Desde que asumió la presidencia de Colombia, Gustavo Petro ha mostrado una postura de acercamiento con su vecino, Venezuela. En un reciente encuentro ante una oficina de Naciones Unidas, el mandatario solicitó la eliminación de las sanciones impuestas contra la nación caribeña. Esta solicitud, lejos de ser un simple gesto diplomático, ha generado un torrente de análisis y especulaciones en el panorama internacional.
Venezuela ha sufrido sanciones económicas y comerciales, principalmente por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, desde 2017. Según datos del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), estas restricciones han generado pérdidas estimadas en 38 mil millones de dólares para Venezuela entre 2017 y 2019. Asimismo, la Organización Panamericana de la Salud señaló que, para 2019, las sanciones dificultaban la importación de medicamentos y equipos médicos, agravando la crisis humanitaria en el país.
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Gustavo Petro y sus motivaciones
Pero, ¿Cuál es la motivación detrás del pedido de Gustavo Petro? Para algunos, esta solicitud podría entenderse como un gesto de solidaridad ideológica. La Universidad de los Andes, en su reciente estudio sobre geopolítica suramericana, señala que Petro y el chavismo comparten raíces en la izquierda latinoamericana. Sin embargo, reducir el pedido del presidente colombiano a una simple afinidad ideológica podría ser simplista.
La experta en relaciones internacionales de la Universidad Javeriana, Dra. Patricia Ríos, sostiene que Petro busca una reconfiguración regional que posicione a Colombia como un mediador en la solución de conflictos en América Latina. «Desde la firma de los Acuerdos de Paz con las FARC, Colombia ha intentado asumir un rol más activo y protagónico en la región. Levantar las sanciones contra Venezuela sería una manera de reactivar los lazos comerciales y políticos entre ambos países», explica Ríos.
Otros más piden el cese
Además, el llamado de Gustavo Petro coincide con el de organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH). Ambas instituciones han señalado que las sanciones profundizan la crisis humanitaria y económica en Venezuela, afectando principalmente a la población más vulnerable.
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Desde la perspectiva histórica, el Dr. Carlos Pérez, historiador de la Universidad Nacional de Colombia, sugiere que Petro podría estar tratando de emular a líderes históricos latinoamericanos que buscaron la integración regional y la solución pacífica de conflictos. «Petro está siguiendo la tradición de líderes como Simón Bolívar, quien abogó por la unión de los pueblos de América Latina. En este sentido, levantar las sanciones no sólo es un gesto hacia Venezuela, sino hacia toda la región», señala Pérez.
La crisis migratoria golpea
El pedido de Gustavo Petro también encuentra resonancia en la actual crisis migratoria. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 5 millones de venezolanos han abandonado su país desde 2015, siendo Colombia uno de los principales destinos. Aliviar la situación económica de Venezuela podría, a largo plazo, reducir el flujo migratorio y permitir el retorno de muchos de estos migrantes a su tierra natal.
Políticamente, el senador colombiano Felipe Buitrago argumenta que este gesto puede ser una estrategia de Petro para ganar apoyo en la escena internacional. «Colombia ha sido tradicionalmente vista como aliada de Estados Unidos en la región. Al solicitar el levantamiento de las sanciones, Petro está enviando un mensaje claro de independencia y autonomía en su política exterior», comenta Buitrago.
La solicitud de levantamiento de sanciones contra Venezuela no es un acto aislado, sino que se inscribe en una compleja red de intereses políticos, económicos y sociales. Más allá de las afinidades ideológicas, el presidente Petro parece buscar la reconfiguración del rol de Colombia en el panorama latinoamericano, promoviendo la integración regional y la solución pacífica de conflictos. Como siempre, el tiempo será el encargado de desvelar las verdaderas intenciones y las consecuencias de esta decisión.