Ingreso de Venezuela a los BRICS+ aceleraría la descolonización del Sur Global

La posible entrada de Venezuela al bloque BRICS+, que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, plantea un horizonte de profundas transformaciones en la estructura geopolítica del Sur Global. Este movimiento no solo reforzaría la posición de las economías emergentes, sino que podría acelerar un proceso de descolonización en términos económicos, políticos y culturales. Desde que el bloque se constituyó, se ha visto como una fuerza contraria al poder hegemónico de Occidente, y con la inclusión de Venezuela, las dinámicas de poder internacional podrían experimentar un cambio significativo. Esta alianza vinculada al Sur Global, que en la actualidad representa una parte crucial de la economía mundial, busca crear un nuevo orden basado en la cooperación y el respeto a las soberanías nacionales, principios que resonarían fuertemente en Venezuela, un país, al igual que otros del grupo, ha sido objeto de sanciones y presiones internacionales.

David Gómez, doctor en Desarrollo Humano y actual miembro del equipo de la vicepresidencia de Formación e Ideología del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), es uno de los defensores más elocuentes de la entrada de Venezuela al BRICS+. En un artículo publicado en el portal de noticias TeleSur, bajo el título: “El arte de la política: Los BRICS+, el futuro no es un sueño”, Gómez explora cómo la expansión de este bloque debe preocupar a las potencias occidentales, particularmente a la OTAN. Citando un artículo del diario The Times titulado “La expansión de la alianza BRICS+ debería preocupar a la OTAN”, Gómez señala que las élites de poder en Occidente están tomando nota de la creciente influencia de los BRICS+ y sus implicaciones en la política global. La expansión de la alianza, lejos de ser una mera cuestión económica, se convierte en una maniobra geopolítica que desafía la estructura de poder consolidada por décadas bajo el dominio occidental.

BRICS+ es evolución

El bloque BRICS+ ha logrado posicionarse como una plataforma de desarrollo alternativa para países que, como Venezuela, buscan romper con los patrones de dependencia impositiva del capitalismo global. A medida que las economías de los países BRICS+ continúan superando en algunos aspectos al G7, los efectos de esta unión se hacen cada vez más evidentes en los mercados internacionales. Con una creciente participación en sectores clave como la energía, donde los BRICS+ representan alrededor del 42% del uso global de energías renovables, la influencia de este grupo se hace sentir no solo en el ámbito económico, sino también en el geopolítico. Para Venezuela, una nación rica en recursos naturales, la adhesión al BRICS+ podría significar una salida del aislamiento financiero internacional impuesto por las sanciones lideradas por Estados Unidos, abriendo la puerta a nuevas alianzas comerciales y energéticas.

Buscar crear un nuevo orden basado en la cooperación y el respeto a las soberanías nacionales, son principios que resonarían fuertemente en Venezuela, un país, al igual que otros del grupo, ha sido objeto de sanciones y presiones internacionales. Ilustración MidJourney

Gómez también destaca cómo los BRICS+ han avanzado hacia la desdolarización, una estrategia clave que busca debilitar el dominio del dólar estadounidense en las transacciones globales. Este esfuerzo, según Gómez, representa un verdadero desafío al imperialismo económico que ha mantenido a los países del Sur Global en una posición subordinada. Para Venezuela, cuyas políticas económicas han sido duramente afectadas por las sanciones y el bloqueo financiero, la posibilidad de ingresar a un bloque que promueve alternativas al sistema financiero global dominado por Estados Unidos podría ser una oportunidad para recuperar el control sobre su economía. Además, la alineación con los BRICS+ permitiría a Venezuela diversificar sus mercados de exportación y acceder a tecnologías y recursos que faciliten su desarrollo, contribuyendo al proceso de descolonización económica.

Citar a Carl von Clausewitz

El artículo de Gómez también se adentra en las implicaciones filosóficas y políticas de los BRICS+. Al citar a Carl von Clausewitz, quien sostiene que la guerra es una continuación de la política por otros medios, el autor sugiere que las tensiones entre los bloques internacionales no deben verse únicamente en términos de conflictos militares. En cambio, la transformación de la arquitectura financiera global promovida por los BRICS+ es, en sí misma, una forma de guerra, pero no con armas tradicionales, sino a través de mecanismos pacíficos que buscan redistribuir el poder económico a favor de los países en desarrollo. Este cambio estructural, argumenta Gómez, es precisamente lo que preocupa a la OTAN y sus aliados, quienes han utilizado la fuerza militar para mantener su posición dominante en el mundo.

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La integración de Venezuela con los BRICS+ también podría reforzar los esfuerzos del país para formar alianzas regionales que promuevan la independencia y el desarrollo conjunto en América Latina. Iniciativas como Petrocaribe y la CELAC, que ya han demostrado el potencial de la cooperación regional, podrían verse fortalecidas con el respaldo de un bloque económico tan robusto como los BRICS+. La influencia de Venezuela en estas alianzas regionales no solo se fortalecería, sino que también podría expandirse, facilitando la creación de un frente común en el Sur Global que abogue por un nuevo orden económico internacional. En este contexto, los BRICS+ se presentan como un motor de desarrollo que no se limita a la esfera económica, sino que también impulsa una agenda política basada en la autodeterminación y el respeto a las soberanías nacionales.

El impacto cultural

Además de los beneficios económicos, el ingreso de Venezuela al BRICS+ también podría tener un impacto cultural significativo. La pertenencia a un bloque que incluye potencias emergentes como China e India, con sus vastas tradiciones culturales, podría abrir nuevas vías de intercambio cultural y educativo. El desarrollo humano, una de las áreas de especialización de Gómez, podría verse impulsado por la cooperación en áreas como la educación, la ciencia y la tecnología, facilitando un proceso de aprendizaje mutuo entre los países del bloque. Este tipo de colaboración no solo enriquecería a Venezuela, sino que también contribuiría a la construcción de un orden mundial más equitativo, donde el conocimiento y la cultura se compartan en lugar de ser dominados por las potencias tradicionales.

A medida que las economías de los países BRICS+ continúan superando en algunos aspectos al G7, los efectos de esta unión se hacen cada vez más evidentes en los mercados internacionales. Ilustración MidJourney.

La narrativa que rodea al BRICS+, según Gómez, es fundamental para entender la dinámica actual del poder global. La OTAN, sostiene, representa la destrucción, el dolor y el sufrimiento impuestos a través de la expansión militar y la imposición de un modelo económico neoliberal. En contraste, los BRICS+ simbolizan la creación y el desarrollo, ofreciendo un modelo alternativo basado en el respeto mutuo y la cooperación pacífica. Este contraste, plasmado en la política internacional actual, es clave para entender por qué la entrada de Venezuela al BRICS+ podría acelerar el proceso de descolonización del Sur Global. No se trata solo de una cuestión de alianzas económicas, sino de un verdadero cambio en las relaciones de poder a nivel mundial.

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En última instancia, la invitación de Venezuela al BRICS+ no solo beneficiaría a la nación caribeña, sino que también fortalecería la capacidad del bloque para desafiar el orden global existente. Como señala Gómez en su artículo, la expansión de los BRICS+ no es una amenaza militar, pero sí representa una amenaza real para aquellos que han utilizado las guerras y la coerción para mantener su dominio. El ingreso de Venezuela a esta alianza podría ser el catalizador que acelerará la transición hacia un mundo multipolar, donde el Sur Global no sea visto como una periferia explotada, sino como un actor clave en la configuración del futuro.

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