Rusia propone retirar exceso de material nuclear de Irán: ¿un puente entre Washington y Teherán?

Rusia ha ofrecido una vía práctica para destrabar las estancadas negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán: retirar el exceso de material nuclear iraní y convertirlo en combustible para reactores civiles. Esta iniciativa llega en un momento crítico, cuando ambos países intentan rescatar un acuerdo en medio de crecientes tensiones regionales.

¿En qué consiste la propuesta rusa?

El martes 11 de junio, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Ryabkov, declaró que Moscú está “listo para proporcionar asistencia… tanto política como práctica: por ejemplo, mediante la exportación del exceso de material nuclear producido por Irán y su adaptación para producir combustible para reactores”.
El Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, confirmó que Rusia avanzará apenas “ambas partes [EE.UU. e Irán] lo consideren útil”.

Las negociaciones nucleares

Irán y EE.UU. mantienen cinco rondas de diálogo indirecto desde abril en Omán, a través de intermediación omaní. Washington insiste en que Irán detenga por completo el enriquecimiento; Teherán exige mantener bajo límites un programa con fines civiles. El presidente Trump admitió recientemente estar “menos confiado” en llegar a un nuevo acuerdo nuclear, alertando que Irán podría estar ganando tiempo.

¿Por qué interviene Rusia?

Rusia ha sido parte del histórico acuerdo JCPOA de 2015, encargándose en su momento de retirar uranio enriquecido de Irán. Mantiene una relación estratégica con Teherán, incluida la cooperación militar y energética, que incluye una alianza de 20 años. Se postula como mediador respaldado por su condición de gran potencia nuclear y lazos con ambas capitales: Washington y Teherán.
Rusia ayuda Irán material nuclear
Delegados estadounidenses, iraníes y rusos conversan en Omán para pulir detalles de un pacto que incluya la retirada del exceso de uranio iraní. La mediación técnica de Rusia se perfila como clave para reactivar el diálogo nuclear.

Reacciones diplomáticas y especialistas

EE.UU.: Trump enfatizó que “no permitirá que Irán desarrolle armas nucleares” y sostuvo que prefiere un acuerdo diplomático, “sin guerra”. Irán: insiste en sus derechos civiles a la energía nuclear y rechaza un desarme completo, aunque ve la propuesta rusa como solución parcial. Especialistas como Bill Burns (ex director de la CIA) y Rafael Grossi (IAEA) han defendido gestos como este para mantener la verificación y control de material sensible, evitando escaladas.

¿Qué tan viable es esta oferta?

Precedente técnico: En 2015, Rusia retiró parte del uranio enriquecido como parte del JCPOA y lo convirtió en combustible para reactores. Logística y seguridad: Requiere infraestructura segura, trazabilidad internacional, y transparencia de Teherán y la IAEA. Condiciones políticas: El éxito depende de que Washington relaje sanciones y de que Teherán acepte límites verificables, lo que aún está en disputa .

Oportunidad pragmática en medio del estancamiento

La propuesta rusa representa una solución técnica y diplomática que podría servir como puente pragmático hacia un acuerdo mayor. Si Rusia efectivamente retira exceso nuclear iraní, se crea espacio para restablecer confianza entre EE.UU. e Irán. Sin embargo, su implementación dependerá de que ambas partes envíen señales políticas lo suficientemente fuertes para continuar negociando.

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