Luis Brito García, escritor, historiador y dramaturgo venezolano, ha destacado en su reciente editorial como una voz crítica y a la vez constructiva de la revolución bolivariana. En su última publicación en Aporrea, «Caiga quien caiga», García despliega una crítica aguda contra lo que él denomina «capitalismo disfrazado de socialismo», subrayando la incongruencia entre las promesas revolucionarias y la práctica de enriquecimiento ilícito y corrupción que ha caracterizado a ciertos sectores del gobierno venezolano. A través de su análisis, García intenta desentrañar las razones detrás del desvío de enormes sumas de dinero destinadas a la población.
El artículo original, publicado bajo el mismo título, destapa con meticulosidad y precisión casos emblemáticos de corrupción entre 2003 y 2018, los cuales, según el escritor, han empobrecido no solo al Estado sino a toda una nación esperanzada en un cambio. En él, García cita ejemplos específicos como la asignación indebida de divisas y la gestión desastrosa de recursos en Petróleos de Venezuela, S.A., describiendo cómo estas acciones han beneficiado a un grupo reducido mientras la mayoría sufre las consecuencias. Según él, «nada hay de socialista en meter la mano en el bolsillo ajeno», una frase que no solo da título a su crítica sino que encapsula la esencia del problema que denuncia.
Luis Brito García: Cronología
El escritor Luis Brito García precisó a manera de cronología de la corrupción, que entre 2003 y 2014 “el BCV entregó a la burguesía parasitaria 371 mil 517 millones de dólares a tasa preferencial para supuestas importaciones, que ésta realizó sólo por US $119 mil 107 millones, guardándose la modesta diferencia de US$ 329 mil 756 millones”. García también recordó que es esta saga negativa, en 2014, Edmée Betancourt y Jorge Giordani, denunciaron respectivamente que 20 mil o 25 mil millones de dólares habrían sido adjudicados por RECADI para financiar importaciones fantasmas y empresas de maletín. Acuñó además que “el desorden en Petróleos de Venezuela, S.A. culminó con la entrega de 4 mil 850 millones de dólares a entes extranjeros sin recibir nada a cambio. “En 2018, cuando se proclamaba que «el Petro salvará el mundo» advertí que ni el régimen legal ni los controles de dicho criptoactivo estaban bien definidos; ahora resulta que los manejos con la milagrosa criptomoneda nos habrían costado otros US $21.190 millones de dólares”.
Transparencia y ética como pilares
Luis Britto García, quien ha mantenido una postura crítica aun siendo partidario de la revolución bolivariana, ha sido coherente en su defensa de la transparencia y la ética como pilares para cualquier gobierno que se denomine socialista. A lo largo de su carrera, ha declinado posiciones que podrían haber comprometido su capacidad de crítica independiente, demostrando un compromiso inquebrantable con sus principios. Este compromiso le ha llevado a recibir numerosos reconocimientos, incluyendo un Doctorado Honoris Causa de la Universidad Simón Bolívar y la nominación al Premio Nobel de Literatura por la Fundación “La Librería Mediática”.
En su ensayo, Britto García argumenta que la prevención de la corrupción debe comenzar por una definición clara de las herramientas que permiten su existencia. Propone un enfoque preventivo que involucra la identificación de los mecanismos de corrupción y la implementación de controles más estrictos para asegurar que los recursos del país se utilicen de manera adecuada y transparente. Además, insta a los ciudadanos y al gobierno a adoptar una ética de responsabilidad y a rechazar cualquier acto de corrupción sin importar su origen.
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García también reflexiona sobre el desgaste que tales prácticas corruptas generan en la confianza pública y en el tejido social del país. Subraya la importancia de restablecer la fe en las instituciones mediante un compromiso firme con la justicia y la equidad, principios fundamentales para cualquier estado que aspire a ser genuinamente socialista. Para él, es crucial que los venezolanos entiendan y se involucren activamente en el proceso de supervisión y denuncia de irregularidades, pues solo así se puede garantizar la integridad de la gestión pública.
Una administración pública más honesta
Luis Britto García, a través de su incisiva pluma y su constante llamado a la integridad y la transparencia, sigue siendo una voz esencial en el panorama político y social de Venezuela. Su última obra no solo denuncia los abusos de poder y la corrupción rampante, sino que también ofrece una hoja de ruta hacia una administración pública más honesta y efectiva, donde lo «socialista» no se contradiga con las acciones de quienes están en el poder.
Sus reflexiones y análisis, aunque incisivos, no se quedan en la mera crítica. Britto García propone soluciones prácticas, enfocadas en mejorar la gestión y la eficacia gubernamental. Insiste en la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas como pilares para la reconstrucción de la confianza en las instituciones. A su juicio, es fundamental que exista una correspondencia directa entre lo que se proclama en los discursos y lo que se ejecuta en la práctica.
Control y fiscalización
El desafío que presenta es grande, pero no inalcanzable. Para combatir la corrupción y redefinir el socialismo en términos prácticos y honestos, propone una serie de medidas estructurales. Entre estas, destaca la necesidad de fortalecer los organismos de control y crear sistemas más robustos para la fiscalización del uso de los recursos del Estado. Argumenta que solo mediante una legislación clara y una aplicación rigurosa de la ley se puede combatir eficazmente la corrupción.
El escritor también señala la urgencia de educar a la población en temas de icvismo y ética pública, para que los ciudadanos no solo demanden integridad de sus líderes, sino que también la practiquen en su vida cotidiana. Esta educación, según Luis Britto García, debe comenzar desde la escuela y extenderse a todos los niveles de la sociedad. El objetivo es crear una cultura de responsabilidad y respeto por el bien común, que se oponga tanto a la indiferencia como a la complicidad con las prácticas corruptas.
Yo prometo…
Además, Luis Britto García critica la cultura del ‘salvador’, tan prevalente en la política latinoamericana, donde figuras carismáticas prometen resolver todos los problemas sin necesidad de procesos democráticos y transparentes. Él aboga por un enfoque más colectivo y participativo en la toma de decisiones, donde las comunidades tengan voz y voto en los asuntos que afectan directamente sus vidas. Para él, la verdadera revolución socialista es aquella que empodera al pueblo, no solo en el discurso, sino en la realidad tangible y diaria.
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En su crítica final, Britto García llama a los venezolanos a ser vigilantes y proactivos. La lucha contra la corrupción no es solo tarea de los políticos o las instituciones, sino de cada ciudadano. Cada acto de vigilancia y cada demanda por justicia y transparencia es un paso hacia un sistema más justo. Es un llamado a la acción colectiva, a la unión de esfuerzos en la búsqueda de un objetivo común: un gobierno verdaderamente socialista que sirva al pueblo y no a los intereses de unos pocos.
Luis Britto García, con su vasta obra y compromiso constante con la verdad y la justicia, continúa siendo una de las voces más influyentes y respetadas en Venezuela. Sus escritos no solo desafían al status quo, sino que también inspiran a una nueva generación de pensadores y activistas a luchar por un futuro más prometedor y equitativo para su país. A través de sus palabras y acciones, demuestra que ser crítico del sistema no implica desvincularse de los ideales revolucionarios, sino todo lo contrario: implica una búsqueda incansable de su verdadera realización.
