El pasado viernes, el Consejo Editorial de EL PAÍS publicó un contundente material titulado: “La peligrosa soledad de Maduro”, donde expresaba su rechazo a lo que denominó “la autoproclamación” de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela para un tercer mandato. La publicación no solo cuestionó la legitimidad del proceso electoral del 28 de julio, sino que también resaltó el aislamiento internacional del mandatario, subrayando la falta de reconocimiento democrático hacia su gestión. Según el editorial, Maduro no ha presentado pruebas concluyentes que validen su pretendida victoria, mientras que las denuncias de fraude han sido ampliamente respaldadas por observadores independientes y organismos internacionales.
El autor del editorial, identificado como el Consejo Editorial de EL PAÍS, una instancia con larga tradición en el análisis político y social global, destacó en su texto las irregularidades del proceso electoral y la posterior juramentación de Maduro en el Hemiciclo de la Asamblea Nacional. Bajo el título “La peligrosa soledad de Maduro”, la publicación pone en duda los resultados electorales que dieron como ganador al mandatario venezolano y afirma que las copias de las actas recopiladas por la oposición corroboran un triunfo abrumador del candidato opositor Edmundo González Urrutia. Este último, refugiado político en España, había generado expectativas en la población venezolana con la posibilidad de liderar una transición democrática.
Editorial de EL PAÍS
El Consejo Editorial de EL PAÍS afirmó que el control absoluto del chavismo sobre las instituciones y el dominio de las Fuerzas Armadas fueron factores determinantes para facilitar la toma de posesión de Maduro, a pesar de las fundadas denuncias de fraude. Observadores internacionales, como el Centro Carter, confirmaron las irregularidades en los comicios, señalando que las elecciones no podían considerarse democráticas. Esta conclusión, según el editorial, fue inicialmente aceptada por el propio gobierno venezolano, pero más tarde desestimada cuando las declaraciones de la organización contradecían la versión oficialista. El editorial argumenta que este cambio de postura refleja la falta de transparencia del régimen de Maduro y su intención de aferrarse al poder a toda costa.

La reacción internacional ante la juramentación de Maduro ha sido mayoritariamente de rechazo. El editorial de EL PAÍS señala que solo dos líderes latinoamericanos, Miguel Díaz-Canel de Cuba y Daniel Ortega de Nicaragua, asistieron a la ceremonia, lo que evidencia el aislamiento del gobierno venezolano. Además, países de la Unión Europea y Estados Unidos han endurecido las sanciones contra la cúpula chavista, buscando presionar para un cambio político en el país. En este contexto, la declaración del presidente chileno Gabriel Boric, quien calificó al gobierno de Maduro como una dictadura, fue citada como un ejemplo del creciente consenso en la comunidad internacional sobre la naturaleza autoritaria del régimen venezolano.
Algunos números para a mesa
Según datos del Centro de Estudios Políticos Internacionales, la mayoría de los países democráticos del mundo han expresado su rechazo al proceso electoral venezolano. EL PAÍS refuerza esta información al destacar que el nuevo mandato de Maduro inicia bajo una retórica belicista y con una intensificación de la persecución política. La brevísima detención de María Corina Machado, líder opositora, un día antes de la toma de posesión, fue mencionada como un claro mensaje de intimidación hacia los adversarios políticos del chavismo. Este episodio, junto con una serie de arrestos recientes, indica, según el editorial, que el régimen está dispuesto a recrudecer su estrategia de represión.
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El Consejo Editorial de EL PAÍS también hizo hincapié en el impacto psicológico que estos acontecimientos pueden tener en las bases opositoras. Tras años de promesas incumplidas y estrategias fallidas, el regreso de González Urrutia a Venezuela se ha postergado indefinidamente, dejando a la oposición sin un liderazgo claro en el terreno. Mientras tanto, el editorial insta a la comunidad internacional a mantener la presión sobre el régimen para evitar que la deriva autoritaria de Maduro escale en mayores violaciones de derechos humanos.
Venezuela bajo el microscopio
La publicación cierra con un llamado a la acción por parte de los gobiernos democráticos y organismos internacionales, instándolos a no perder de vista la crisis venezolana. Según datos del Instituto de Derechos Humanos de América Latina, en los últimos dos años, las denuncias por represión y persecución política en Venezuela han aumentado un 35%, lo que subraya la urgencia de medidas contundentes para frenar estos abusos. En este sentido, EL PAIS argumenta que la solidaridad internacional es clave para apoyar a los ciudadanos venezolanos que luchan por un cambio político y social en su país.
El aislamiento de Maduro, tal como lo describe el editorial de EL PAÍS, es tanto un reflejo de la pérdida de legitimidad del régimen como una consecuencia de las políticas represivas implementadas durante los últimos años. La falta de reconocimiento por parte de la comunidad internacional no solo afecta la estabilidad política del gobierno, sino que también tiene implicaciones económicas significativas. Según el Banco Mundial, Venezuela experimentó una contracción económica del 25% en los últimos cinco años, en gran parte debido a las sanciones internacionales y a la mala gestión interna. Esta situación, combinada con la crisis humanitaria, exacerba las tensiones dentro del país y aumenta la presión sobre el gobierno de Maduro.

EL PAÍS da una solución
A pesar de este panorama desalentador, el Consejo Editorial de EL PAÍS advierte que la solución a la crisis venezolana requiere más que sanciones y condenas internacionales. En su análisis, subraya la importancia de una estrategia coordinada que combine presión diplomática con apoyo directo a los actores democráticos dentro de Venezuela. Esta combinación, argumenta el editorial, es esencial para evitar una mayor consolidación del autoritarismo y para abrir paso a una transición pacífica y democrática.
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En definitiva, el editorial de EL PAÍS se presenta como un llamado de atención urgente sobre la situación en Venezuela, denunciando la falta de legitimidad del tercer mandato de Maduro y destacando las implicaciones de su aislamiento internacional. Al combinar datos, análisis político y opiniones de expertos, el texto no solo ofrece una visión crítica del régimen chavista, sino que también subraya la necesidad de mantener el tema en la agenda global. Para EL PAIS, la autoproclamación de Maduro no es solo una crisis política interna, sino un desafío para los principios democráticos en todo el mundo.