Al sepelio de la noticia acudieron el ensayo, la crónica y humildad crítica

La noticia, una vez descrita como el pilar del periodismo, hoy da sus últimos respiros. Sus signos vitales empezaron a flaquear en los postreros años del siglo XX, y a dos décadas del XXI, la noticia pareciera pertenecer más al pasado que al presente. Pero, ¿qué factores condujeron a su desvanecimiento en la era digital?

Julio Alejandro Ríos Gutiérrez, de la Universidad de Guadalajara, alumbra sobre el fenómeno denominado «news avoidance». Según Gutiérrez, el sesgo negativo y sensacionalista de los medios actuales repele, sobre todo, a las nuevas generaciones. Esto ya no es un problema local, se replica a nivel mundial.

La noticia y los responsos

El Digital News Report del Reuters Institute ha sido la sonda que ha navegado en este océano de aversión a las noticias. Su reciente estudio refleja un ascenso perturbador: del 27% de personas que evitaban las noticias en 2017 al 38% en 2022. Algunos países muestran estadísticas aún más alarmantes: España con el 33% y Brasil con el 54%. El 2023 nos ha traído aún peores noticias: un promedio del 55% ya rehúye de las noticias con tinte violento, tachándolas de «saturantes y emocionalmente agobiantes».

La noticia
Reinventar el periodismo es una ilusión que pocos pueden ver por falta de efectivo. Ilustración MidJourney

Si hablamos de una regresión en el interés por la noticia entre 2017 y 2023, Argentina encabeza la lista, pasando de un 77% al 43%. Le siguen Francia, España, Estados Unidos y Reino Unido. Newman, coordinador del reporte 2023, señala que ahora hay discernimiento en la evitación, con audiencias evitando noticias de ciertos temas o en momentos específicos. Los conflictos armados, la política y el crimen organizado están, comprensiblemente, en la cima de la lista de evasiones.

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Negruzcos de la infoxicación

Erika Villavivencio Ayub, de la UNAM, nos introduce al término «infoxicación», definiéndolo como un exceso de información que nos mantiene en un estado constante de conexión. Según el INEGI, en México, el consumo de periódicos en línea se ha desplomado del 58% en 2016 al 34% en 2022. Las revistas no han sido la excepción, cayendo del 51.4% al 34.9% en el mismo período.

Pero, ¿por qué esta aversión pronunciada entre los más jóvenes? En el segmento de 18 a 24 años, el 40% evita la noticia; en el de 25 a 34 años, es el 42%, y en el grupo de más de 35 años, el 36%. Los jóvenes no encuentran reflejo de sus realidades, preocupaciones y esperanzas en los medios tradicionales.

Las “fake news” en el estelar

No podemos dejar de lado el papel de las redes sociales y la proliferación de las «fake news». La desinformación ha socavado la confianza en los medios tradicionales, haciendo que muchos cuestionen la veracidad de lo que leen.

La noticia
Sin lectores, sin observadores, sin seguidores no hay noticia, y sin ella muere el negocio. Ilustración MidJourney

Las cifras no mienten y no dan lugar a un diagnóstico optimista sobre el futuro de la noticia tradicional. En su sepelio, la crónica, el ensayo y una humildad crítica asisten como recordatorio de lo que alguna vez fue y lo que debe transformarse. Es un llamado a reinventar el periodismo, a retomar la esencia de informar con responsabilidad y veracidad. Es, sin duda, un reto para las próximas generaciones de periodistas, que deberán reestablecer la confianza y reconectar con las audiencias de manera significativa.

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Fenece la era de la información

El desplazamiento de la noticia tradicional marca un punto de inflexión en la era de la información. Los medios de comunicación, que una vez sirvieron como faros de la verdad y la objetividad, están ahora en una encrucijada. Con la tecnología brindando innumerables plataformas y fuentes de información, el desafío ya no es simplemente informar, sino discernir, curar y entregar contenido que resuene con autenticidad y relevancia. La revolución digital exige un periodismo más matizado, uno que vaya más allá de los titulares y se sumerja en la narrativa, contextos y conexiones que realmente importan a su audiencia.

Este cambio en la dinámica mediática también ofrece una oportunidad. Aunque la noticia tradicional pueda estar en declive, hay un renacimiento en formas alternativas de periodismo. Reportajes en profundidad, periodismo de soluciones y plataformas interactivas que fomentan la participación ciudadana están surgiendo. En lugar de ser meros receptores, el público ahora busca ser parte activa del discurso, contribuyendo a la construcción y verificación de la historia. En este nuevo paradigma, no es el fin de la noticia lo que presenciamos, sino su evolución hacia una forma más inclusiva y colaborativa.

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