¿Puede la ONU influenciar en EE.UU. para que levante las sanciones contra Venezuela?

El escenario internacional actual lleva a cuestionar si la ONU puede influenciar en EE.UU. para que levante las sanciones contra Venezuela. Desde la administración de George Bush, pasando por Barack Obama, seguidas por Donald Trump e intensificadas por Joe Biden, estas medidas parecen haberse convertido en una constante en la política estadounidense hacia la nación sudamericana. No obstante, el reciente llamado de Nicolás Maduro a Antonio Guterres durante la reunión del G77+China para mediar en esta situación ha generado interrogantes sobre la posibilidad de un cambio en el panorama.

Históricamente, la ONU ha funcionado como una plataforma de diálogo y entendimiento, pero sus recomendaciones no son vinculantes. Según expertos como la Dra. María Soledad García, historiadora especializada en relaciones internacionales, «La ONU puede servir como mediadora, pero su capacidad de influencia está limitada a la voluntad de sus Estados miembros, especialmente aquellos con poder de veto en el Consejo de Seguridad». En este sentido, la voluntad de Estados Unidos sería determinante para cualquier cambio en la política de sanciones.

Influenciar a EE.UU.
Las sanciones de acuerdo a los expertos no son muy eficientes para el cambio. Ilustración MidJourney

Cómo influenciar en EE.UU.

Desde el punto de vista económico, la situación es compleja. Venezuela ha sido históricamente un proveedor crucial de petróleo para Estados Unidos. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, en 2005, Venezuela representaba cerca del 10% del petróleo importado por EE.UU. Sin embargo, a raíz de las sanciones y la crisis política, esta cifra ha ido disminuyendo significativamente. Por otro lado, el constante aumento en los precios del petróleo y una inflación preocupante en EE.UU. sugieren que podría haber incentivos económicos para reconsiderar las sanciones.

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Políticamente, la administración Biden ha continuado e intensificado las sanciones, justificándolas con alegaciones de violaciones de derechos humanos y corrupción por parte del gobierno de Maduro. Sin embargo, diversas organizaciones, como Human Rights Watch, han destacado que las sanciones también han impactado a la población civil, exacerbando la crisis humanitaria que vive el país. En ocasión de las víctimas reales es que se ha desarrollado la tesis de encontrar una oportunidad o institución que pueda influir en EE.UU. para no hundir más en miserias al pueblo.

Sotto voce ente Washington y Caracas

Rumores de posibles negociaciones subterráneas entre EE.UU. y Venezuela han circulado en corredores diplomáticos. Según el analista político Dr. Rodrigo Pérez, «las elecciones de 2024 podrían impulsar a la administración estadounidense a reevaluar su estrategia hacia Venezuela, no solo por la situación interna de EE.UU., sino por el impacto humanitario de las sanciones en la población venezolana».

Aunque la ONU puede influir en EE.UU. como un espacio de diálogo y mediación, la decisión final sobre las sanciones a Venezuela recae en la Casa Blanca. Diversas variables económicas, políticas y humanitarias podrían influenciar una posible relajación de las medidas, pero solo el tiempo dirá si la administración estadounidense optará por un cambio de rumbo en su política hacia Venezuela.

Influenciar a EE.UU.
La Casa Blanca y los intereses del Estado son los que pueden cambiar el panorama. Ilustración MidJourney

La calma siempre esquiva

Las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Venezuela han sido tradicionalmente fluctuantes, pero los últimos años han visto un deterioro sin precedentes. Sin embargo, algunas señales sugieren que podríamos estar al borde de un nuevo capítulo en este complejo entramado diplomático. Las conversaciones recientes entre delegaciones de ambos países, aunque discretas, insinúan una búsqueda de puntos en común y soluciones mutuamente beneficiosas. John Thompson, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Georgetown, opina que «el realismo político puede llevar a EE.UU. a reevaluar su enfoque hacia Venezuela. La geopolítica y la economía, especialmente en un contexto post-pandemia, pueden ser catalizadores para una nueva fase de diálogo y cooperación».

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Por otro lado, la comunidad internacional, observando la prolongada crisis en Venezuela, ha hecho llamados constantes a un enfoque más humano y menos punitivo. Influir en EE.UU. es una meta de muchos sectores interesados en que se recupere la estabilidad regional. Organizaciones no gubernamentales, líderes europeos y otros actores globales han instado a EE.UU. a considerar las repercusiones humanitarias de sus sanciones y a buscar soluciones que prioricen el bienestar de los ciudadanos venezolanos. «Las sanciones, si bien pueden ser una herramienta de política efectiva, también tienen un límite en su eficacia y pueden resultar contraproducentes si causan sufrimiento a quienes se pretende ayudar», señala Isabella Álvarez, directora de la ONG Justicia y Paz en Latinoamérica. Estas voces, unidas al posible interés mutuo entre las naciones, podrían sentar las bases para un nuevo acercamiento en las relaciones bilaterales.

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