Benjamín Rausseo, empresario y humorista venezolano, va por la revancha. Se prepara para enfrentar otro reto político en su vida: la candidatura independiente para las elecciones presidenciales de Venezuela en 2024.
Tras dos meses de ausencia en redes sociales y eventos públicos, Rausseo reapareció con un mensaje claro y contundente: está listo para participar en la contienda electoral y escuchar el «clamor popular» de sus seguidores. Su decisión, anunciada el pasado 28 de junio, se mantiene firme y, según él, cobra aún más fuerza con el pasar del tiempo.
Benjamín Rausseo es un “conde clandestino”
Benjamín Rausseo, conocido por su carrera en el mundo del entretenimiento, ha decidido volver a dar un salto al ámbito político con una propuesta que busca diferenciarse del resto. Su participación como candidato independiente rompe con las dinámicas tradicionales de la política venezolana y propone una alternativa fresca y diferente. A pesar de su ausencia en el escenario político durante los últimos meses, debido a una intervención quirúrgica en su rodilla en Estados Unidos, el humorista no ha perdido de vista su objetivo y se muestra decidido a llegar hasta el final.
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Sin embargo, este camino no está exento de obstáculos. La última encuesta de Poder y Estrategia refleja un descenso significativo en la popularidad de Rausseo, quien pasó de tener una intención de voto del 20% en mayo, a un 8% en la actualidad. Este retroceso no ha pasado desapercibido por los analistas políticos, y el politólogo Ricardo Ríos señaló a La Voz de América que «Rausseo pierde la mitad de su caudal hacia las presidenciales». A pesar de estos resultados, Rauseo se muestra confiado y asegura que su apuesta es a largo plazo y que la lucha política no ha terminado para él.
Opiniones divididas
La decisión de Benjamín Rausseo de presentarse como candidato independiente ha generado opiniones divididas entre los expertos en política y historia de Venezuela. Por un lado, algunos consideran que su candidatura podría representar un soplo de aire fresco en un panorama político caracterizado por la polarización y el desencanto. Por otro lado, hay quienes dudan de la capacidad de Rausseo para liderar un país con tantos desafíos como Venezuela y cuestionan su experiencia en el ámbito político.
En este contexto, las elecciones presidenciales de 2024 se presentan como un escenario incierto y lleno de interrogantes. Rausseo deberá enfrentarse no solo a los desafíos propios de una campaña electoral, sino también a las dudas y escepticismos sobre su capacidad para liderar un país en crisis. Su propuesta política, centrada en la recuperación de Venezuela, deberá ser lo suficientemente sólida y convincente para ganarse la confianza de los votantes.
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El tiempo todo lo puede
El tiempo dirá si Benjamín Rausseo logra consolidarse como una opción viable en la carrera presidencial y si su rostro aparecerá finalmente en la boleta electoral de 2024. Lo que es seguro es que su candidatura ya ha generado un gran revuelo en la política venezolana y ha puesto sobre la mesa la necesidad de repensar las formas tradicionales de hacer política en el país.
Rausseo, con su estilo irreverente y su capacidad para conectar con la gente, ha demostrado que está dispuesto a dar la batalla y a llegar hasta el final en su intento por liderar Venezuela. Solo el tiempo dirá si su apuesta política se traduce en un verdadero cambio para el país o si, por el contrario, se queda en un intento más de renovación política. Lo que es seguro es que Rausseo ha decidido entrar de lleno en la arena política y está dispuesto a llegar hasta ver su cara en la boleta de las presidenciales 2024.