambas partes, decir que Venezuela es ahora una Provincia China, sería tanto simplista como inexacto. La relación es compleja y multifacética, implicando tanto oportunidades como desafíos. Lo que es indudable es que, en el ajedrez de la geopolítica global, la creciente alianza entre Venezuela y China es una jugada que todos los observadores tienen en su radar.