La historia de los presidentes de EE.UU. ha visto líderes de todos los calibres. Sin embargo, en 2023, la noticia de que Donald Trump ha sido reseñado dos veces por ingreso policial en relación con juicios en su contra ha arrojado luz sobre una pregunta interesante: ¿cuántos inquilinos de la Casa Blanca han tenido este tipo de enfrentamientos con la justicia antes de él?
Si bien Donald Trump no es el primer presidente o expresidente en enfrentarse a problemas legales, el hecho de ser reseñado por ingreso policial en dos ocasiones es algo sin precedentes. Los analistas señalan que la tensión entre la presidencia y el sistema de justicia ha existido desde los albores de la república, pero rara vez ha llegado a tales extremos.
Presidentes de EE.UU.
Empecemos con una mirada al pasado. Aunque es común que los presidentes enfrenten críticas y desafíos durante y después de su mandato, pocos han tenido que lidiar con problemas legales serios. Uno de los más notables es Andrew Johnson, quien en 1868 fue objeto de un juicio político por violar la Ley de Tenencia del Cargo. Aunque fue absuelto por un solo voto en el Senado, su presidencia estuvo marcada por la controversia.
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Años más tarde, Richard Nixon, el 37º presidente, se encontró en el centro del escándalo de Watergate. Enfrentando casi con certeza un juicio político y condena, Nixon optó por renunciar en 1974. Sin embargo, su sucesor, Gerald Ford, le otorgó un indulto total, evitando cualquier posibilidad de que Nixon enfrentara cargos penales. Los presidentes de EE.UU. a la larga han corrido con suerte.
Una voz en Harvard
El Profesor Alan Dershowitz, de la Facultad de Derecho de Harvard, afirma: «Los problemas legales de Nixon y Johnson eran fundamentalmente políticos en su naturaleza. Ambos enfrentaron la ira de un Congreso hostil, pero la naturaleza de sus transgresiones fue muy diferente de las acusaciones criminales que algunos presidentes han enfrentado”.
Bill Clinton, el 42º presidente, también fue objeto de un juicio político en 1998 por perjurio y obstrucción de la justicia relacionados con su relación con Monica Lewinsky. A pesar de ser absuelto por el Senado, Clinton fue desacreditado por la orquestación del escándalo, y posteriormente fue hallado en desacato civil y multado por su testimonio falso. Los presidentes de EE.UU. han tenido más de un escándalo altisonante.
Asuntos menores
Aunque estos casos son los más famosos, ha habido otros presidentes que han enfrentado problemas legales de menor grado. Ulysses S. Grant, por ejemplo, estuvo envuelto en el escándalo de Whiskey Ring, aunque nunca fue directamente acusado.
La American Bar Association señala que «la capacidad de un presidente en funciones para ser procesado penalmente sigue siendo un área de intenso debate legal. Históricamente, la opinión del Departamento de Justicia ha sido que un presidente de EE.UU. en funciones no puede ser imputado. Sin embargo, un expresidente carece de tales protecciones».
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Paso al de Nueva York
Donald Trump, en este contexto, se presenta como un caso único. Enfrentando acusaciones desde antes de asumir el cargo en 2016, su relación con el sistema de justicia ha sido tumultuosa. Aunque fue absuelto en dos juicios políticos, uno en 2019 y otro en 2021, las acusaciones en su contra después de su mandato han resultado en dos reseñas por ingreso policial.
Para Michael Beschloss, renombrado historiador presidencial, «Trump es, en muchos sentidos, un caso atípico. Su relación con la justicia, tanto antes como después de su presidencia, es diferente a la de cualquier otro líder que hayamos tenido en la historia de Estados Unidos”.
Ciertamente, mientras la historia de los Estados Unidos está repleta de presidentes que han enfrentado desafíos legales, la situación de Trump es inédita. El tiempo dirá cuál será el desenlace de sus tratos con la justicia, pero lo que está claro es que su legado, al menos en este aspecto, como presidente de EE.UU. será difícil de igualar.
