¿El Imperio en declive? Cinco señales de que EE.UU. pierde su dominio global

Hay variables en observación que hacen creer a los analistas que EE.UU. pierde su dominio global. Desde Washington DC se ha irradiado durante décadas la luz de un faro de poder, estabilidad y liderazgo en el mundo, pero recientes acontecimientos y datos estadísticos sugieren que el país podría estar perdiendo terreno en su posición de dominio global. Esta disminución de influencia es el resultado de una serie de factores que van desde la economía y la política hasta el escenario internacional. Veamos cinco señales que podrían apuntar a un imperio en declive.

Primero, el poder económico relativo de EE.UU. ha ido disminuyendo gradualmente. Según el Fondo Monetario Internacional, la participación de Estados Unidos en la economía mundial pasó del 25% en 1980 al 15% en 2020. Mientras tanto, China ha emergido como un competidor de peso, con una economía que, según algunas estimaciones, podría superar a la de EE.UU. en términos de PIB nominal en la próxima década.

EE.UU. pierde su dominio global
El concepto de “imperio” ya no puede ser sostenido en un mundo multipolar. Ilustración MidJourney

EE.UU. pierde su dominio global

Segundo, las instituciones democráticas en EE.UU. han mostrado signos de erosión. En el informe de 2021 de Freedom House, una organización dedicada a la investigación de la democracia, derechos políticos y libertades civiles, Estados Unidos registró una disminución en su puntuación democrática. Historiadores y expertos políticos como Timothy Snyder han argumentado que la polarización y la falta de confianza en las instituciones son factores clave en este declive. Este tipo de asuntos domésticos hacen mella a gran escala y de allí que EE.UU. pierde su dominio global de manera perceptible.

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En tercer lugar, el liderazgo de EE.UU. en tecnología e innovación también se ve amenazado. Un informe del National Intelligence Council de 2021 sugiere que la supremacía tecnológica de EE.UU. podría ser eclipsada por China en áreas estratégicas como inteligencia artificial, biotecnología y tecnología de la información. Esto no solo podría tener implicaciones económicas, sino también de seguridad nacional.

Mal ojo para las guerras

Cuarto, la política exterior y la influencia militar de EE.UU. han enfrentado cuestionamientos y fracasos. La retirada de Afganistán en 2021 ha sido interpretada por muchos como un símbolo de una disminución del poderío militar estadounidense. Joseph Nye, experto en relaciones internacionales, ha señalado que el «poder blando» de EE.UU. —su capacidad para influir a través de la cultura, valores y diplomacia— también ha sufrido debido a una serie de decisiones políticas controvertidas, como la retirada del Acuerdo de París y tensiones con aliados de la OTAN.

Finalmente, EE.UU. pierde su dominio global, porque se debilita desde adentro. La creciente desigualdad en EE.UU. es otro indicador preocupante. Según datos del Census Bureau, la brecha entre ricos y pobres se ha ampliado en las últimas décadas, lo cual podría llevar a una inestabilidad social a largo plazo. Además, la pandemia de COVID-19 exacerbó estos problemas, poniendo de manifiesto las debilidades en el sistema de salud y la infraestructura del país.

EE.UU. pierde su dominio global
EE.UU. no caerá por muerte súbita, aún tiene muchas fortalezas. Ilustración MidJourney

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El punto de no retorno

Si bien es cierto que Estados Unidos sigue siendo una potencia global con recursos significativos, estas cinco señales apuntan a áreas críticas que requieren atención. Algunos expertos advierten que si no se toman medidas para abordar estos desafíos, el país podría enfrentar un declive más pronunciado en su influencia y poder global. Sin embargo, también es válido argumentar que EE.UU. ha enfrentado períodos de adversidad en el pasado y ha demostrado una notable capacidad para adaptarse y recuperarse.

En un mundo en constante cambio, aunque EE.UU. pierde su dominio global, el asunto esta lejos de ser una completa certeza. La confluencia de problemas internos y externos sugiere que el país está en un punto de inflexión, y solo el tiempo dirá si estas son señales momentáneas o indicadores de un cambio más profundo y duradero.

Muchos cambian a la vez

Es importante subrayar que si bien  EE.UU. pierde su dominio global, no está solo en este fenómeno de cambio de poder. Por otro lado otros países y bloques de naciones, como la Unión Europea e India, están también elevando su estatura en el escenario mundial. A medida que emergen nuevos centros de influencia, el sistema internacional se está volviendo más multipolar, lo cual podría significar que el concepto mismo de un «imperio» dominante podría ser cada vez más obsoleto. Especialistas como Fareed Zakaria han argumentado que nos estamos moviendo hacia un «mundo postamericano», donde el poder está más distribuido y Estados Unidos es solo uno de los varios actores influyentes.

Por otro lado, el país aún posee considerables ventajas que podrían permitirle mantener una posición de liderazgo en el futuro. Estados Unidos sigue siendo el hogar de algunas de las mejores universidades del mundo, es un imán para el talento global y tiene una sólida base de instituciones democráticas que, aunque erosionadas, tienen el potencial para renovarse. Además, el país mantiene una ventaja militar significativa y alberga a varias de las compañías más innovadoras del mundo. Estas fortalezas, si se utilizan correctamente, podrían servir como un contrapeso a las señales de declive y permitir una reconfiguración del papel de EE.UU. en un mundo en rápida evolución.

 

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