El músculo de los inmigrantes ha jugado un papel crucial en mantener y soportar la carga negativa sobre la economía de EE.UU. En tiempos recientes, el debate sobre la inmigración ha sido intenso y polarizado, pero una mirada más cercana a los datos revela que los inmigrantes han sido fundamentales para el auge económico del país. Catherine Rampell, columnista de opinión del Washington Post, ha destacado repetidamente esta realidad en sus escritos.
Catherine Rampell, columnista del Washington Post, escribe sobre economía, políticas públicas, inmigración y política, con un enfoque en el periodismo basado en datos. Rampell también es comentarista económica y política de CNN, corresponsal especial de PBS NewsHour y colaboradora de Marketplace. En un artículo titulado “¿No quieres inmigrantes? Entonces dile a la abuela que nunca podrá jubilarse”, Rampell argumenta que los inmigrantes están impulsando el auge económico de Estados Unidos.
Los inmigrantes en la economía
Como Rampell ha señalado antes, los inmigrantes han aumentado significativamente el tamaño de la fuerza laboral estadounidense. Este aumento ha permitido a Estados Unidos escapar de la recesión, superando las expectativas en el crecimiento de la contratación y enfriando la inflación más rápido de lo previsto. Esta recuperación económica comenzó a mediados de 2021, después de un período de niveles de inmigración deprimidos debido a las políticas de inmigración restrictivas del gobierno de Donald Trump.
Los inmigrantes son, en general, más jóvenes y propensos a estar en edad de trabajar que los estadounidenses nativos, lo que significa que su llegada ha ayudado a resolver varios problemas críticos en la economía estadounidense. Por ejemplo, durante la pandemia, la escasez de trabajadores en sectores clave como la construcción y el procesamiento de alimentos afectó negativamente a la cadena de suministro. La llegada de nuevos trabajadores inmigrantes ayudó a cubrir estas vacantes, aliviando los cuellos de botella en la cadena de suministro.
Trabajan donde otros no
Además, los inmigrantes han estado dispuestos a aceptar trabajos que los estadounidenses nativos a menudo rechazan, como la cosecha de patatas, la construcción de viviendas y el cuidado de ancianos. También ocupan puestos de alta tecnología que los estadounidenses no pueden cubrir debido a la falta de habilidades necesarias en la población nativa. Asimismo, los inmigrantes lanzan nuevos negocios a una tasa mucho más alta que los nativos, creando nuevas oportunidades laborales.
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La llegada de inmigrantes también ha mitigado los efectos del envejecimiento de la población estadounidense. Los baby boomers se están jubilando y las tasas de natalidad en Estados Unidos han disminuido. Sin inmigración, la población en edad de trabajar se mantendría estable o disminuiría, afectando negativamente la economía. Desde la pandemia, todo el crecimiento neto de nuevos empleos se debe a trabajadores nacidos en el extranjero. Sin los inmigrantes, la fuerza laboral no habría crecido, y el número de personas empleadas hoy sería el mismo que antes del COVID-19.
La angustia del año electoral
La capacidad de Estados Unidos para atraer talento global ha sido una bendición en muchos aspectos. Sin embargo, en un año electoral, la retórica política ha oscurecido estas estadísticas positivas. Fox News ha denominado a las políticas económicas de Biden como una «feria de empleo para inmigrantes», mientras que la Heritage Foundation, alineada con los republicanos, alega que los estadounidenses nativos han quedado atrás en esta economía. A pesar de estas afirmaciones, el mercado laboral no es de suma cero, y los trabajadores nativos también se benefician de la inmigración. De hecho, la proporción de estadounidenses en edad óptima para trabajar que tienen empleo es mayor que antes de la pandemia.
Es cierto que la tasa de participación laboral entre los estadounidenses nativos ha disminuido en comparación con años anteriores, pero esto se debe principalmente al envejecimiento de la población. La demanda de trabajadores es tan alta que incluso los grupos de trabajadores más marginales, como los adolescentes y las personas con discapacidades, están logrando resultados inusualmente buenos en el mercado laboral.
Atraer a más inmigrantes
Irónicamente, algunas de las áreas que más se quejan de la inmigración son las mismas que están tratando de flexibilizar las leyes sobre el trabajo infantil debido a la grave escasez de trabajadores. Esto sugiere que hay una solución más simple y mutuamente beneficiosa a la mano: atraer más inmigrantes. Otros países desearían tener el problema de Estados Unidos, que es tener un exceso de talento clamando por reemplazar a los jubilados y aportar nuevas habilidades, ideas y negocios.
La afluencia de nuevos talentos no solo ha ayudado a Estados Unidos a superar las predicciones de recesión, sino que también ha permitido al país superar a sus competidores en Asia y otros lugares donde los desafíos demográficos están obstaculizando el crecimiento. La economía estadounidense es una de las pocas en el mundo que ha superado las expectativas previas a la pandemia, y si las tendencias actuales de inmigración continúan, es probable que esta mejora continúe. La Oficina de Presupuesto del Congreso revisó al alza sus proyecciones de PIB a 10 años en $7 billones, atribuyendo el aumento al crecimiento de la fuerza laboral impulsado por la inmigración.
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Pagan impuestos y no toman del Estado
A largo plazo, los desafíos fiscales de Estados Unidos también se ven mejores gracias a la inmigración. Los inmigrantes pagan impuestos y tienen muchas menos probabilidades que los nativos de calificar para beneficios gubernamentales como Medicare y el Seguro Social. Sin embargo, la narrativa de la derecha trumpista sostiene que los inmigrantes están robando empleos y beneficios fiscales, cuando en realidad están fortaleciendo ambos.
El músculo inmigrante ha sido esencial para mantener y soportar la carga negativa sobre la economía de EE.UU. La contribución de los inmigrantes ha permitido al país evitar la recesión, superar expectativas de crecimiento y aliviar problemas críticos en el mercado laboral. A pesar de la retórica política que intenta menospreciar estos logros, los datos muestran claramente que los inmigrantes son una fuerza vital para la economía estadounidense.