La Franja de Gaza, conocida por sus interminables ciclos de conflicto y esperanza, vuelve a ser el escenario de una historia que se entrelaza con creencias religiosas profundamente arraigadas y políticas internacionales complejas. En este contexto, emerge una narrativa que desafía la comprensión común de las fuerzas que impulsan el apoyo incesante de Estados Unidos a Israel, especialmente a la sombra de Gaza. La influencia del evangelismo en la política estadounidense hacia Israel revela capas de complejidad que van más allá de la simpatía judía, apuntando hacia un ADN evangélico en la política exterior estadounidense que tiene raíces históricas profundas.
Este análisis se basa en el trabajo de Joshua Schreier, MA, Ph.D., profesor de historia en Vassar College, especializado en la intersección de las historias de Oriente Medio, Argelia, judía y francesa. En un reciente artículo de opinión para The Hill titulado «Cómo los evangélicos pusieron en marcha la violencia actual en el Medio Oriente», Schreier desentraña el entramado de creencias y acciones históricas que han llevado a la situación actual. La pregunta central que plantea es qué impulsa el incesante apoyo de Estados Unidos a Israel, especialmente en el contexto de la Franja de Gaza, donde la violencia y el sufrimiento son omnipresentes.
Evangélicos en la Franja de Gaza
A pesar de que Israel se ha vuelto menos popular entre el electorado estadounidense, con una encuesta reciente de The Economist revelando que la mitad de los votantes del presidente Biden en 2020 ahora creen que Israel está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza, el apoyo estadounidense a Israel se mantiene fuerte. Esta paradoja se explica al observar el papel de los evangélicos en la formación de la política exterior de Estados Unidos hacia Israel. Lejos de ser una mera simpatía hacia los judíos por parte de la población judía estadounidense, que es proporcionalmente pequeña, es el evangelismo —con sus raíces en el siglo XIX— el que ha moldeado esta política.
Los evangélicos ingleses del siglo XIX, liderados por figuras como el parlamentario Anthony Ashley-Cooper, séptimo conde de Shaftesbury, fueron los pioneros en promover la idea de un asentamiento judío en Palestina. Estas ideas no solo buscaban ofrecer un refugio a los judíos europeos, sino que estaban imbuidas de una visión mesiánica que veía el regreso judío a Palestina como un paso hacia la realización de profecías bíblicas. Estas creencias influenciaron profundamente tanto la cultura como la política británica hacia Oriente Medio, preparando el terreno para el apoyo británico al movimiento sionista.
Un paseo por la historia
El trasfondo evangélico de la política británica hacia la Palestina anterior a la Franja de Gaza, especialmente durante el mandato del Imperio Británico, creó condiciones favorables para el movimiento sionista. Este favoritismo, manifestado a través de políticas que favorecían las instituciones judías y la represión de la resistencia palestina, tuvo consecuencias duraderas. Con el fin de la Primera Guerra Mundial y el establecimiento de Israel en 1948, la narrativa evangélica se trasladó al contexto estadounidense, donde encontró un terreno fértil entre los cristianos, incluyendo a los evangélicos.
Tambièn puedes leer: La gripe aviar o H5N1 es una pandemia activa que ha matado a millones de aves y mamíferos
En la actualidad, el apoyo evangélico a Israel no solo persiste sino que se ha intensificado. La ocupación israelí de Jerusalén y Cisjordania en 1967 y los eventos subsiguientes han reforzado la visión de Israel desde una perspectiva profética entre muchos estadounidenses, especialmente los evangélicos. Esta visión se ha traducido en un fuerte apoyo político y financiero para Israel, que ve en el electorado evangélico estadounidense un aliado clave en sus políticas expansionistas.
El hilo de los acontecimientos
La situación en la Franja de Gaza no puede entenderse completamente sin tener en cuenta este trasfondo histórico y religioso. El apoyo inquebrantable de Estados Unidos a Israel, incluso frente a críticas internacionales y la creciente preocupación por las violaciones de los derechos humanos en Gaza, tiene sus raíces en una narrativa evangélica que ve el Estado de Israel no solo como un aliado estratégico, sino como una realización de profecías bíblicas. Este enfoque ha moldeado la política exterior de Estados Unidos hacia Israel de una manera que trasciende las administraciones y las afiliaciones partidarias, convirtiéndose en un elemento fijo de su diplomacia.
El reciente aumento de la violencia en la Franja de Gaza y la respuesta de Estados Unidos a esta situación reflejan la complejidad de este legado. Mientras que, por un lado, la administración estadounidense aboga por la paz y la estabilidad en la región, por el otro, el apoyo incondicional a Israel, impulsado por influencias evangélicas, complica cualquier esfuerzo hacia una solución justa y equitativa para ambas partes. Esta dualidad en la política exterior de Estados Unidos revela la profundidad y la persistencia del ADN evangélico en su enfoque hacia el Medio Oriente.
Evangelismo y apoyo a Israel
El impacto de estas dinámicas no se limita a la política exterior. Dentro de Estados Unidos, la relación entre el evangelismo y el apoyo a Israel ha influido en la política interna, afectando la forma en que los políticos y los votantes ven el conflicto israelí-palestino. Este apoyo ha fortalecido la alianza entre ciertos sectores del evangelismo estadounidense y el gobierno israelí, una relación que a menudo se refleja en la retórica política y en las decisiones de política exterior.
A pesar de la creciente polarización en la opinión pública estadounidense sobre el apoyo a Israel, especialmente entre los jóvenes y los votantes progresistas, el bloque evangélico sigue siendo una fuerza poderosa en la política estadounidense. Su influencia se extiende más allá de las urnas, alcanzando los más altos niveles de decisión en política exterior, donde las creencias religiosas y las interpretaciones proféticas continúan jugando un papel clave en la conformación de las políticas hacia Israel y la Franja de Gaza.
Tambièn puedes leer: Milei reacciona ante el Senado: delincuentes, feudales, comunistas, socialistas, progres, populistas, estatistas
Dificultades para una paz duradera
La historia de cómo el evangelismo influyó en el establecimiento y la política de apoyo a Israel ofrece una ventana a la comprensión de la actualidad del conflicto en la Franja de Gaza. Este análisis revela que, más allá de las estrategias geopolíticas y las alianzas internacionales, existen motivaciones profundamente arraigadas en creencias religiosas que han modelado el curso de la historia en esta región. Al reconocer este trasfondo, se puede comenzar a entender la complejidad de las dinámicas actuales en el Medio Oriente y la persistente dificultad de alcanzar una paz duradera.
La sangre que se derrama en la Franja de Gaza no solo es testimonio de un conflicto territorial o político; también es reflejo de un legado histórico y religioso que continúa influyendo en las políticas y percepciones de hoy. El ADN evangélico en la política exterior de Estados Unidos hacia Israel es un factor crucial para entender las complejas relaciones internacionales que definen el conflicto israelí-palestino, una herencia que sigue pesando en los esfuerzos por construir un futuro de paz y justicia para todas las partes involucradas.
