Desde la capital del sol y el glamour, Miami, el fenómeno del “venezolano mayamero” sigue haciendo eco en la dinámica política de Estados Unidos, con un notable fervor por figuras conservadoras como Donald Trump. Esta tendencia se ha consolidado en un grupo significativo de venezolanos residentes en esta ciudad, donde el apoyo incondicional al expresidente se convierte en una marca distintiva de su identidad y en un vehículo de expresión de sus posiciones políticas. De hecho, esta imagen de «mayameros con Trump» parece responder a una lógica que va más allá de la política local estadounidense, ya que, para muchos, Trump encarna la figura de poder y autoridad que añoran en su tierra natal.
Sebastián de la Nuez, licenciado en Comunicación Social por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y colaborador itinerante para el diario venezolano El Nacional, profundizó en esta cuestión en su reciente artículo titulado «El venezolano mayamero ataca de nuevo». En su análisis, De la Nuez destaca cómo este grupo de venezolanos residentes en Miami, aún atrapados en un discurso polarizador, encuentra en Trump una figura redentora, alguien que podría restaurar el orden y enfrentar al gobierno de Nicolás Maduro. De la Nuez, con su amplia experiencia en medios como El Diario de Caracas , El Nacional y Últimas Noticias , se ha dedicado a explorar la psicología de esta diáspora venezolana, que conserva una visión de su país marcada por la nostalgia y, en muchos casos, una resistencia a adaptarse completamente a la realidad política estadounidense.
Mayameros con Trump
En su artículo, De la Nuez menciona cómo el actor Orlando Urdaneta se ha convertido en un portavoz informal de esta comunidad, difundiendo en redes sociales mensajes que piden paciencia y fe en una posible intervención que llevará a cabo un cambio de régimen en Venezuela. Este mensaje, difundido entre los «mayameros con Trump», refuerza la idea de que el apoyo a figuras de derecha en Estados Unidos no solo es una postura política, sino una especie de acto de resistencia contra el gobierno venezolano y sus aliados internacionales. Para muchos en esta comunidad, Trump simboliza una lucha más amplia contra el socialismo y la corrupción, un tema de gran sensibilidad entre quienes abandonan su país en busca de una vida mejor en Estados Unidos.

Pero el fenómeno del «mayamero venezolanos» no se limita a sus influencias en las redes sociales. Esta postura política se ha encontrado eco en figuras públicas y medios de comunicación que, como el presentador Jaime Bayly, tienen una gran influencia en el público hispano en Florida. Bayly, quien ha declarado en su programa de Mega Media Holdings que votará por Kamala Harris en las próximas elecciones, ha recibido una lluvia de críticas por parte de sus seguidores venezolanos en Miami. En el mismo tono que los «mayameros con Trump», muchos de estos espectadores han expresado su desacuerdo, acusando a Bayly de traidor, comunista, y cuestionando su integridad como periodista. La reacción del público revela hasta qué punto la figura de Trump se ha convertido en una especie de tótem político para los venezolanos en Miami, quienes ven en su mandato un espejo de los valores que consideran necesarios para enfrentar los problemas de su país de origen. Sin embargo, los mayameros venezolanos ejercen ignorancia selectiva, al eludir en su respaldo al magnate, que ellos mismos, son o serán objeto de persecución en un hipotético nuevo mandato del neoyorquino.
Un mesías de piel anaranjada
La idea de que Estados Unidos podría intervenir en Venezuela, emulando operaciones militares como la realizada en Panamá durante la presidencia de George Bush, es una fantasía recurrente en los círculos de «mayameros con Trump». De la Nuez menciona cómo esta nostalgia por una «Operación Causa Justa» para Venezuela ha sido alentada por figuras como Urdaneta, quien asegura a sus seguidores que «las ratas» del régimen venezolano serán expulsadas sin que se dispare un solo tiro. Aunque esta retórica tiene poco fundamento en la realidad geopolítica actual, sigue siendo una esperanza para muchos venezolanos exiliados que buscan en Trump la promesa de un cambio radical para su país.
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La diáspora venezolana en Miami, conocida históricamente por su éxito económico y su adaptación a la cultura local, ha evolucionado en un segmento políticamente activo que ve en Trump una extensión de su propio rechazo al gobierno chavista. Para estos «mayameros del MAGA», el expresidente representa una figura de autoridad que, en su visión, es lo opuesto a la inestabilidad y el caos percibido en Venezuela. Este apoyo incondicional se extiende más allá de una simple preferencia política y llega a convertirse en una especie de credo, en el cual Trump es percibido como un salvador en el contexto de una Venezuela cada vez más polarizada y distante.
Avance de la ultraderecha
La elección de Trump como figura redentora no es un fenómeno aislado, sino que tiene paralelismos con otros movimientos de ultraderecha en el mundo, como lo menciona el académico Leonardo Vivas en su ensayo «¿Hace agua el excepcionalismo estadounidense?». Vivas argumenta que el populismo de Trump responde a un sentimiento de amenaza que sienten ciertos sectores en Estados Unidos debido a la creciente diversidad y cambios sociales. De manera similar, los venezolanos «mayameros con Trump» sienten que su identidad y valores están amenazados, tanto en Estados Unidos como en Venezuela, y buscan en Trump una figura que reafirme su sentido de seguridad y pertenencia.
Este fenómeno también tiene sus contradicciones y puntos de tensión. En redes sociales, muchos «mayameros trumpistas» reaccionan de manera visceral ante cualquier crítica a su líder. La idea de «AQUÍ NO SE HABLA MAL DE TRUMP», es un sentimiento que trasciende la lógica política y se convierte en una cuestión de lealtad personal. De acuerdo con De la Nuez, esta actitud refleja una mentalidad unidimensional, en la que se descarta cualquier punto de vista contrario o matizado. Para estos venezolanos en Miami, el apoyo a Trump no admite grises, y quien se atreva a cuestionarlo se enfrenta a una oleada de críticas y desprecio.

Influencia en tierras floridianas
A pesar de las tensiones, este fenómeno también es una muestra del poder de la diáspora venezolana en Miami y su capacidad de influir en el panorama político local. La fortaleza de los «mayameros con Trump» radica en su cohesión como grupo y en su disposición para movilizarse en apoyo a causas que consideran justas. Sin embargo, su enfoque político podría alienar a otros sectores de la comunidad venezolana en Estados Unidos que no comparten esta visión tan polarizada. A medida que las próximas elecciones en Estados Unidos se acercan, será interesante observar cómo este grupo continúa moldeando su identidad y si su lealtad a Trump persiste o evoluciona en función de los cambios políticos en ambos países.
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En última instancia, el «mayamero venezolano que cree en el MAGA» se ha consolidado como un arquetipo dentro de la comunidad venezolana en Estados Unidos, caracterizado por su fervor político y su rechazo a cualquier postura que perciba como opuesta a sus valores. Para estos venezolanos, la política es un reflejo de sus luchas personales y su deseo de ver un cambio en Venezuela, aunque este cambio parezca cada vez más incierto. La pregunta que se plantea De la Nuez es si este fervor tiene algún potencial real de cambiar el panorama en Venezuela o si, por el contrario, se quedará en una simple expresión de nostalgia y descontento.
La figura del «mayamero con Trump» probablemente seguirá siendo relevante en el escenario político estadounidense, especialmente en Miami, donde esta diáspora ha encontrado un espacio para expresar sus inquietudes y aspiraciones.

