El análisis del experto en seguridad nacional y estudios rusos, Stephen Blank, destaca una preocupante realidad: el creciente antisemitismo estadounidense es tanto un fenómeno autóctono como influenciado desde el exterior. Blank, colaborador de Stephen Blank y miembro senior del Instituto de Investigación de Política Exterior, y exprofesor en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de EE. UU., señala un patrón alarmante de hostilidad hacia los judíos y hacia Israel, manifestado tanto en universidades como a nivel nacional.
La situación actual, según Blank, no es sorpresiva sino el resultado de una campaña política deliberada que busca atacar a los judíos, a Israel y a la política estadounidense en Oriente Medio. Esta campaña, patrocinada en parte por actores nacionales y extranjeros difíciles de rastrear, como Irán, refleja la degradación de valores en las universidades y una preocupante polarización política en el país. El inicio del reciente aumento del antisemitismo se vincula con el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, y la respuesta de ciertos grupos universitarios, como los de Harvard, que responsabilizan a Israel sin considerar la complejidad del conflicto.
Antisemitismo estadounidense
Durante las protestas por la justicia racial en 2020, muchas organizaciones universitarias mostraron un doble estándar al no brindar apoyo similar a Israel, evidenciando un antisemitismo habitual. El informe de la Liga Antidifamación de 2022 señala la presencia de numerosas organizaciones universitarias de izquierda, a menudo financiadas por fuentes extranjeras como Irán, promoviendo activamente el antisemitismo.
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La sincronización de los ataques contra Israel y el apoyo de figuras políticas como la representante Rashida Tlaib a narrativas antiisraelíes sugieren una campaña organizada para demonizar a Israel. Estos hechos se reflejan también en Europa, con manifestaciones de antisemitismo a gran escala. El aumento del antisemitismo estadounidense ha sido notable tanto en la derecha como en la izquierda, con incidentes violentos como los ataques a sinagogas en Pittsburgh, San Diego y Colleyville, Texas.
Polarización política en EE.UU.
La polarización política en Estados Unidos ha creado un terreno fértil para la intervención extranjera, con esfuerzos rusos y chinos para influir en la política y opinión pública estadounidense. Esta situación demanda una mayor vigilancia y responsabilidad por parte de administradores y profesores universitarios para identificar y exponer a quienes difunden desinformación y odio.
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Blank hace un llamado a las universidades para exigir estándares más altos, mejorar el control de las donaciones y preservar la libertad de expresión, evitando el discurso incendiario del antisemitismo estadounidense. La lucha contra el discurso y los crímenes de odio es esencial para proteger la democracia y mantener un equilibrio social saludable en Estados Unidos, lo que requiere un compromiso activo de todas las partes involucradas en la educación y la formación de opinión pública.