Javier Milei, el candidato libertario que ha sacudido el panorama político argentino, no ha logrado conquistar el barrio más caro de Latinoamérica, Puerto Madero, en Buenos Aires. Aquí, la derecha tradicional de Patricia Bullrich ha obtenido un respaldo significativo, superando tanto a Milei como al peronismo de Sergio Massa. Este barrio, un emblema de la opulencia y el poder económico, se ha convertido en un reflejo claro de las tensiones políticas y sociales que vive Argentina.
Puerto Madero, con su selva de rascacielos y lujosos apartamentos, es el metro cuadrado más caro de toda América Latina, alcanzando precios que rondan los 6.000 euros. Esta zona, que alberga a alrededor de 7.000 residentes y miles de trabajadores de empresas multinacionales, ha mostrado un claro apoyo a Bullrich, otorgándole casi el 40% de los votos en las últimas elecciones presidenciales. Un claro indicativo de la preferencia política de una elite económica que ve en Milei una amenaza más que una solución.
Milei no es la opción deseada
Las opiniones en Puerto Madero son diversas, pero hay un consenso claro: Milei no es la opción deseada. Analía, una joven de 23 años que votó por Bullrich, lo explica con claridad: «Si bien considero que el peronismo no debe seguir en Argentina, no votaría a Milei porque no comparto sus formas ni sus ideas de destrucción para construir cualquier cosa. Eso no es lo que necesita este país». Y es que la retórica incendiaria y las propuestas radicales de Milei no parecen calar en un sector de la sociedad que busca estabilidad y previsibilidad.
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En las calles de Puerto Madero, entre el bullicio de los paseantes y las conversaciones de negocios, se respira una atmósfera de incertidumbre. La segunda vuelta electoral, que enfrentará a Sergio Massa y Javier Milei, es un tema inevitable en las conversaciones. «El lunes no sabíamos siquiera si iba a amanecer, la situación es totalmente inestable», comenta Mario, un vecino de 30 años. Y es que la volatilidad económica, agravada por una inflación anual superior al 138%, se siente con fuerza en un barrio acostumbrado a la opulencia.
Desconfían de Javier Milei
Los expertos coinciden en que el rechazo a Milei en Puerto Madero es un claro indicativo de la desconfianza que genera en los sectores más acomodados de la sociedad. «Milei representa una propuesta disruptiva que choca frontalmente con los intereses de la elite económica», explica el politólogo Carlos Fara. «Su discurso antisistema y sus propuestas radicales generan temor en un sector que busca preservar su estatus y su seguridad económica».
Pero más allá de las consideraciones económicas, hay también un rechazo a las formas de Milei, a su estilo confrontativo y a su retórica extremista. «En Puerto Madero se valora la moderación y el respeto, y Milei está lejos de representar esos valores», afirma la socióloga Marina Aguirre. «Su estilo populista y provocador no encaja con la imagen que este barrio quiere proyectar».
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Bullrich es a más querida
En este contexto, la derecha tradicional de Bullrich aparece como la opción preferida, un refugio ante la incertidumbre política y económica que vive el país. «Bullrich representa la estabilidad y la previsibilidad que los residentes de Puerto Madero buscan», concluye Fara. «En un país marcado por la polarización y la inestabilidad, este barrio opta por la seguridad y la continuidad».
Así, mientras Argentina se prepara para una segunda vuelta electoral llena de incertidumbre, Puerto Madero se erige como un bastión de resistencia ante las propuestas radicales de Milei. Un barrio que, a pesar de su opulencia y su poder económico, refleja las tensiones y los desafíos que enfrenta todo un país.