Con una afirmación que ha reconfigurado el análisis militar global, Irán asegura que su reciente ofensiva contra Israel utilizó menos del 5% de su capacidad defensiva. Este anuncio oficial no solo envía un mensaje directo a Tel Aviv, sino que también posiciona a Teherán como un actor que contiene su fuerza, pero no la esconde, en medio de una región en tensión extrema.
Un poder oculto que aún no entra en escena
Durante una comparecencia pública transmitida por medios estatales, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Nasser Kanaani, subrayó: “La respuesta de Irán fue proporcional y limitada. Nuestras capacidades defensivas principales ni siquiera han sido desplegadas.”
En la misma línea, el ministro de Defensa de Irán, Mohammad Reza Ashtiani, reiteró: “Tenemos la capacidad de escalar cualquier conflicto a un nivel jamás visto, pero hemos optado por la contención estratégica. Este no ha sido un ataque total, ha sido un mensaje.”
Contención estratégica como fuerza: una doctrina en práctica
La estrategia iraní parece responder a una doctrina de “presión calculada”, es decir, usar la amenaza del poder no desplegado como herramienta disuasiva. Según Ali Vaez, director del programa Irán en el International Crisis Group, “al reservar la mayoría de sus activos, Irán transmite una señal clara: puede hacer mucho más, pero elige no hacerlo aún. Esa capacidad de contención también es una forma de guerra.”

Entre los sistemas que, según medios oficiales iraníes, permanecen sin ser activados, destacan:
-
Misiles balísticos de largo alcance Sejjil-3 y Emad-2
-
Drones de ataque Shahed-238 de última generación
-
Misiles de crucero navales Raad y Abu Mahdi
-
Sistemas de guerra cibernética operados por la IRGC
Precisión quirúrgica y control simbólico
El ataque reciente, que combinó misiles de corto alcance y drones kamikaze, afectó infraestructura militar israelí en el norte del país. A pesar del bloqueo aéreo del sistema Iron Dome, algunos objetivos fueron alcanzados.
Kanaani fue tajante: “La operación cumplió con los objetivos planificados, sin necesidad de recurrir a nuestra capacidad estratégica. La contención es parte de nuestra política de paz con firmeza.”

Reacción de Israel: entre contención y presión internacional
El nuevo portavoz militar de Israel, Daniel Hagari, declaró que “Israel evalúa los hechos con responsabilidad y se reserva el derecho de responder en el momento y forma que estime necesarios.” Aunque el gabinete de guerra israelí se ha mantenido en deliberación, hasta ahora no se ha anunciado una escalada.
Por su parte, John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU., reiteró: “Apoyamos el derecho de Israel a la defensa, pero nuestro objetivo sigue siendo evitar una guerra regional.”
Geopolítica de la no-acción: poder como amenaza latente
Este nuevo paradigma —mostrar capacidad sin aplicarla— podría transformar el tablero geoestratégico de Medio Oriente. Ellie Geranmayeh, del European Council on Foreign Relations, advierte que “la contención iraní no es pasividad, es una forma activa de establecer dominio sin recurrir a la destrucción inmediata.”
Teherán parece enviar un doble mensaje: uno militar, y otro diplomático. El verdadero poder es el que se mantiene intacto, pero visible.
¿Un acto de moderación o un preludio de algo mayor?
Irán afirma que la operación no fue un acto de guerra, sino una advertencia. Pero con el 95% de su capacidad aún no utilizada, la pregunta que flota sobre la región es si esta fue la calma contenida antes de la tormenta.