Elon Musk, en una reciente cumbre sobre inteligencia artificial (IA), planteó una visión futurista y algo inquietante: un mundo donde la IA elimina la necesidad de empleo. En esta conversación, que tuvo lugar tras la primera conferencia internacional sobre seguridad de la IA en Milton Keynes, Inglaterra, Musk dialogó con figuras políticas como el primer ministro británico Rishi Sunak, el ministro federal de Economía alemán Robert Habeck, y la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris.
En un formato exclusivo y sin presencia de periodistas, Musk expresó que la llegada de un momento donde el trabajo asalariado sea innecesario es inevitable, aunque incierta en su cronología. Esta visión de Musk, aunque compartida por algunos, contrasta con la preocupación manifestada por otros participantes de la cumbre. Estos líderes destacaron la pérdida de empleos debido al avance tecnológico como una de las cuatro áreas de peligro de cara al futuro.
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Elon Musk y las consecuencias
Ante esta perspectiva, Elon Musk, lejos de mostrarse preocupado por las posibles consecuencias sociales de esta transición, propuso una solución audaz: “No tendremos una renta básica universal, tendremos un gran ingreso básico universal”. Para él, el verdadero desafío no será económico, sino existencial: encontrarle sentido a la vida en un contexto donde el trabajo tradicional ya no sea necesario.
Para entender mejor estas afirmaciones, es esencial analizar los datos actuales y las tendencias en el campo de la IA. Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se estima que aproximadamente el 14% de los empleos en los países miembros corren un alto riesgo de ser automatizados. Además, otros estudios sugieren que hasta un 30% de las tareas en el 60% de las ocupaciones podrían ser realizadas por máquinas. Esta tendencia no solo afecta a empleos rutinarios o de baja cualificación, sino que también se extiende a sectores más especializados.
Un miedo ancestral
La afirmación de Elon Musk tiene una perspectiva histórica. Los expertos señalan que las revoluciones industriales anteriores también generaron temores similares, aunque finalmente crearon más empleos de los que destruyeron. Sin embargo, la IA representa un tipo de cambio tecnológico distinto, uno que no solo reemplaza la fuerza física, sino también la capacidad cognitiva en ciertas tareas. .,
En el ámbito político, la propuesta de un ingreso básico universal como solución a la pérdida de empleos generada por la IA ha ganado tracción en varios países. Sin embargo, este concepto enfrenta críticas y escepticismo, particularmente en cuanto a su viabilidad económica y su impacto en la motivación para trabajar. Algunos políticos y economistas argumentan que, en lugar de un ingreso universal, sería más eficiente enfocarse en políticas de reentrenamiento y educación para preparar a la fuerza laboral para las nuevas demandas del mercado laboral.
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Ingreso básico universal
En este contexto, la visión de Elon Musk sobre un futuro con “un gran ingreso básico universal” y el desafío de encontrarle sentido a la vida en ausencia del trabajo tradicional se sitúa en un terreno controvertido. Aunque sus palabras pueden parecer exageradas, no cabe duda de que plantean preguntas fundamentales sobre el futuro del trabajo, la economía y la sociedad en la era de la IA. ¿Estamos realmente preparados para un mundo donde el trabajo como lo conocemos no sea necesario? ¿Cómo redefiniríamos el concepto de productividad y éxito en una sociedad donde la IA asuma la mayoría de las tareas laborales?
Estas interrogantes resaltan la importancia de un debate multidisciplinario y multisectorial sobre el futuro de la IA y su impacto en la sociedad. Es fundamental que gobiernos, empresas, académicos y la sociedad civil colaboren para anticipar y gestionar los cambios que se avecinan, asegurando que la transición hacia una economía más automatizada sea inclusiva, equitativa y beneficie a la sociedad en su conjunto. En última instancia, el desafío que plantea Musk puede ser una oportunidad para repensar y redefinir lo que significa ser productivo y encontrarle sentido a la vida en una era post-laboral.